Recibimos la denuncia de que un trabajador que presta servicio en la planta de Tigre fue obligado a trabajar a pesar de que su madre tiene coronavirus. Ningún empleado fue testeado todavía. La empresa es líder en GNC pero lejos está de serlo en higiene y seguridad.

Un gran revuelo hay en la planta ubicada en Tigre. Trabajadores y sus familiares alertaron sobre el caso de un empleado que el viernes último fue obligado a cumplir sus tareas con normalidad después de haber alertado al vicepresidente de la empresa que su madre estaba internada con todos los síntomas de COVID-19 a la espera de los resultado del hisopado. Pocas horas después se confirmó que la mujer dio positivo. Para esto el trabajador ya había terminado su jornada laboral.

Los operarios piden que se tomen todas las medidas de precaución necesarias, que se desinfecte la planta y que testeen a todos. Hasta ahora el Estado ni siquiera hisopó al trabajador que tuvo contacto estrecho con su madre infectada.

En su fanpage, Agira pide que “viralicemos la responsabilidad” ante la pandemia, pero no se hace nada por la vida de sus trabajadores.

Para los gobiernos y las patronales, los trabajadores siempre son un gasto. Una vez más los empresarios pusieron la producción por encima de la salud de los trabajadores, aunque eso pueda costar la vida.

Es más fácil ser empresario y lograr un subsidio millonario, que ser trabajador y que te hagan un test.

Ahora más que nunca hay que pelear por comisiones de higiene y seguridad en todos los lugares de trabajo integradas por profesionales y trabajadores . Estos últimos, organizados, son los únicos que pueden ponerle un freno a los atropellos de las patronales que están amparadas por los gobiernos de turno.