Este martes la junta de accionistas de LATAM hizo públicas las resoluciones de la empresa sobre el cómo van a continuar actuando luego de acogerse al capítulo 11 en la Corte de Quiebra de EEUU, se trata de una negociación con sus acreedores que ha resultado en un plan de reestructuración de la empresa, Ignacio Cueto explicó al directorio :“Hoy en día, la compañía necesita protección de sus acreedores y otras partes interesadas, que se refleje en una suspensión temporal de ejecución, al mismo tiempo que poder continuar operando con sus principales activos, proveedores, partes financistas, reguladores y trabajadores, mientras estructura una reorganización vinculante para ser viable financieramente en un escenario post pandemia”.
La empresa mantiene sus vuelos en un 4% y ha sido golpeada por los juegos comerciales, este martes su valor bursátil bajo un 36%, se fue a pique en comparación al valor que tenía el 2012, donde costaba US$ 12.450 millones, mientras hoy su valor es de US$ 961 millones.
Por estas razones la empresa se ha acogido a la legislación estadounidense entregándose al sostén del imperialismo para hacer vivir a la empresa en los marcos de un mercado mundial y aeronáutico más precisamente en crisis.
Cabe destacar que la mayoría de los accionistas y acreedores del país norteamericano, además de contar con mayor espacio legal para entregar los planes de reestructuración, configurando las razones por la cual acudieron a la legislación de EE.UU.
Este proceso que tiene muy buena aceptación entre los empresarios tiene beneficios en el juego para los mayores accionistas. En primer lugar mientras la empresa esté bajo la protección legal, el pago de deudas queda momentáneamente suspendido, mientras que sus principales financistas podrán adquirir acciones en la firma.
Por otro lado se abre la posibilidad de reducir entre un 40% y 50% las deudas de la firma, en este sentido LATAM espera reducir la deuda, entre US$10 mil millones a US$6.000 millones de sus pasivos totales. El truco aquí es que los acreedores podrán convertir las deudas en acciones en la empresa, por eso se debe idear un plan de reestructuración, para dar espacio a los nuevos dueños.
La caja con la que cuenta la empresa es de US$1.350 millones, sin embargo han recibido fondos de sus principales accionistas, recientemente los Cueto que poseen más del 20% de la firma, donaron US$600 millones a través del mecanismo Deudor en Posesión ( DIP, Debtor in Possession). Bajo el mismo mecanismo los dueños brasileños del grupo Amara donaron US$300 millones.
Estas sumas, aunque cuantiosas, siguen estando por debajo de lo que necesita la empresa para rendir cuentas. Es por esto que pretenden buscar la aceptación de la reestructuración entre los accionistas de otros países como Brasil, Perú y Colombia, pero su carta más segura por ahora es la inyección de recursos por parte del estado chileno, quien está próximo a dar luz verde a este rescate.
En este proceso se habla de reducir LATAM en un 30%, junto con un plan de recuperación que tomaría alrededor de 19 años.
En este plan de reestructuración - donde se prevé un nuevo directorio de dueños- tiene como principales beneficiarios a los mayores dueños, que son quienes han inyectado recursos que podrán convertir en acciones y que hoy poseen la mayoría de la empresa, aquí nuevamente estamos hablando de los Cueto, aunque aún se desconoce si el resto de accionistas aprobará este plan y donará fondos a la firma.
La jugada de la familia Cueto
Lo que salta a la vista de este plan son dos cosas, primero lo que tenemos enfrente es un plan que orquesta la mantención de las ganancias de los principales accionistas, es decir la familia Cueto, entregándoles la opción de ser dueños de un porcentaje mayor de la empresa por medio de las donaciones y entregándoles mayor control sobre el pago de las deudas, al volverse prioridad la relación con los acreedores, volviéndose un negocio redondo para evitar la pérdida de ganancias de los grupos más poderosos.
Pero este plan nada dice de los 1400 trabajadores despedidos, tampoco de los 450 que se sumaron la semana pasada y sabemos que la reducción del 30% de la empresa va a implicar más despidos, arrojando al hambre a miles de familias en medio de la pandemia. Es decir mientras los empresarios juegan a un falso recambio de dueños, los mismos juegan a la ruleta rusa con la vida de los trabajadores, con la vida de quienes generan las ganancias que los tienen entre los principales grupos económicos a nivel internacional.
Y aún mas, con las nuevas restructuraciones, para los que queden, se pueden venir peores condiciones, mas cargas de trabajo, la presión de la cesantía, etc.
Ahora el gobierno y sectores de la oposición, e incluso el PC, han dado su apruebo a la ayuda para los empresarios de la aerolínea, que es básicamente otra inyección de recursos. Todo esto mientras el hambre a causa de los despidos aumentan y Sebastián Piñera reduce el problema a cajas de alimentación totalmente insuficiente, cuando el problema de fondo es que tenemos más de un millón de familias sin salario.
¿Aun así el rescate es para los empresarios?
Esa es la cruda de la realidad, las familias hacen malabares para sobrevivir mientras los empresarios hablan de “que lo han perdido todo” - como dijo un accionista a La Tercera- mientras siguen manteniendo sus fortunas y todo su estilo de vida intacto.
Lo cierto es que si habláramos de una reestructuración de la economía acorde a las necesidades de las mayorías en medio de la pandemia, no cabría pensar en este plan, pues la parte vital de las aerolíneas y sus servicios asociados no son sus accionistas, son sus trabajadores, los que hacen funcionar toda la maquinaria en el embarque, en los vuelos y la gestión de los pasajes, pero en realidad el único interés de los empresarios es sostener la rentabilidad de la empresa, en relación a sus intereses, es decir por sobre el funcionamiento, su preocupación está en generar más ganancias, y ya sabemos que los únicos que crean riquezas son sus trabajadores.
La única salida a este problema, no es la reestructuración, ni la división de utilidades, ni los tribunales imperialistas, esa es la salida empresarial a la que el gobierno hace guiños mientras la oposición no plantea ningún tipo de resistencia.
Si la maquinaria de LATAM puede funcionar sin sus rapaces dueños y accionistas, queda de cajón plantear la expropiación de la empresa bajo control de sus trabajadores, sin ningún pago a sus dueños. así se podrán prestar servicios en base a quien necesite y quien trabaje, donde los trabajadores decidan sus sueldos y la distribución de las ganancias, en base a un plan de emergencia frente a la pandemia.
Es por eso que la lucha de los trabajadores despedidos de LATAM es todo un ejemplo, es el grito de las 290 familias que no tendrán cómo sostenerse. En medio del silencio de la CUT. Aunque también es un cuestionamiento a las ganancias capitalistas al hacer la pregunta “¿No hay otra forma?”, una que no implique arrojar a miles a la calle, para sostener los bolsillos de unos pocos y una que se ponga a disposición de las necesidades de las mayorías frente a esta crisis sanitaria y económica.
|