La empresa Gate Gourmet, una multinacional que presta servicios gastronómicos y se encuentra entre las empresas más grandes de su sector, dejó esta semana a 190 trabajadores en la calle. Tras no garantizar las condiciones de higiene y seguridad a sus empleados y luego de dar vacaciones obligatorias, utilizó como excusa al coronavirus para rebajar salarios a los más 800 efectivos y rescindió el contrato a 190 trabajadores. Esto amparándose en el artículo 223 bis de la Ley de Contratos de Trabajo sancionada bajo el menemismo y de la que las empresas sacaron provecho durante todos los gobiernos de turno, incluido como se ve en el de Alberto Fernández.
Esta empresa, que tiene a sus máximas autoridades vinculadas al intendente Alejandro Granados de Ezeiza según anuncian los trabajadores, especuló y presionó a sus 800 empleados con pagarles el 65% del sueldo, incluso por debajo del piso mínimo que pactó la CGT, quien avaló la rebaja de salarios en sectores como la alimentación, comercio, construcción, entre otros.
Si bien la empresa terminó acordando con el sindicato pagar el 75%, quedaron por fuera de este acuerdo 190 trabajadores contratados, quienes no solo quedaron en la calle sin un peso sino que además no pueden cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por figurar como empleados.
Gate Gourmet -denuncian en su página de facebook- "viola las leyes laborales, la seguridad social y la Constitución Nacional, al desconocer el contrato de trabajo de 190 trabajadores y dejarlos literalmente en la intemperie social y económica a ellos y sus familias". Por el momento, las medidas del sindicato de la alimentación queda en lo administrativo, mientras los trabajadores continúan en la incertidumbre.
La Izquierda Diario habló con un trabajador, quien contó que "es una vergüenza como se aprovechan de la crisis sanitaria para dejarnos en la calle. La empresa tiene sus ganancias en dólares y además solicitó un subsidio al gobierno para pagar sueldos de personas a las que ya echó". Por otra parte sostuvo "nosotros tenemos familias que mantener, tenemos que pagar alquileres y el colegio de nuestros hijos, no nos pueden dejar en la calle de esta manera".
La empresa avanza, la burocracia sindical arregla y el gobierno avala
Nada quedó del discurso "antipatronal" que Alberto Fernández pretendía demostrar haciendo demagogia. Tras haber justificado la rebaja de salarios porque las y los trabajadores ahora "gastan menos", anoche, tras anunciar la extensión de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), no emitió una sola palabra acerca de los despidos y rebajas de salarios que empresas como Techint o Gate Gourmet realizan contra sus empleados y empleadas. Mucho menos sobre el impuesto a las grandes fortunas. Ayer, en la zona norte del Gran Buenos aires, los trabajadores de la alimenticia Mondelez tomaron medidas de fuerza tras el arreglo a la baja que realizó la dirigencia sindical del STIAP comandada por Rodolfo Daer. Mientras tanto reciben subsidios multimillonarios, echan a trabajadores y recargan tareas sobre el personal que aún permanece en sus puestos de trabajo, una reforma laboral de hecho que deja en evidencia quiénes son los responsables de que millones de trabajadores sean empujados a la pobreza.
Para frenar estos ataques las y los trabajadores se tienen que organizar
Con los millones que amasa Gate Gourmet, que es considerada la mayor proveedora mundial de servicios de catering, no debería tener ningún problema en mantener los puestos de trabajo, garantizando licencias pagas al 100% en el caso de suspender las tareas de todos los trabajadoras.
A su vez, como ya se planteó en notas anteriores, esta empresa tiene los recursos para cumplir un importante labor social, brindando alimentos a los comedores y hospitales de la zona e incluso contratando más personal para cumplir esta tarea sin hacer demagogia.
Las y los trabajadores de GPS Aeroparque impulsaron la Comisión de Seguridad e Higiene junto trabajadores y trabajadoras de Serza Ezeiza, Serza Aeroparque, Securitas Ezeiza, GPS Ezeiza y LATAM Aeroparque. Organizados y en asamblea, junto a abogados, técnicos y profesionales de la salud que son parte de la Comisión, elaboraron un protocolo para exigirle a la empresa condiciones elementales de seguridad. Así lograron que los empresarios cedan y entreguen los elementos necesarios y en Ezeiza, lograron la reincorporación de Carlos Roa y Ayelén Córdoba quienes habían sido echados por GPS Ezeiza tras reclamar elementos de higiene para atender los vuelos de repatriación. Además, continúan con las denuncias a la desidia patronal tras detectarse un caso de coronavirus en aeroparque, donde aún no se realizan los test masivos. Con este nuevo ataque patronal, con cientos de empresas en el país que se aprovechan de la situación de emergencia sanitaria, es urgente fortalecer la organización discutiendo cómo enfrentar los despidos, suspensiones y rebajas salariales. |