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9 de mayo de 2020 Twitter Faceboock

Música // Rock
De la bengala de Campino a Charly bajo el agua: memorabilia del Quilmes Rock
Juan Ignacio Provéndola | @juaniprovendola

Charly en la edición 2004 del Quilmes Rock.

El festival vuelve en formato streaming este fin de semana. Recordamos cinco postales apoteósicas de la época en la que podíamos ver recitales sin pantallas de por medio.

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El fuego sagrado de los Hosen

Viernes 24 de octubre de 2003, penúltima jornada del primer Quilmes Rock: Buenos Aires amanece lluviosa y las nubes amenazan con llevarse puesto el sexto día del festival. Sin embargo, Die Toten Hosen hace su aparición en el predio montado a un costado del estadio de River Plate y el cielo escampa. Los alemanes se hacen cargo de ser el número central de esa noche con un repertorio que incluye canciones propias, de Ramones y The Clash. La faena es incendiaria y se meten al público en el bolsillo.
Pero faltaría algo más.

El grupo de vuelve al stage para los bises, aunque Campino desaparece del escenario. ¿Dónde está? Las pantallas gigantes tienen la respuesta: el cantante aparece trepando con fuerza acrobática el alto andamiaje hasta llegar a la cima, desde donde enciende una bengala mientras termina la canción “Mehr davon”. Faltaban catorce meses para Cromañón, la pirotecnia aún no era una mala palabra en el rock y los Hosen establecen una postal histórica que terminará de consolidar su idilio con Argentina.

Charly pasado por agua

En 2004, el Quilmes Rock abandonó River para ir a otro estadio porteño con mucha historia rockera: Ferro. Fue en ese lugar donde Charly García había debutado como solista en el mítico show del 26 de diciembre de 1982, y también donde se burló de los escándalos y las internaciones apareciendo en escena a bordo de una ambulancia el 22 de diciembre de 1993.

El 17 de octubre de 2004, en cambio, llegó a Caballito cuarenta minutos más tarde, aunque derribó todo temor con un show de dos horas que traspasó la medianoche, ocasión en la que los organizadores decidieron prender todas las luces como forma de presionarlo para que finalizara de una vez (aunque, claro, sin éxito).

Pero lo más memorable ocurrió promediando el concierto, cuando un diluvio arreció sobre la multitud y García -lejos de amilanarse- encaró la tempestad en cueros para continuar bajo la lluvia la versión de “Llorando en el espejo” de Serú Girán, seguir luego con “Seminare” y, así, otras ocho canciones subacuáticas que volvieron épica la noche.

La vuelta de Sumo (o algo así)

Bad Religion demasiado temprano, incluso antes que Attaque 77, luego Las Pelotas, después Catupecu Machu y Divididos al cierre. ¿Al cierre? Ese 12 de abril de 2007 muchos lo sospecharon, y así lo confirmaron los 50 mil que fueron al estadio de River: por primera vez se juntarían en un escenario todos los exmiembros vivos de Sumo.

Hubo un amago amargo en mayo de 1997, en Montevideo, donde Divididos y Las Pelotas coincidieron la misma noche en un festival junto a Roberto Pettinato, y Superman Toglio (también Andrea Prodan, hermano menor de Luca), aunque a último momento la reunión se frustró. Y nueve años hubo más tarde un acercamiento en un evento de Mendoza entre las cúpulas de ambas bandas (es decir: Mollo-Arnedo y Daffunchio-Sokol), pero sin los demás.

La tercera vencida fue en el Quimes Rock 07, donde hubo concilio y fumata blanca para hacer “Crua Chan”, “Divididos por la felicidad” y “Debedé” en un set breve, intenso, por momentos caótico, sin dudas emotivo y, sobre todo, definitivo: dos años después fallecería Alejandro Sokol y, con él, se iría toda posibilidad de repetirlo.

Kiss y el demonio que no voló

Kiss debe ser (junto a los Rolling Stones) la banda que más veces tocó alrededor del mundo, pero así y todo conserva de Argentina una interesante cantidad de anécdotas que difícilmente haya cosechado en otro país: los frustrados intentos de shows durante la última Dictadura ameritan de por sí una nota especial que incluye publicidades falsas, boicots de ex combatientes de Malvinas, amenazas de muerte y hasta una pre-venta de entradas. A todo este cóctail, el Quilmes Rock también aportó lo suyo.

Ocurrió en la edición del 2009, cuando el grupo cerró en River la cuarta y última noche. Mientras Ratones Paranoicos tocaba como preludio y Juanse era abucheado por un público que a cada rato le gritaba “¡Pomelo!” (el programa Peter Capusotto y sus Videos estaba en pleno auge), Gene Simmons entregaba una entrevista en la transmisión oficial. En un momento, el periodista le pregunta si alguna vez el arnés que históricamente utiliza para “volar” por el aire en medio de la canción “God of Thunder” había fallado. El bajista le responde que no, y que espera que esa noche no sea la excepción.

Pocos minutos después Kiss sale escena y Simmons saluda en español, aunque confunde Buenos Aires con Santiago de Chile. Presagio de un show con pequeños desajustes: después del conocido truco a través del cual escupe sangre, The Demon intenta columpiarse para llegar a una plataforma desde la cuál debería cantar “God of Thunder”… pero el arnés falló por primera vez en su historia.

Metallica: del agotamiento físico al regreso con gloria

Mientras transcurría la primera edición del Quilmes Rock (la del 2003), una noticia extrafestival copó la atención musical de Argentina: Metallica anunciaba la suspensión del show que iba a dar a fines de octubre en River mediante un comunicado que acuñó por siempre aquella frase que hablaba de “agotamiento físico y mental”. Entonces no se dijo mucho más al respecto y los fanáticos cobijaban la esperanza de que la fecha se reprogramara para un futuro cercano. Hubo que esperar, sin embargo, siete años.

El regreso, curiosamente, fue en el marco del Quilmes Rock 2010, que en rigor de verdad dispuso toda su logística operativa casi exclusivamente para Metallica, ya el festival duró apenas dos noches y en ambas tocó el grupo junto a Un León D-Mente (el combo entre Gieco y el ex A.N.I.M.A.L. Andrés Giménez). Una faena que quedó en la memoria de muchos y -desde hace unos días- también en un compilado en vivo que la banda subió a Spotify con el registro de todos sus shows en Argentina, incluyendo “Cyanide”, “All nightmare long” y “One” de esa doble presentación de enero de 2010 en River.

 
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