Jorge Biglieri, decano de la Facultad de Psicología de la UBA, dio una entrevista al diario Clarín en la que se posicionó sobre el ejercicio de la psicología como esencial, criticando las medidas del gobierno y posicionándose contra la cuarentena, sin profundizar sobre la situación de crisis sanitaria y social que estamos atravesando. Opina también Carlos Barzani, psicólogo y escritor de la Revista Topía.
Desde que empezó la pandemia del coronavirus se abrieron extensos y profundos debates alrededor de las políticas sanitarias necesarias para afrontar la pandemia, así como debates sobre los efectos psicológicos y los padecimientos que esta trajo aparejados. Distintos referentes de la salud tuvieron que posicionarse, ensayar respuestas, y proponer salidas a los debates en curso. En el caso de la Universidad de Buenos Aires, el decano de la Facultad de Psicología, referente del espacio UCR-Cambiemos, no fue la excepción.
En la entrevista con el diario Clarín, Biglieri critica la línea del gobierno basada en el “Yo te cuido” para plantear la necesidad de que se den más herramientas con el fin de que cada ciudadano se cuide solo. Además, problematiza las estadísticas de deserción de pacientes en los consultorios psicológicos privados durante la pandemia, que según el Observatorio de la Facultad de Psicología se aproxima a un 60%.
De lo que no habla el decano de la Facultad de Psicología es del rol que cumple la salud mental en el sistema de salud público donde se atienden millones de personas en Argentina. Los psicólogos del ámbito público siguieron trabajando como esenciales, sin contar con insumos de protección necesarios y en condiciones de precarización. Todos los trabajadores esenciales deben tener garantizados los testeos masivos, insumos de protección y atención psicológica. Parece que para la autoridad máxima de la Facultad de Psicología de la UBA, esto no incide en la salud mental. Mientras se posiciona en consonancia con las movilizaciones anticuarentena, no plantea ninguna perspectiva ni medidas sanitarias sobre cómo afrontar la pandemia. Hay que dar respuesta. Desde el Frente de Izquierda venimos levantando la unificación del sistema de salud frente al colapso inminente del sector público como medida urgente a discutir.
Biglieri afirma que la tarea central que tenemos por delante es aumentar las herramientas para cuidarnos solos. Consultamos la opinión de Carlos Barzani, psicólogo y escritor en la revista Topía, que luego de leer la entrevista comenta: “(...)con la excusa de ’resposabilizar al sujeto’ se desresponsabiliza al Estado en relación a políticas concretas que deban apuntar al cuidado. No somos sujetos islas, somos sujetos en un contexto, y de qué sirven las herramientas, si no tenés las condiciones para utilizarlas. El colmo fue la recomendación del lavado de manos a personas que carecían de agua potable”.
No hay abordaje de la salud mental sin contemplar las políticas del Estado hacia la sociedad en su conjunto. Como denunciamos en La Izquierda Diario, casos como el crimen social de Ramona, o los casos de Villa Azul, dejan ver años de desinversión, donde nunca se aplicaron las políticas públicas necesarias para revertir de raíz las condiciones de vida de la población, que hoy paga las peores consecuencias, y que hacen también a la propagación del virus.
Tampoco puede pensarse la salud mental de la población cuando un sector importante está saliendo a trabajar sin medidas de protección, como protocolos adecuados o insumos de protección personal, generando una exposición por parte de los empresarios a los trabajadores. Las personas regresan a sus casas con sus familias sin saber sí los están contagiando. El crecimiento de despidos masivos, suspenciones y ataque al salario, así como el aumento de la pobreza, y la incertidumbre sobre el rumbo económico también son determinantes para la salud mental.
Ante una catástrofe social como la que estamos atravesando, el ejercicio de la psicología se vuelve esencial. Sin embargo, hoy es sabido que no todos pueden acceder a este derecho elemental. A esto se le suma que desde que comenzó la pandemia, muchas obras sociales y prepagas han recortado este servicio, dejando sin atención a cientos de pacientes, que incluso hoy con la crisis económica en curso no saben si podrán seguir atendiendo su salud por esta vía.
Es necesario que la Facultad de Psicología pueda tener una formación al servicio de las necesidades actuales para poder dar respuesta a una crisis sanitaria y social como la que estamos atravesando, y para eso se hace imprescindible que se convoque al conjunto de la comunidad educativa.
Siendo decano de la Facultad, Biglieri es responsable de la formación de las y los estudiantes. Barzani resalta “su postura defiende una concepción liberal y privada de la profesión que está en consonancia con la gestión de una facultad cuyos planes de estudio apuntan a ese tipo de formación de profesionales”. Hoy en día existen pocas materias optativas materias orientadas al área comunitaria; aun así prima un enfoque individualista donde las problemáticas que atraviesan los sujetos se reducen a una mera percepción subjetiva de la realidad, o a un reduccionismo biologicista.
Es aún más desconcertante su declaración sobre lo esencial del rol de la psicología, cuando muchos graduados de la misma facultad vienen exigiendo al decano Biglieri y el Rector de la Universidad que dejen de retrasar la entrega de los títulos para poder trabajar en el sistema de salud donde en muchos hospitales, o salas de atención vienen denunciando la falta de profesionales para trabajar junto con los trabajadores y la comunidad. A esto se le suma que apenas iniciada la pandemia, fuimos justamente los estudiantes quienes no tuvimos respuesta ante la exigencia que presentamos desde la agrupación En Clave Roja firmada por decenas de estudiantes de la facultad, para que se nos capacite y actuar en esta crisis.