Presentamos a continuación un artículo de tribuna abierta publicado originalmente en inglés en el sitio Left Voice, parte de la red internacional La Izquierda Diario
Una ola de lucha obrera militante está barriendo a los Estados Unidos, con más de 800 huelgas, paros y otras acciones desde comienzos de marzo. Esta oleada está siendo impulsada por dos elementos: el apoyo al levantamiento contra la policía y el temor a ser forzados a trabajar entre el miedo a la infección y la muerte.
En las últimas semanas, los socialistas discutieron bastante respecto al rol de los sindicatos en esta lucha, y con razón. Los trabajadores organizados están jugando un rol clave en los levantamientos contra la policía. Conductores de autobuses se niegan a transportar a los manifestantes arrestados en varias ciudades, y en dos ocasiones distintas trabajadores portuarios sindicalizados cerraron puertos de todo el país en mini-huelgas para declararse en solidaridad con la lucha contra la policía. Todo esto demuestra cuán importante es para los socialistas trabajar dentro de los sindicatos para empujar a una mayor cantidad de ellos hacia la lucha contra la policía, con más huelgas solidarias, por ejemplo, y para expulsar a la policía de los sindicatos.
Pero por importantes que sean los sindicatos, son solo una parte de la foto. La gran mayoría de estas acciones las realizaron trabajadores no sindicalizados. Esto plantea una importante pregunta: ¿Qué pueden hacer los socialistas revolucionarios para construir y canalizar la lucha obrera más allá de los límites de los sindicatos existentes?
Una posibilidad clave es agitar tan masivamente como podamos por la construcción de comité en los lugares de trabajo de todos aquellos que son forzados a volver a sus trabajos durante la pandemia, más allá si son o no sindicalizados. Estos comités podrían ser armas no solo en la lucha por la salubridad laboral, sino también para construir el poder obrero organizado que pueda sabotear y realizar huelgas en más lugares de trabajo con el fin de profundizar y extender la lucha de clases y el levantamiento contra la policía.
Pero tan importante como esto es agitar por asambleas por ciudades. Las asambleas podrían ser el lugar donde el levantamiento en las calles pueda fortalecer y aumentar las conexiones entre las luchas de militantes y afiliados sindicales así como también de los trabajadores no sindicalizados que ocurran en las ciudades.
Los sindicatos en el levantamiento
Los sindicatos están jugando un rol clave en el levantamiento actual. En sus primeros días, un conductor de autobuses sindicalizado organizó a sus compañeros para negarse a colaborar con la policía en el traslado de manifestantes arrestados a las cárceles. Esta táctica rápidamente se extendió más allá de Minneapolis a San Francisco, Pittsburgh, Washington DC, Nueva York, Chicago y otras ciudades. Mientras tanto, el presidente internacional de la Amalgamated Transport Union (Asociación de Sindicatos de Transporte - NdelT) emitió un comunicado apoyando la medida.
Los conductores de autobuses no están solos. Los docentes de Minneapolis rápidamente se sumaron al levantamiento contra la policía. En cuestión de días el sindicato docente local comenzó a presionar al distrito escolar para que corte sus vínculos financiero con la policía. El 9 de junio trabajadores portuarios en todo el país realizaron un huelga rápida por 8 minutos y 46 segundos, el plazo de tiempo que el policía asesino Derek Chauvin estuvo arrodillado sobre el cuello de George Floyd. Y el 19 de junio los trabajadores portuarios mostraron nuevamente su solidaridad al suspender todo el trabajo portuario en la Costa Oeste como parte del día de movilizaciones.
Estos movimientos de las bases han sido cruciales en empujar a los sindicatos para unirse al levantamiento. La burocracia sindical es por lo general reformista, cuando no abiertamente reaccionaria. Por ejemplo, el presidente de la AFL-CIO (la central obrera más grande del país) rechaza la idea de expulsar a los policías. En otras palabras, defiende a exactamente la misma gente que asesina y aterroriza a las comunidades negras y latinas además de romper huelgas para proteger el poder de la clase dominante. Y los burócratas dirigentes de otros sindicatos están haciendo poco más que declaraciones formales. El Service Employees International Union (SEIU, Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, NdelT), por ejemplo, emitió una resolución apoyando al movimiento Black Lives Matter pero convenientemente no mencionó que cuenta entre sus afiliados a sindicatos policiales. El presidente del SEIU dio una entrevista donde planteó vagamente que expulsar a la policía de los sindicatos podría ser “una opción a ser considerada” mientras se mantuvo en silencio respecto a la abolición de la policía.
Cuando los conductores de autobuses pelearon para no ayudar a la policía a transportar prisioneros no fue por que los haya impulsado un burócrata sindical. Comenzó con un conductor de base que hizo una campaña desde abajo la cual empujó al sindicato a tomar acciones más radicales. El Sindicato Docente de Chicago, uno de los sindicatos docentes más militantes y activista en la memoria reciente está movilizándose para expulsar a la policía de las escuelas, yendo mucho más lejos que el tibio “apoyo” al levantamiento sostenido desde el sindicato nacional, la American Federation of Teachers. Siguiendo esa línea, los “Docentes Unidos de Los Angeles” votaron recientemente exigir la disolución del departamento policial abocado a las escuelas públicas de Los Ángeles.
Viendo este poder, muchos socialistas señalan correctamente la importancia de dar la lucha dentro de los sindicatos para apoyar el levantamiento. Es crucial que los socialistas ayuden a construir el poder de las bases que será necesario para realizar mas acciones sin apoyo de las conducciones sindicales en nuestros lugares de trabajo, para empujar a más sindicatos a las calles en las marchas y movilizaciones, y para forzar a los dirigentes sindicales a tomar acciones serias y comprometidas, como expulsar a la policía de nuestras organizaciones.
Una oleada de lucha que excede a los sindicatos
Sin embargo, la estrategia socialista debe tener en cuenta el disminuido alcance de los sindicatos. Nacionalmente solo el 10,3% de la fuerza laboral se encuentra sindicalizada, el número más bajo en la historia registrada. Esto se descompone en un 33,6% de los trabajadores públicos (pero incluye a la policía altamente sindicalizada) y un diminuto 6,2% en el sector privado, mucho más grande que el público. En algunas de las principales ciudades sacudidas por los levantamientos estos números son un poco mejores.
Sumado a esto, los y las trabajadoras más explotados rara vez se encuentran organizados. Este tipo de trabajadores tienden a movilizarse para la lucha en oleadas durante momentos de luchas de masas. Vemos esta misma dinámica en juego hoy en día, desde que la pandemia golpeó a los Estados Unidos, en las históricas huelgas de los trabajadores de Amazon, Instacart, McDonald’s y también entre los trabajadores agrícolas.
De hecho, el sitio Payday Report ha registrado hasta ahora 800 abandonos de trabajos, huelgas y otras disrupciones laborales alrededor del país, incluyendo una huelga de masas en Seattle, desde tan solo el 1° de marzo.
Este registro muestra que hay una ola de lucha obrera militante ocurriendo en este momento. Y muestra que esta oleada está siendo impulsada por dos factores: las preocupaciones respecto a los cuidados contra el COVID-19 y el apoyo al levantamiento contra la policía.
Pero también, la oleada se está acelerando. Entre el 1° de Marzo y finales de Mayo, hubo 260 acciones en lugares de trabajo reportadas. Esto significa que más de 500, o la amplia mayoría, ocurrió en las últimas tres semanas, empujadas sobretodo por el apoyo al levantamiento anti-policial. Y la enorme mayoría de estas acciones son en lugares de trabajo no sindicalizado, organizados especialmente por trabajadores de restaurantes y comercios, de los depósitos, trabajadores agrícolas, de las fábricas empaquetadoras de carne y los camioneros.
Todo esto significa que estamos presenciando una situación donde, rápidamente, grandes secciones de la clase trabajadora se están radicalizando. Al mismo tiempo, estas luchas parecen ser en su mayoría espontáneas. Algunas, como las de Amazon e Instacart, han creado infraestructuras para auto-organizarse. Pero la mayoría se encuentran desconectadas entre sí y sin una estrategia para desarrollar la oleada de lucha tan lejos como sea posible en coordinación con el levantamiento anti-policial.
Como socialistas, es urgente la necesidad de idear estrategias que permitan profundizar y extender este resurgir de la lucha de clases que está sucediendo más allá de los sindicatos y ayudar a conectarlas al levantamiento más amplio.
Comités en los lugares de trabajadores y asambleas masivas en todos lados
Una de las posibilidades claves es agitar, donde sea y cuando sea que podamos, por la creación de comités obreros de los y las trabajadoras siendo forzados a regresar al trabajo durante la pandemia, sin importar si hay o no sindicatos involucrados.
Estos comités de trabajadores desde las bases puede construir el poder para ir a huelga y para parar la producción, ya sea por medidas de seguridad durante la pandemia o en apoyo al levantamiento. Y pueden ser la manera de coordinar a nuevos sectores de la clase trabajadora para unirse a las movilizaciones y peleas en las calles.
El hecho de que haya una oleada de luchas obreras y huelgas en este momento significa que versiones de estos comités ya se están formando en todo el país. “Amazonians Unidos” es uno de los más importantes ejemplos recientes. Lograron crear comités dentro de los edificios de Amazon y los coordinaron entre ellos para lograr una huelga nacional. Un objetivo central para los socialistas debería ser señalar la importancia crucial de los comités y difundir su necesidad tan ampliamente como sea posible para aportar en su más amplia expansión.
Pero tan importante como eso es agitar donde sea y cuando sea que podamos por la creación de asambleas de masas como las que están emergiendo en Minneapolis y en Seattle. Estas asambleas masivas pueden ser cruciales para unificar, conectar y coordinar las luchas de los manifestantes, los militantes sindicales y los trabajadores no sindicalizados sueltos.
De esta manera, las asambleas locales pueden ser un experimento a pequeña escala en el camino a construir un frente único de los trabajadores y las organizaciones antirracistas. Pueden servir como espacios donde los socialistas revolucionarios discutan que la lucha por la salud de los trabajadores y la lucha contra la policía deben ser partes de una misma lucha contra la clase capitalista dominante que desea mantener su poder y ganancias a cualquier costo. Y en esos tipos de asamblea, los socialistas pueden apoyar y defender las posiciones más radicales que emergen de los levantamientos, tales como expulsar a la policía de los sindicatos, la abolición total de la policía y la toma de los lugares de trabajo bajo control obrero.
Las asambleas de masas serían espacios fundamentales para que los socialistas contrarrestamos Partido Demócrata que intenta desesperadamente domesticar y canalizar el levantamiento, llamando en cambio a la creación de nuestro propio partido independiente y revolucionario que ligue la lucha de los trabajadores y los oprimidos.
Traducción: Matías Yer |