En medio de la pandemia, la multinacional Oxbow-Copetro sigue emanando el hollín cancerígeno que produce el carbón de coque. Mientras sus directivos se excusan y santifican las emanaciones como si fueran material inocuo, la OPDS (ente regulador de estas empresas contaminantes) y la Secretaría de Medioambiente de Ensenada hacen oídos sordos ante las denuncias de los vecinos. Mientras, la organización sigue en pie por el derecho a un ambiente limpio.
La empresa instalada en Ensenada emana partículas de carbón desde hace años, éstas son altamente perjudiciales para el sistema respiratorio y por ende un agravante para quienes son factor de riesgo en medio de la pandemia del Coronavirus. Pero también es un riesgo para los trabajadores de la planta: ya fueron confirmados dos casos de Covid-19, sin embargo fueron obligados a continuar trabajando sin las medidas de protección mínimas recomendadas.
Mientras, la municipalidad de Ensenada se desliga de estos casos, aduce que los trabajadores pertenecen a otra localidad. Es urgente que los gremios exijan a las empresas la compra de test para poder realizarle las pruebas a todos los trabajadores de las fábricas afectadas en el polo petroquímico, que se actualicen los protocolos y que se creen comisiones de seguridad de higiene para que se aseguren las condiciones de salubridad.
En este marco de complejidad, los vecinos organizados en la Asamblea votaron una concentración, respetando el distanciamiento social, para el viernes 29 en la puerta del palacio municipal de Ensenada a las 12 horas. Exigen que el municipio conducido por Mario Secco, que previamente los rechazó argumentando no tener jurisdicción sobre la planta, tome una posición ante la situación que atraviesan los vecinos hace años y que se agrava en el marco de la pandemia. |