Desde la tribuna del acto del 1º de Mayo y días posteriores, el Partido Obrero hace pública su intención de integrar al FIT, bajo la consigna de “gobierno de trabajadores”, a organizaciones que reivindican gobiernos reformistas burgueses en Bolivia y Venezuela. De esta manera es reconocido por la editorial de Prensa Obrera: “el Frente de Izquierda ha atraído a numerosos agrupamientos combativos, muchos de los cuales se referencian críticamente en el chavismo y en el indigenismo altoperuano”. Sin embargo, a renglón seguido, piden que se “defina el marco de integración de organizaciones como Pueblo en Marcha y a los compañeros de Pueblo Unido que lidera el ‘Perro’ Santillán, sobre una base estricta de principios”.
Todos hemos saludado a las organizaciones que, no perteneciendo al FIT, han manifestado su apoyo. Algunas de ellas estuvieron en el acto de Plaza de Mayo, como también lo habían estado el año pasado aun sin manifestar apoyo al FIT, inclusive luego que Carlos “Perro” Santillán promoviera una lista contraria al FIT jujeño en las elecciones del 2013. Esta vez Santillán no estuvo en la Plaza, mandó un saludo desde Jujuy aunque tampoco participó del acto provincial realizado entre el PTS y el PO. En los plenarios de delegados del SEOM anuncia el lanzamiento de su “partido del Pueblo” con el lema de “hacer como el Evo”. Desde esa perspectiva, sigue “apoyando” al FIT. Bien. Hemos propuesto a todas las organizaciones que vienen declarando su adhesión, iniciar una práctica común y un debate profundo y serio sobre el programa del frente.
Lo que no se puede hacer, es desconocer lo que estas mismas organizaciones -que el PO quiere integrar en el FIT “bajo la consigna del gobierno de trabajadores”- declaran públicamente.
Por caso, Comunismo Revolucionario, de orientación maoísta, señala claramente: “…nosotros adoptamos la postura táctica de apoyar al FIT en estas elecciones, no en base al programa constitutivo del FIT –que lógicamente es de carácter troskista– sino del programa de campaña con que viene trabajando el FIT, que toma la mayoría de los puntos de la lucha obrera y popular de la Ciudad y del país. Esto constituye un apoyo táctico, que hacemos desde nuestra posición antiimperialista y antiterrateniente para la acumulación de fuerzas revolucionarias. Porque la experiencia revolucionaria de la clase obrera y los pueblos del mundo –y también de nuestro país– demuestra que las revoluciones son por etapas e ininterrumpidas hacia el socialismo”.
Esta orientación de luchar por “una etapa” previa al gobierno de trabajadores, los lleva a apoyar gobiernos -a los que llaman “populares”- que asumen la administración del capitalismo y a tener una práctica de conciliación de clases “ininterrumpida” (o solo interrumpida “tácticamente”, como en el caso de su “apoyo” al FIT). Como sea, estas organizaciones entienden perfectamente, aunque no compartan, el “programa constitutivo” del FIT. Allí se deja en claro, entre otras cosas que: “el Frente de Izquierda denuncia el carácter claramente capitalista de todos los gobiernos latinoamericanos, desenmascarando ante los ojos de obreros, campesinos y estudiantes el real carácter de los gobiernos de Evo Morales, que reprimió a los huelguistas de la COB y criminaliza a los docentes, y de Hugo Chávez…” (Declaración Programática 2011).
Myriam Bregman fue quien desde el palco defendió claramente esa orientación. Cuando en su discurso se refirió a la reciente Cumbre de las Américas, denunció el bloqueo pero también el intento de profundización de la restauración capitalista en Cuba: “Raúl Castro presentó como un ‘amigo’ a quien gobierna al principal estado imperialista del planeta. Esa política es acompañada por todos los gobiernos del llamado ‘populismo latinoamericano’, incluyendo a todo el bloque bolivariano”.
A pesar de esto, así lo presenta Prensa Obrera: “Este acto del 1º de Mayo en la Plaza sirvió para zanjar un debate que había recorrido el acto del año pasado. Ocurre que aunque buena parte de los concurrentes ya habían participado del acto del 2014, su presencia ahora tuvo otro carácter. En aquella oportunidad los compañeros y organizaciones que habían formado el Encuentro Sindical Combativo planteaban que la convocatoria debía ser sindical, y que no podía vertebrarse sobre la estrategia del gobierno de los trabajadores. (…) Ahora, ya disuelto el Encuentro Sindical Combativo, todos esos compañeros no sólo estuvieron igual en la Plaza, sino que lo hicieron formando parte activa del Frente de Izquierda. La conclusión que planteó Altamira en su discurso fue que la política socialista es un elemento de cohesión fundamental para lograr la unidad de la clase obrera, porque permite pasar sintetizar incluso todas las realidades sindicales y locales”.
Con este confusionismo mayúsculo, creado adrede, el PO quiere poner en un mismo plano dos cosas completamente distintas. El Encuentro Sindical de Atlanta, realizado entre la izquierda clasista y otros sectores combativos, fue por objetivos limitados pero progresivos, como el intento de unidad para la acción para enfrentar la política de las burocracias sindicales en los paros nacionales. A diferencia del método del PO, que se negó a participar en el Encuentro lanzando críticas sectarias a organizaciones convocantes como Santillán y el SEOM, fue el acierto de esa convocatoria, en ese momento, lo que permitió que los compañeros hayan avanzado en el apoyo al Frente de Izquierda. |