A diez días de la crisis destapada en el barrio San Jorge de la ciudad de Don Torcuato (partido de Tigre) ya hay 128 casos confirmados de Covid-19 de un total de 264 hisopados.
Vecinas y vecinos del barrio denuncian ante La Izquierda Diario que “muchos de los positivos tenían que mentir con los síntomas porque se negaban a hacerles el test”. El Municipio gobernado por el Julio Zamora del Frente de Todos es el ejemplo de la propaganda vacía de asistencia real y a tiempo.
Desde el interior del barrio aislado remarcan a este medio la “necesidad de artículos de limpieza y de higiene personal” y denuncian que (al menos al momento de la publicación de este artículo) “no hay agua” ya que se están haciendo trabajos de limpieza del único tanque que abastece el lugar. “Son cosas que no se hacían acá”, remarca una vecina.
Además denuncian la falta de asistencia en el primer momento de la crisis: “al principio fue muy traumático porque no llegaba la ayuda ni venía nadie; recién cuando salió a la luz la situación se acercaron. Costó mucho el hecho de que vinieran los de Sanidad”.
La preocupación recorre el barrio. “Los de Sanidad van a estar hasta mañana (por este viernes) pero los casos siguen dando positivos. Es un barrio chico” y se suma a la triste noticia que recorrió los medios sobre “una fallecida en el barrio, Elsa Ríos. Estamos muy doloridos por su pérdida. Ella tenía en la palabra y la sangre la solidaridad. Una mujer que hizo mucho por el barrio”.
Desde el gobierno provincial de Axel Kicillof no se ha implementado aún un plan provincial que contemple las zonas más carenciadas del conurbano, que logren frenar la crisis y no intervenir una vez expandida entre los habitantes. Eso se comprobó claramente en los casos ya conocidos de Villa Azul (Quilmes-Avellaneda) y José Luis Cabezas (Berisso-Ensenada).
Mientras tanto el ministro de Seguridad Sergio Berni recorre los barrios armado y en clara actitud temeraria como “respuesta” directa del Estado a la crisis sanitaria.
La crisis en los barrios precarios, villas y lugares de emergencia se agrava cada vez más. La falta de políticas públicas pone en riesgo a miles de personas, ya que los testeos son limitados y no es hasta que hay varios casos sintomáticos que se comienzan los protocolos de emergencia sanitaria.
La necesidad de testeos masivos, presupuesto de emergencia en base a un Impuesto a las grandes fortunas y asistencia sanitaria completa, son imperiosas para salvar la vida de hombres, mujeres, hijas e hijos de la clase trabajadora. |