En el marco de la reforma de educación que plantea el gobierno de Unidas Podemos y el PSOE, el Consejo de Ministros de este martes aprobó una serie de Reales Decretos, dando a conocer una nueva cualificación profesional: Servicio de entrega y recogida a domicilio.
Tal y como se recoge en la página del Ministerio, esta formación “desarrolla la competencia de distribuir y recoger productos a domicilio, atendiendo al destinatario y ofreciendo un servicio de calidad cumpliendo la normativa aplicable de protección de datos, riesgos laborales, normas internas de las organizaciones, además de las establecidas por los productos a distribuir.” Así, se oficializa académicamente uno de los trabajos más duros y precarios de la actualidad: el rider.
Irónicamente, la nueva cualificación incluye el cumplimiento de la normativa de “riesgos laborales” cuando las denuncias por parte de los trabajadores acerca de las condiciones de trabajo destacan la inseguridad del mismo. En este sentido, la plataforma RidersXDerechos no ha tardado en mostrar su malestar. Desde Izquierda Diario hemos podido hablar con un miembro de la plataforma RidersXDerechos y esto era lo que nos decía.
“¿Cómo vas a formar en prevención de riesgos laborales sabiendo que estas empresas, reconocido por el propio Estado en la inspección de trabajo, no están cumpliendo? Es absurdo hacer una formación o titulación sin antes garantizar los derechos que se están vulnerando en nuestro sector. Por lo tanto, entendemos que se está haciendo al revés.”
Y dicen más. En su cuenta de Twitter denuncian la realidad a la que se enfrentan, cosa totalmente ausente en la presentación de la nueva cualificación.
En medio de la lucha de este colectivo, el gobierno más de “izquierdas” de la historia de la democracia ha decidido crear una titulación de trabajo precario antes que resolver la explotación y vulneración de derechos que denuncian quienes trabajan actualmente en el sector.
Plan Estratégico y FFP: Formación Profesional para Precarios
Este nuevo título va en la línea del plan del Ministerio de Educación y FP que pretende llevar acabo un “proceso de modernización del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales para dar respuesta a través de la Formación Profesional a las necesidades formativas del mercado laboral”. Este no es un proyecto específico para la FP, sino que va en consonancia con la idea del ministro Castells de adaptar los estudios universitarios a las demandas de las empresas, una visión continuadora del espíritu propio de los anteriores gobiernos del PP.
La titulación forma parte del Plan Estratégico de FP aprobado el año pasado y pertenece al nivel 1, un escalón dedicado a las personas que no han terminado la ESO, pero que desean seguir con su formación.
“Se intenta vender esta formación como si los riders fuéramos analfabetos y no tuviéramos formación alguna, cuando no es verdad. Hay riders con ingenierías, con arquitectura, con todo tipo de formación. No somos analfabetos, somos trabajadores precarios.”– añadía el joven.
De esta manera, el gobierno de coalición aborda el problema del alto nivel de abandono escolar temprano en el Estado Español, la tasa más elevada de la UE en el año 2018. En lugar de resolver los déficits y recortes en educación y atacar frontalmente las desigualdades socioeconómicas que condicionan el abandono escolar, se opta por crear un título que garantice que toda aquella juventud que deja sus estudios prematuramente sea un ejército perfectamente formado para ser los precarios que empresas como Glovo, Uber Eats o Deliveroo necesitan.
Por último, cuando le preguntamos qué les dirían a los jóvenes que se planteen acceder a esta formación, el miembro de la plataforma dejaba este mensaje: “Les diría que luchen y se organicen para mejorar las condiciones del sector y luego planteen entrar en este tipo de formaciones.”
El camino del PSOE y UP es el de mantener el trabajo precario estructural en la juventud y adaptar la educación a este esquema. La opción de los y las jóvenes que aspiramos a un futuro sin explotación laboral debe empezar por la organización y la lucha en los centros de trabajo, junto a nuestros compañeros y compañeras, para hacer frente a los ataques de las empresas siempre protegidas por los gobiernos de turno. |