Las industria maquiladora y automotriz es un foco de contagio, una incubadora, una fábrica de brotes comunitarios de coronavirus.
En Baja California, según datos proporcionados por diarios nacionales, hay más de 400 obreros muertos por coronavirus. Se contagiaron en las líneas de producción. Esta cifra es, al menos hasta hoy 17 de mayo, el 10% de los muertos en todo el país. En ciudades como Juárez sindicalistas han denunciado que hay por lo menos 100 muertos por COVID no registrados.
Esto mientras no se realizan tests masivos, lo cual es fundamental para medir la evolución de la pandemia y los contagios. Solo así se podría conocer, antes de reiniciar actividades, si hay infectados asintomáticos en una empresa o localidad y tomar las medidas necesarias para garantizar la salud y la seguridad de los trabajadores y el conjunto de la población. Lejos de eso, el gobierno empuja de forma criminal una reapertura en función de las exigencias que Trump viene formulando desde hace semanas, y de los intereses de los grandes empresarios a quienes sólo les interesan sus ganancias.
En las maquiladoras hay falta de gel antibacterial, falta de jabón de baño, falta de agua, se trabaja en hacinamiento, además hay recortes salariales y despidos. En algunas maquilas usan tubos de PVC y hule cristal para “mantener la sana distancia”, en otras drásticamente fueron clausurados comedores y transporte de personal.
No hay guantes, ni cubrebocas y cuando quieren ir al baño a lavarse las manos se les impide ir. En otras empresas les obligan a firmar su renuncia anticipada. El decreto de la secretaría permite comenzar las labores este lunes 18 de mayo. Es un acuerdo criminal que también tiene el aval de la burocracia sindical de la Central de Trabajadores de México y el Congreso del Trabajo (CTM y CROC).
En el caso de la industria automotriz el gobierno decretó que es “esencial” por lo que deben volver a trabajar el 1 de junio. En Consejo de Salubridad General del país -que incluye a la Secretaria de Salud, a Hugo López-Gatell y al presidente Andrés Manuel López Obrador- se reitera la subordinación de la 4 Transformación a la política de Donald Trump que presionó a la reactivación de estas dos industrias. Este decreto aumenta la subordinación de la 4 Transformación al imperialismo.
La producción de autos y de sus componentes en la maquila no es esencial en medio de la pandemia de coronavirus. Esta política de desconfinamiento pone en riesgo la vida de las y los trabajadores en México.
A la par el gobierno de México por decretó dio luz verde a la militarización del país. El ejército podría hasta 2024 seguir en las calles realizando actividades de “seguridad pública” con lo que se espera una respuesta represiva a la lucha obrera que ya está gestándose desesperadamente en las fábricas.
Desde el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas exigimos que no se reanuden labores en la industria maquiladora y automotriz, así como de toda la industria no esencial, exigimos que se paguen salarios al 100% con licencia para el confinamiento para los maquiladores y automotrices así como la prohibición de los despidos que se están desarrollando bajo pretexto del coronavirus. A la par, exigimos la realización de tests o pruebas de detección masivas antes de cualquier reanudación de labores, como una medida elemental para conocer la dinámica del covid-19 en la región y tomar las medidas sanitarias correspondientes.
Toda empresa que viole las medidas que planteamos antes, debe ser expropiada bajo control obrero, sin indemnización, y debe discutirse en asambleas obreras la posible reconversión industrial para la producción de insumos médicos para enfrentar la pandemia de coronavirus. | 
