“Este es un gobierno que está ayudando a lxs trabajadores y a lxs pobres”. “Es distinto al gobierno de Macri, que gobernaba para los empresarios, un gobierno de estafadores que se robaron todo” y “nos dejaron en una crisis enorme y la mitad de los ciudadanos en la pobreza”. Señalan que Alberto hizo cosas: “otorgó el IFE”, son algunos de los diálogos cotidianos que tienen las docentes.
Es evidente que tiene diferencias con el gobierno de CEOs y abiertamente ajustador de Macri, pero veamos un poco con qué promesas asumió Fernández y sus medidas. Es discutible si está ayudando a los trabajadores y a los pobres tal como prometió en la campaña electoral, con el famoso “entre los bancos y los jubilados, elijo los jubilados”. Es cierto que se tomaron medidas de urgencia, pero frente a la enorme crisis resultan totalmente insuficientes. ¿Puede ser un IFE de $ 10.000 un salario que alcance mínimamente para llegar a fin de mes? Desde que se inició la cuarentena, más de 4 millones de trabajadores están afectados por despidos, suspensiones y rebajas salariales y la juventud super precarizada. Mientras el Estado destina subsidios como las ATP, una parte importante va a parar a los sueldos de gerentes de grandes empresas como Techint y ayuda a la oligárquica y golpista Sociedad Rural, ¿quién puede creer que estos miserables carecen de recursos? Mientras, se profundiza la pobreza y amenaza con llegar en el conurbano a índices similares a los de 2002. A pesar de la crisis, los recursos aparecen cuando se trata de beneficiar a los empresarios, que sabemos tienen enormes ganancias.
“Nos cuida la salud” “Con Macri la cuarentena no hubiera existido”
A pesar de buscar aplanar la curva de contagios, hoy el gobierno tiene que endurecer la cuarentena en el AMBA porque aumentan muchísimo los casos. El sistema sanitario está cerca del colapso con un nivel de ocupación de camas del 60%. Nos preguntamos ¿qué pasó con los anuncios del Ministro de Salud Ginés González García, que iba a establecer un sistema centralizado? Nada, aumentaron los subsidios a las clínicas privadas. Sobre esto, las docentes critican la medida de Kicillof de rescatar clínicas privadas con los aportes de IOMA, una obra social de los trabajadores estatales. Así lo denunció Claudio Dellecarbonara, diputado provincial del PTS-FITU; en la legislatura bonaerense.
Sobre las medidas sanitarias, conversamos acerca de la propuesta de los socialistas, que editamos hace un par de semanas, donde señalamos la necesidad de unificar la salud privada y pública, para centralizar los recursos cuando llegue el pico de contagios y nadie se quede sin atención. Proponemos que sea bajo gestión de los profesionales y trabajadores de todo el sistema para que sean ellos que están comprometidos con la defensa de la salud del pueblo, los que tomen las decisiones y no los funcionarios a sueldo de los capitalistas. Si logramos que los trabajadores y profesionales incidan en las decisiones, y hay que pelear por ello, podremos imponer que no sean tomadas en función de las ganancias de los capitalistas sino de las necesidades populares. En ese sentido es que impulsamos la formación de comisiones o comités de seguridad e higiene en los lugares de trabajo.
“Muchos de nuestros alumnos, lo único que tienen para comer son los bolsones que entregamos en las escuelas y envía el Estado” “Les enseñamos a los chicos que Argentina es un país rico y agroexportador de alimentos”. “Más bronca te da eso cuando ves la estafa de Vicentín”.
Desde que comenzó la cuarentena, las docentes garantizan la entrega de alimentos en las escuelas y los barrios de sus alumnos, e incluso muchas organizan ollas populares. Pero a la vez denuncian que los alimentos son insuficientes y bajos en nutrientes. Alberto Fernández habló de expropiación de la empresa de Vicentín. La vinculaba a solucionar la crisis alimentaria, donde el 50% de los pibes del conurbano están mal alimentados. Anunció “que se disponga la expropiación inmediata de la empresa, para garantizar la soberanía alimentaria”. En esta expropiación anunciada el gobierno tampoco avanzó cuando están más que demostradas las maniobras fraudulentas contra la nación. En la disyuntiva que se plantea si “favorecer al pueblo o garantizar las ganancias capitalistas”, está el problema de fondo de Alberto Fernández cuando se define a sí mismo "yo soy capitalista". Difícilmente pueda ser el que se proponga dar vuelta la historia a favor de los explotados.
Para muestra de hasta dónde el gobierno está dispuesto a avanzar, recordamos que a mediados de abril, el presidente anunciaba la presentación de un proyecto de impuesto a las grandes fortunas que sería presentado en quince días en el congreso, pero todavía lo estamos esperando. Mientras, en el congreso nacional se definen que dan beneficios a los grandes empresarios. Lo que provocó la indignación y la denuncia del diputado del PTS Nicolás Del Caño en el congreso nacional ¿cómo pasamos de discutir el impuesto a las grandes fortunas a una ley en beneficio a las grandes empresas?
Los docentes nos enteramos por las redes sociales que Baradel, el dirigente del Suteba, estaría a favor de un Impuesto a las grandes fortunas. Llamativamente su lista, la Celeste, se niega a apoyar el único proyecto presentado con ese contenido, por los diputados del FITU. Deja en claro que es solo una pose progresista. Mientras sigue en su cuarentena interminable, hay miles de docentes que no pueden tomar cargo o son precarizados y están sin cobrar salario como lxs del plan FINES. Desde la oposición Multicolor exigimos asambleas y plenario de delegados provincial, como los que venimos haciendo. Es urgente llevarlo adelante y discutir un plan de acción para lograr una buena alimentación para los niños y niñas que pasan hambre, para que tengan un ingreso digno lxs miles de precarizadxs, para atender las necesidades de salud del pueblo. Y si es verdad que Baradel defiende un impuesto a las grandes fortunas, que apoye y convoque a apoyar el proyecto de la izquierda.
El Estado presente ¿al servicio de quién?
“Voy a ser duro con quienes especulen y despidan gente. El Estado va a estar más presente que nunca”. El eco de este mensaje oficial se repite en las charlas e intercambios. Y es claro que el gobierno intenta presentar al Estado como un actor de mediación para distribuir la riqueza socialmente producida, en el que la “colaboración entre todos” es el camino para poner fin a los problemas económicos y sociales, profundizados luego de más de 100 días de Pandemia. Lo que hay que preguntarse es, un Estado presente al servicio de quién y para qué.
El gobierno suspende la movilidad jubilatoria hasta fin de año, al mismo tiempo que deja correr los despidos avalando las rebajas salariales para los trabajadores suspendidos, mientras que los “esenciales” ven caer su salario frente a la inflación, se contagian y mueren por falta de medidas sanitarias. Todo esto sin tocar las ganancias de los bancos y los sectores más concentrados de la economía y mejorando su oferta frente a los acreedores en la negociación de la Deuda.
El Estado no es como nos quieren hacer creer una institución neutral, sino que está dominado por intereses de clase. Es un Estado capitalista, como decía Marx encargado de "administrar los negocios comunes" de toda la clase dominante. La posibilidad de conciliar intereses entre los empresarios y el pueblo trabajador es una verdadera utopía que en épocas de crisis es más difícil ocultar. Para los socialistas a diferencia de lo que pregona el gobierno y sus agentes sindicales, dispuestos a entregar conquistas a cambio de la paz social y mantener sus privilegios, son los trabajadores y el pueblo los que pueden imponer con su lucha y organización una salida favorable para el pueblo trabajador.
Frente al recrudecimiento de la crisis, los trabajadores ya empezaron a organizarse y están saliendo a la lucha en defensa de sus derechos. Como vimos a los Municipales, trabajadores de la UTA y algunas industrias en la provincia de Córdoba. Son cientos los comités de Seguridad e Higiene que se están organizando en los lugares de trabajo, empezando por los sectores esenciales de la industria, los servicios y la salud. Los jóvenes precarizados al grito de #LasVidasTrabajadorasImportan ganan las calles y las redes sociales. Miles de trabajadorxs y jóvenes se organizan con la izquierda y sectores combativos y en lucha, para prepararse y juntar fuerzas para golpear a las direcciones burocráticas de los sindicatos y para que la crisis la paguen los capitalistas. En esta perspectiva es que queremos poner en debate y difundir la propuesta programática del PTS.
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