Las enormes ganancias de empresas como Telecom y Movistar, cuánto aumentaron las tarifas y cuánta plata fugaron del país. Fragmento del programa Mundo Obrero del 28 de mayo, donde hablaron con Ana Goussies, delegada de Foetra en Movistar.

Ana Goussies, de la Agrupación Violeta, cuenta que, durante el aislamiento social, se triplicaron los consumos de datos móviles y voz, aumentando enormemente las ganancias multimillonarias que ya desde antes tenían las grandes empresas de telecomunicaciones, como Telecom (controlada principalmente por el Grupo Clarín y que cuenta con Cablevisión/Fibertel y Personal), Telefónica (hoy Movistar) y Claro (del Grupo América Móvil).

Telefónica/Movistar, en el primer trimestre del 2020, ganó 460 millones de euros y Telecom 2641 millones de pesos (un 40% más que en el mismo período del 2019).
A su vez, destaca que ambas empresas están dentro de las que más fugaron del país, encontrándose Telefónica en el primer lugar con más de mil millones de dólares fugados y en el octavo puesto Telecom. Por otra parte, Hector Magnetto, del Grupo Clarín, figura en el puesto 25 entre los más ricos del país en el ranking de la revista Forbes y Carlos Slim, del Grupo América Móvil (Claro), se encuentra en el puesto 12 entre los más ricos del mundo.

Como si esto fuera poco, las telecomunicaciones fueron el segundo rubro que más aumentó en el mes de abril (un 8,3%). Recién después de este aumento, el gobierno acordó con las empresas el congelamiento de tarifas sólo hasta el 31 de agosto, muy poco tiempo teniendo en cuenta que en el último período anual (de abril de 2019 a abril de 2020) aumentaron un 60,4%.

La reflexión que nos deja es: ¿no deberían estos empresarios multimillonarios pagar un impuesto a las grandes fortunas? Con este impuesto se podría pagar un salario de cuarentena de 30 mil pesos para todos aquellos que se quedaron sin trabajo o no están cobrando su salario, o urbanizar los barrios populares, que por ejemplo hoy, están sin acceso al agua y con contagios masivos, por solo nombrar algunas de las cuestiones que se podrían resolver con un impuesto a las grandes fortunas a empresarios como los Magnetto.

No sólo que no se les exige, sino que, por ejemplo, el Grupo Clarín fue uno de los que corrió a pedir ayuda estatal para poder pagar los salarios. En el final del bloque, Ana pregunta: “¿quién puede creer que estos grupos económicos, con lo que acabamos de ver, no puedan pagar los sueldos?”.