En Piñeiro, en el barrio El Fortín, la cuarentena la pasan hacinados. El comedor está desbordado y ya son 1600 personas anotadas por el IFE. Así se vive la crisis económica y sanitaria en Avellaneda. ¿cómo se sale de esta?
La emergencia social se profundiza día a día sobre los problemas estructurales que padecen las familias más pobres del conurbano. Miles de trabajadoras y trabajadores informales viven en la incertidumbre, con despidos, rebajas salariales o directamente sin ingresos. Los empresarios y grandes formadores de precios siguen ganando. El Gobierno habla de políticas para asistir a “todos”, pero la clase trabajadora, los desocupados, siguen viendo cómo la heladera y la billetera se achican. ¿Cómo se sale de esta?
Así se vive la crisis económica y sanitaria en un barrio de Piñeiro
El barrio de El Fortín se encuentra en el límite entre Avellaneda y Lanús sobre la calle Coronel Molinedo. Está justo frente a la fábrica SIAM y a pocos metros de Camino de la Rivera. Es una barriada popular donde viven en su mayoría trabajadores desocupados o que trabajan por cuenta propia en informalidad.
La Izquierda Diario entrevistó a Margarita, una trabajadora informal que vive en el barrio con sus hijos y su esposo, que es operario en una fábrica papelera hace más de 25 años. Ella nos cuenta la realidad que se vive en El Fortín y cómo la crisis empieza a golpear las puertas de las casas. Una historia que se repite en todos los barrios de la provincia de Buenos Aires.
“Tenemos los servicios básicos para vivir, agua, luz. En algunas casas falta el gas. La gente vive hacinada, siendo tres o cuatro familias por vivienda. Tratan de organizarse, pero está el miedo de cómo sobrellevar la cuarentena en el caso de que no haya ningún ingreso. Es el miedo del changarín, del jornalero”.
La emergencia del hambre se agolpa cada 15 días en “filas enormes de gente que va a retirar mercadería” en la Escuela N°53, donde asisten la mayoría de los chicos del barrio. Ante la falta de ingresos en los hogares los vecinos hacen trueques en grupos de whatsapp, intercambiando alimentos por artículos de limpieza.
Margarita se organiza en el Polo Obrero y colabora en un comedor barrial. “Antes de la pandemia, al comedor venían 70 familias a retirar las viandas. Ahora se triplicó la cantidad de familias y hay quienes quedaron en lista de espera”. Frente a esta situación hicieron un reclamo al intendente Jorge Ferraresi, consiguiendo un aumento en las raciones de alimento, pero continúan siendo completamente insuficiente. Y la situación empeora cada día.
"Acá si un pibe quiere salir a repartir pizzas un fin de semana, lo rajan para la casa. Si me decís que tengo la alacena llena, que pude cubrir los gastos de medicación… pero no es el caso. La gente al no tener nada, tiene la necesidad de salir, buscar un laburo, juntar cartones, rebuscársela. Pero te encontrás con la policía que te corre de un lado a otro, que te asusta a los nenes”. Continúa Margarita.
Desde el 20 de marzo, 470 personas han sido demoradas y notificadas por violar el aislamiento preventivo obligatorio. Continuamos realizando operativos de control y patrullaje en todos los barrios de Avellaneda #QuedateEnCasa
La intendencia hace cumplir la cuarentena con el accionar policial, pero en las casas, las familias viven hacinadas y tampoco se les brinda una solución a la falta de alimentos y de ingresos en los hogares. Hace pocos días, el encuentro entre hambre y la policía, dio como resultado que dos efectivos de la bonaerense golpearan a niños de 14 y 15 años por estar pidiendo comida puerta por puerta en el barrio del Hospital Fiorito.
La presencia policial en los barrios populares y obreros, no va a dar ninguna respuesta a la crisis sanitaria y social. El control del Estado continúa golpeando a los trabajadores que se defienden del hambre y de los abusos patronales, mientras dejan que las empresas continúen violando el decreto de prohibición de despidos.
¿Cómo se sale de esta?
Margarita cuenta que en total 1600 personas solicitaron el Ingreso Familiar de Emergencia en el barrio. "Es una ayuda, pero todos sabemos que con $10.000 no comemos un mes, sumando medicamentos, pañales. Además, al ser una asignación por grupo familiar, muchas personas quedan al descubierto. Acá y en cualquier barrio del país, hay 3 ó 4 familias por hogar".
En la reunión de bloques parlamentarios con el Presidente Alberto Fernández expusimos los principales planteos y proyectos del @Fte_Izquierda para enfrentar la pandemia y que esta emergencia no la pague el pueblo con más hambre, despidos y rebajas salariales. pic.twitter.com/Usgv1sPOw0
Para no entrar en la cruel dicotomía que planteó el presidente Alberto Fernández, de elegir entre un 10% más de pobres y 10 millones de muertos por coronavirus; los diputados del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño y Romina del Plá, presentaron la propuesta de un ‘salario de cuarentena’ de $30.000 para todo aquel que no tenga ingresos.El proyecto de ley que se presentó en el Congreso, propone aplicarles un impuesto del 3% a las personas más ricas del país, cuyas fortunas lleguen a $100 millones y también a las actividades económicas más rentables, incluyendo a bancos y empresas. De esa manera se podría dar el ingreso a quienes no están percibiendo salario y facilitar todos los recursos que el personal de salud y los hospitales necesitan para enfrentar la pandemia.
Exigirle al dueño de la fábrica SIAM
En el barrio se encuentra la fábrica Siam. Su dueño y principal accionista del grupo Newsan, Rubén Cherñajovsky, posee una fortuna personal estimada en $780 millones de dólares, esto representa 7 veces el presupuesto de la municipalidad de Avellaneda. Con un impuesto del 3% de su riqueza, se podrían recaudar ¡$23 millones 400 mil dólares! para enfrentar la crisis social y sanitaria.
Contrastando esta inimaginable riqueza, Margarita explica la desesperante situación que viven las familias en ese mismo barrio: “uno antes decía ‘donde come uno comen dos’, pero llegado el momento esa frase va a dejar de existir en medio de la cuarentena porque ya no vas a tener nada y la gente ¿qué va a decir? Si no te mata el coronavirus, te mata el hambre".
Varios vecinos de El Fortín fueron empleados en la fábrica de Cherñajovsky.
La misma intendencia le entregó hace unos años terrenos al grupo Newsan para que hiciera sus negocios, con el compromiso de emplear a una cantidad de personas que jamás contrató, pues al tiempo comenzaron los despidos. Así amasó su fortuna el magnate, abaratando costos con el plato de comida de las familias obreras y ocupando el territorio de su barrio.
La Izquierda Diario recogió la voz de Alejandra Vercellino, integrante del MAC, trabajadora reincorporada en la fábrica: “Nos piden a todos que colaboremos y nos quedemos en casa, a pesar de que eso nos cueste el hambre de nuestras familias. El Intendente Ferraresi ¿qué le va a exigir a Rubén Cherñajovsky? Que además de su fortuna, tiene la firma Newsan food, una de las principales exportadoras de alimentos del país y la cual sería clave para que ninguna familia de El Fortín y Villa Castellino esté pasando hambre, ni padeciendo ninguna necesidad.”
Luego agrega: "En El Fortín en Avellaneda, se podría solucionar el problema del hacinamiento construyendo viviendas en los terrenos que hoy SIAM no utiliza. Además, enfrente hay una fábrica abandonada que los vecinos vienen reclamando hace años para construir viviendas populares y que les ha costado varios desalojos con represión por parte de la municipalidad".
Parece que sólo a los trabajadores y vecinos les barrio les interesa buscar una solución de fondo para la crisis social que empieza a abrir sus fauces.