La comarca andina ha sido cortada a la mitad por las medidas de contención del coronavirus, siendo Río Negro catalogada como “zona de riesgo” por parte de Chubut, provincia que ya cuenta con su primer caso positivo. ¿Qué sucede con las y los trabajadores que deben moverse por la comarca para ganarse el pan y quienes deben hacerlo por medicamentos y atención de salud?
Desde que la cuarentena entró en vigencia, la comarca andina se vio interrumpido el paso regular en la frontera interprovincial del paralelo 42. Este límite provincial divide a El Bolsón (Río Negro) de Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén y el Maitén (Chubut), complicando seriamente las actividades, servicios y a los trabajadores formales e informales que diariamente lo transitan tanto para ganarse el pan como para conseguir medicamentos y tratarse en el hospital de El Bolsón ¿Cuál es la respuesta que dan los gobiernos de Rio Negro y Chubut a esta situación tan acuciante?
El Bolsón, es la localidad con más población de la región y concentra la mayoría de los servicios, uno en especial muy importante como la salud. Claro está que del lado chubutense, el gobernador Arcioni se ha encargado de dejar sin atención de salud a Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén, como en el resto de la provincia, no pagando los salarios de manera regular a los trabajadores y trabajadoras de la salud y vaciando los hospitales de insumos y profesionales. Incluso las parturientas deben trasladarse hasta 70 km a El Maitén, situación que se complica aún más con la pandemia.
El caso de la paciente oncológica que debía ser atendida en Bolsón, es una muestra clara de la indolencia del gobierno de Chubut que no emitió el permiso para que pudiera circular entre las provincias y así ser atendida. Finalmente la negativa del ministerio de seguridad al permiso llegó cuatro días después de que falleciera. Una muerte aberrante probablemente evitable.
Ante la crisis abierta en la provincia, la Comarca Andina del lado chubutense depende cada vez más del hospital de El Bolsón, el cual es el de mayor complejidad de la zona. Aun así, su ex director, Omar Panomarenko, llegó a rechazar la atención de los partos provenientes de Chubut, al punto que las provincias debieron hacer un “convenio” ridículo para que los y las chubutenses puedan atenderse en Río Negro. Esta situación de dependencia se profundiza aún más con el cierre del paralelo 42, donde cruzarlo siendo paciente o en busca de medicamentos se vuelve una lotería mortal.
Por su parte el comisario de Lago Puelo, informaba en el propio paralelo a un medio local que los ciudadanos de Río Negro no podrán pasar a Chubut aún contando con la autorización federal, con excepción de personal de salud y seguridad. Al mismo tiempo que los ciudadanos que viajan a trabajar hacia El Bolsón desde Chubut, podrán hacerlo. En paralelo otra radio local se inundaba de denuncias de oyentes a quienes no habían permitido el paso para asistir a su trabajo en Río Negro como cada día, y profesionales de salud no han podido cruzar las últimas semanas hacia Chubut.
¿Cómo van a conseguir sus medicamentos o atención de salud los habitantes de la Comarca? ¿Qué harán los trabajadores que deben desplazarse para ganarse el sueldo? Las autoridades no dan otra respuesta, más que las agresiones por parte de la policía en los retenes ¡Es imposible lograr una cuarentena absoluta porque la clase trabajadora debe comer y atender su salud, por eso hoy más que nunca se hace necesario un salario de cuarentena! Y de esta forma lograr la menor movilidad posible y que esto no se vuelva una cuarentena de hambre.
También es vital resolver los problemas estructurales de salud de cada pueblo de la comarca invirtiendo en insumos y medicamentos, así como el pago en tiempo y forma de quienes están en la primera línea de combate contra el coronavirus, las y los trabajadores de la salud olvidados por cada Gobierno. Este conjunto de medidas han sido presentadas por el Frente de Izquierda como parte de plan integral sanitario para frenar al Covid-19 y no perjudicar al pueblo trabajador, siendo financiado en base a impuestos extraordinarios a las grandes fortunas.
La Comarca necesita estas medidas más que nunca ya que la actual emergencia sanitaria combina y potencia los problemas estructurales de arrastre. ¡Somos más que una postal de cordillera, nuestras vidas valen más que sus ganancias!
