Foto: La Gaceta
La educación en los tiempos de pandemia y el desfinaciamiento del Estado
Para docentes con cargo se les abonó $210 por cargo y a los profesores de educación secundaria $14 por hora para (en teoría) hacer frente al material didáctico necesitado en el dictado de clases. Muchxs al recibir el depósito sintieron indignacion o lo tomaron como una burla por lo miserable de la suma, la cual ya no alcanzaba en momentos anteriores a la pandemia, ahora menos. Desde el inicio de la cuarentena el gobierno no ha dado una sola instancia de mesa de negociación paritaria para poder debatir las condiciones laborales y salariales de miles de trabajadores y trabajadores de la educación. Los principales afectados por esto han sido los docentes suplentes tras tener la baja de horas y ninguna instancia para presentarse a llamados por nuevas o como los celadores al no poder realizar contra turno y tener salarios de miseria cercanos a los $ 20.000.
La educación "virtual" (ficcionada) a pesar del enorme esfuerzo, voluntad y creatividad de docentes y familias de los estudiantes ha puesto sobre la mesa las condiciones de desigualdad social y precarización laboral. El cansancio y estrés son evidentes y tienen causa: el sobre trabajo respondiendo whattsapp o mails o distintas plataformas a cualquier hora del día y noche de padres y estudiantes, conexiones de internet que no dan abasto o paquetes de datos carísimos por vivir en zonas donde no llega el servicio de internet, netbooks y celulares colapsados por la cantidad de chats, fotos, videos, audios o documentos. Situación que recae aún más en las mujeres.
La nueva modalidad puesta en marcha durante la cuarentena es sostenida por miles de docentes y directivos que no sólo hacen frente a la nueva modalidad de enseñanza sino también conocen de cerca las condiciones en que vivien sus alumnos. Frente a este estado de situación el gobierno nacional como provincial dejan a la deriva a toda la comunidad educativa, o dan paleativos, como la IFE, que no llega a todos los que la necesitan y resulta insuficiente.
Para poder hacer frente a la crisis social, sanitaria y económica los $210 o los $14 por hora no alcanzan para afrontar las mínimas demandas de las enseñanza en tiempos de pandemia. Pero si se puede comprar una platicola y 3 biromes, listo. No alcanza ni para una tarjeta de memoria y menos para pagar los paquetes de datos y así seguir dando clase. Todo eso sale del flaco bolsillo de lxs trabajadorxs.
Lo que se necesita con urgencia es la distribución de alimentos en cantidad y de calidad para todas las familias de lxs estudiantes que lo necesiten, becas y datos o Wi Fi para acceso a las clases para todos, dispositivos móviles para todos estudiantes y docentes, distribución de libros y materiales impresos, disponibilidad de espacios de radio y TV. El gobierno nos deposita como una burla $210 mientras le sigue garantizando millonarias y extraordinarias ganancias a las empresas telefónicas y distribuidoras de internet.
Planteamos que el llamado a mesa paritaria para hacer frente a la situación de precariedad laboral del sector es urgente. Hay que debatir un aumento para todos ante la inflación, con salario de emergencia para suplentes y reemplazantes de $30.000, que se terminen con las bajas en cuarentena y realicen los llamados virtuales a suplencias para cubrir los cargos vacantes, tener derecho a la desconexión, contra la precarización laboral que quieren imponer poder contestar email, WhatsApp, mensajes sólo durante el horario laboral es una primera instancia, basta del ataque constante e invisibilizacion del trabajo docente por parte del gobierno. |