Los obreros de Gotan, junto con los trabajadores de Ansabo, Penta, Coca-Cola, Shell, aeronáuticos y la Red de Precarizadxs, como parte de la Coordinadora de Trabajadores en Lucha de Zona Sur (Gran Buenos Aires), comenzaron la acción desde temprano en el triangulo de Bernal donde se llevó a cabo la jornada de lucha contra el hambre. Luego fueron hasta Villa Azul (Quilmes-Avellaneda) a llevar alimentos, ropa y productos para la higiene.
Esta demostración de solidaridad de clase no es un hecho aislado. Ya desde el inicio de la pandemia pusieron sus conocimientos al servicio de enfrentar las consecuencias del virus y reclaman al Municipio que se los reconozca como cooperativa y se les brinde la posibilidad de seguir trabajando.
El 29 mayo hicieron una gran olla popular en la planta que sirvió como puntapié para difundir su conflicto laboral y brindar un plato de comida caliente a los trabajadores y vecinos de la zona. Además efectuaron la donación de dispensers a pedal de solución sanitizante en el Hospital Oñativia en Almirante Brown y el Gandulfo en Lomas de Zamora.
Estos hechos son una declaración a la sociedad: a pesar de las circunstancias ellos quieren mantener su fuente de trabajo, y si es necesario reorientar la producción en función de las necesidades sociales más acuciantes, ideas ingeniosas no les faltan.
En el mes de septiembre el empresario Lamberti cerró esta fábrica dejando a los trabajadores en la calle. Este personaje que tuvo fuertes vínculos con el gobierno anterior, ha sido director de Parques Industriales dentro del Ministerio de Producción.
Los trabajadores de Gotan han producido para grandes firmas no solo del ámbito privado, sino de los servicios y entidades públicas. Como muestra de su rol guardan ejemplos como los asientos para las estaciones del Ferrocarril Roca, donde viajan más de medio millones de personas por día, además han elaborado mobiliario para las plazas y espacios verdes del distrito. Es injustificable que quieran cerrar una planta que ofrece estos servicios.
El trasfondo de este conflicto es realmente crítico y conlleva un desafío para quien pelee por mantener la fuente de trabajo. Según estudios, las cien principales empresas del país han declarado que frente a esta recesión económica, un tercio de ellas planea realizar despidos.
Entre las empresas chicas y medianas esto es más acuciante aún, con un total de 600.000 firmas que concentran el 70 % del empleo formal e informal, entre las pymes ha habido enormes casos de impunidad patronal donde los cierres son a gusto y piacere de los intereses del dueño y no de las familias obreras que pelean por su plato de comida; en particular la industria metalúrgica ha estado en la mira sufriendo, desde la era Macri a esta parte, más de 70.000 despidos. En Almirante Brown tenemos casos testigos del parque industrial de Burzaco como son el cierre de Stockl y Ran Bat.
Ante este escenario catastrófico para la industria y nuestros puestos de trabajo hay que reivindicar las experiencias de los trabajadores de Zanon, Madygraf a la cual se sumaron Ansabo. No solo han mostrado que si la patronal no quiere producir, son los trabajadores quienes pueden tomarla en sus manos sino que se han rodeado de solidaridad reorientando la producción hacia las necesidades más acuciantes.
A la par de que avanzan en la coordinación de sus luchas, exigen ser contemplados en el plan de ATP en carácter de cobertura de sueldos; vemos como grandes empresas multinacionales como Volkswagen contaron con este beneficio, como si situación económica fuese crítica. Este es parte de un plan de conjunto por exigir la estatización bajo control obrero de las mismas.
En estos momentos donde vemos con preocupación el destino de los puestos de trabajo, un escenario de recesión económica y pronósticos de una escalada en los despidos por parte de los empresarios, que nuevamente van a querer que la crisis recaiga sobre nuestras espaldas, las iniciativas que han tomado los trabajadores de Gotan pueden ser el puntapié de marcar un camino superador ante la crisis que se avecina, porque si ante empresarios vaciadores surgen obreros dispuestos a tomar las riendas de la producción para satisfacer las necesidades de la comunidad estamos ante una gran alternativa.
Ante un distrito como Almirante Brown con medio millón de habitantes donde hay un cúmulo de necesidades insatisfechas, los trabajadores de Gotan ofrecen humildemente sus manos e ingenio para ponerse a producir lo que sea necesario.
Contamos con dos hospitales públicos al que se le sumaron varias unidades primarias para paliar la pandemia; contamos con carencias en la urbanización, falta de cloacas, agua potable, obras que han demorado o han sido interrumpidas, necesitamos extender y amueblar los espacios verdes. Hace falta un verdadero plan de obras públicas, un convenio entre el Estado y los trabajadores de empresa como Gotan, para producir lo que sea necesario para mejorar la calidad de vida de los habitantes del distrito y garantizar la fuente de trabajo. Este es el camino más real ante la negligencia patronal que en su haber cuenta con cierres y despidos. Los trabajadores de Gotan pueden marcar el camino. |