Hace 48 años atrás Mendoza también tuvo su "azo": El Mendozazo. La disconformidad, el no resignarse y pensar en otra realidad estaba en el aire. Cuba fue posible, Chile fue posible, la "Victoria era posible". La Revolución estaba a la orden del día. Mendoza no sería ajena a esto.
Sobre el libro "El Mendozazo. Herramientas de rebeldía" del Colectivo Fantomas, Florencia Bertolotti una de las autoras nos advierte que "al desconocer este proceso histórico en general y presentar al Mendozazo como un proceso aislado limitado a un reclamo de tipo económico o como un acontecimiento excepcional y, por lo tanto, ajeno a la historia provincial, como algo raro, algo de lo que los mendocinos seríamos incapaces" las clases dominantes han intentado que las y los trabajadores olviden su propia historia.
En la presentación de dicho libro para "Señal U", Gabriela Scodeller, destacaba la preocupación de disputar los sentidos de nuestra historia “Buscamos una historia con sentido en el presente ya que creemos que todo relato histórico tiene una intencionalidad ideológico política". Esta intencionalidad es la que lleva a presentar la historia contemporánea regional enfocada solamente en la historia política desdibujando el escenario principal: la lucha de clases.
Del mundo llegaban noticias del Mayo Francés, la Primavera de Praga, el movimiento estudiantil mexicano y más cercano, la Revolución Cubana y el Gobierno de la Unidad Popular en Chile. Estas eran protagonizadas por grandes movimientos de masas encabezados por trabajadores/as y estudiantes, cuestionando los gobiernos de turno; algunos iban más allá: otra realidad es posible.
El Mendozazo, como dice la historiadora Scodeller, no comienza el 4 de abril sino que empieza a gestarse de antes y nos hace pensarlo “como un punto de inflexión provincial y no como un mero hecho aislado" de esa vanguardia obrera que hizo temblar gobiernos y dictadores.
"Fue justamente las luchas que se fueron dando contra la dictadura que empiezan a acrecentarse, a agudizarse la conflictividad social, en la provincia hacia el año 1971-72. Y si bien el detonante del Mendozazo fue un reclamo de aumento tarifario, esta reivindicación económica que nucleo a un conjunto social amplio rápidamente va a ser superada estableciéndose en una lucha política más amplia que cuestionó el orden social vigente. Éste cuestionamiento sólo lo podemos observar cuando analizamos el Mendozazo como un proceso que no se agotó ese 4 de abril de 1972 sino que siguió durante varios días, inclusive casi una semana, en distintos barrios populares del Gran Mendoza" dice Scodeller en la presentación del libro.
La efervescencia estaba en la atmósfera y no cayó del cielo. Como parte de una generación que tres años después del Cordobazo seguía cuestionando a sus verdugos, Mendoza fue un escenario de esa lucha de clases. Los universitarios de pie contra la Ley Universitaria de 1967 y rechazando los exámenes de ingreso, las y los docentes venían de dos años de luchas y habían votado la huelga por tiempo indeterminado, la CGT venía de llamar a un paro de 48hs.
La jornada del 4 de abril de 1972 tiene como protagonistas a obreros y estudiantes que se movilizaron a Casa de Gobierno e hicieron barricadas en el centro de la Ciudad de Mendoza. En los días venideros Guaymallén y Las Heras organizaron su autodefensa declarándose "zonas liberadas" de la policía. Fue posible y lo hicieron los mendocinos. Verdaderamente "Ellos se atrevieron".
A este proceso en la historia local tratan sistemáticamente bloquearlo y es minimizando tanto en las currículas escolares como en el imaginario local. "La historia la escriben los que ganan" se dice, la ambición del Colectivo Fantomas como de La Izquierda Diario es que no caigan en el olvido estas grandes gestas heroicas y que a cada enfrentamiento nuestra clase no comience de cero sino que se comprenda que la victoria era posible. |