Hoy nos llegó una denuncia de una escuela de Río Ceballos, en Sierras Chicas, varias familias no han recibido el módulo alimentario.
Sonia, una de las maestras de la escuela, nos dice “una que ve a las y los niños todos los días, sabe que son familias que viven al día, son hijas e hijos de albañiles, changarines… y llegar y no tener la cantidad de cajas que necesitamos…y da impotencia ver que la caja tenga harinas, harinas, fideos, nada... no sé cuál es la idea para mantener a los chicos con las defensas altas, y ningún artículo de limpieza, nos preguntamos si en una situación así, no sería necesario que manden eso también?”. Además, “la empresa llegó el miércoles con las cajas y no trajeron la cantidad correcta, supuestamente por problemas logísticos”.
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A su vez, la directora nos cuenta: “la matrícula actual es de 127 estudiantes, de los cuales sólo 16 raciones están autorizadas, y 59 pendientes, porque no han evaluado la ficha socioeconómica. También quiero decir que los módulos no estuvieron a tiempo, tendrían que haber estado al final de la primer semana de aislamiento”. Para finalizar denunció: “la empresa es Ga.Sa, en esta coyuntura ellos deberían haberme mandado todas las cajas”.
Sonia agrega. “antes de que empezaran las clases, reubicaron a las empleadas de la cocina en otras dependencias y sólo nos enviaron las raciones con una empresa mientras hubo clases; cuando se cortan por la cuarentena, la directora fue todos los días a recibir estas raciones, porque a la chica de la empresa ya no la enviaban y niñas y niños se quedaban sin comer; nosotras insistimos en darle una mano... es una escuela casi rural…”.
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Organizando la bronca y la solidaridad
La respuesta a la desidia empresarial y del gobierno de Schiaretti no se hizo esperar, y fue la organización desde abajo y junto a los vecinos de la zona la que puso en marcha la solidaridad de las y los trabajadores.
Sonia explica: “lo primero que hicimos fue organizarnos entre nosotras, las que trabajamos en la escuela para juntar el alimento... Entonces resolvimos hacer una colecta entre las compañeras y las y los vecinos que podían aportar para asegurar las cajas para la semana siguiente. Quedamos en hacer esta movida pero sin dejar de denunciar lo que está sucediendo porque además estamos indignadas con el anuncio del descuento, y hay muchas seños que son sostén de familias”.
Bajo la lluvia y hasta muy tarde recibieron donaciones de plata y de alimento. Poniendo la solidaridad en acción, no dudaron en denunciar lo que el gobierno no garantiza y lo que la conducción del sindicato calla y desorganiza, aprovechando la cuarentena para firmar paritarias a la baja, y dejar pasar los ataques del gobierno no sólo a la docencia sino al conjunto de la comunidad educativa.
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La pandemia nos toca a todos pero no todos la sufren de la misma manera y quienes siempre estuvimos frente a las y los estudiantes, conocemos las realidades y necesidades de la comunidad educativa. Desde Docentes de Base apoyamos las iniciativas que nacen desde abajo, sin dejar de responsabilizar al gobierno y las empresas de esta situación.
Es necesario impulsar comités de seguridad e higiene en las escuelas para organizarnos con la comunidad educativa y el barrio, para garantizar que el alimento, los insumos de higiene y las necesidades básicas sean resueltas. Somos los y las trabajadoras los que podemos plantear salidas reales a la crisis, dando una respuesta junto a nuestros estudiantes y sus familias que son parte de los trabajadores más precarios de nuestro país. |