El 20 de abril se celebra de manera extraoficial el Día Mundial de la Marihuana. Hay varias teorías sobre el origen de este icónico número.
Una de las leyendas nos lleva a California en los años 70, cuando un grupo de jóvenes, llamados “Los Waldos”, tomaron la costumbre de reunirse para fumar marihuana después de clases. El horario de reunión era a las 4:20. Los mismos jóvenes usaban el 420 como código para convocar a la reunión.
Otras versiones nos llevan a Canadá. En el año 1995 en Vancouver un grupo de aproximadamente 200 consumidores de esta planta se juntaron a fumar en público para reclamar la despenalización del cannabis.
Con el paso del tiempo, el movimiento por la legalización de la marihuana tomó el 20 de abril como una fecha festiva. El 420, además trasciende a la fecha y se convirtió en un código internacional entre los consumidores de esta planta.
A cien años de su prohibición, Uruguay, Canadá, así como nueve estados de Estados Unidos. En tanto otros países como Holanda cuenta con algún tipo de regulación y permiten su uso recreativo. En Argentina las causas penales contra los consumidores pueblan las fiscalías federales. Mientras en distintos países avanza lentamente la autorización del uso medicinal del cannabis.
En argentina, que recientemente reglamentó la ley de uso medicinal de la planta milenaria, el movimiento que reclama el uso recreativo de la marihuana se manifiesta cada año el primer sábado de mayo.
La Marcha Mundial de la Marihuana se convirtió en una fecha ineludible para quienes reclaman por el derecho a su uso recreativo. Una fecha donde también denuncian la persecución policial por consumir y/o cultivar. Con el paso de los años, a la marcha se le sumó el reclamo de la legalización del cannabis medicinal. Una conquista de este movimiento. En marzo de 2017 el Senado nacional aprobó la ley de cannabis medicinal, lo que llevó el aceite a un marco de legalidad. Sin embargo, hasta hoy siguen armando causas a quienes cultivan algunas plantas. El Caso de Nicolás Lupin, que junto a una decena de personas, permanecen detenidas, acusados de "narcotraficantes". Son de Puan, una ciudad del interior de Bahía Blanca.
A cien años de su prohibición, el reclamo por la legalización total del cannabis sigue más vigente que nunca.
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