Parece que la única estrategia para enfrentar la pandemia es la militarización y las detenciones. En Traslasierra Córdoba, mientras seguimos con un sistema de salud deficitario, y crecen los contagios, las fuerzas represivas inundan nuestras calles
Villa Dolores se ha convertido en el centro más importante de la pandemia en Córdoba. Las últimas dos semanas arrojaron más de 100 casos positivos de Covid-19, recordemos que la ciudad tiene 30 mil habitantes.
En la mañana de ayer el centro de Villa Dolores se encontró verdaderamente militarizado. Se cercó la ciudad con personal policial, llegaron policías de la ciudad de Córdoba para endurecer los controles y así “garantizar el estricto aislamiento” como única medida para enfrentar la pandemia, que viene siendo insostenible para los ciudadanos. Los ingresos y el interior de los pueblos se encuentran totalmente cercados por las fuerzas policiales. El jefe de policía de la departamental Norte de la provincia, Páez encargado del operativo informó que irá a la justicia quien transgreda las normas y no cumpla la fase 1. Los números arrojan más de 30 detenidos desde el sábado.
Frente a esta situación, el pasado viernes se movilizaron cientos de comerciantes solicitando la apertura de sus comercios, estamos hablando de pequeños comerciantes donde la gran mayoría alquilan los locales y necesitan de la apertura de los mismos para vivir. Siguen pagando impuestos y servicios sin percibir ningún ingreso. Agravado a esto son cientos los trabajadores informales, monotributistas, en negro que no están trabajando ni cuentan con ahorros para afrontar esta situación. No todos pudieron cobrar el insuficiente IFE de $10000 o sacar el crédito para monotributistas. Llevamos más de 100 días de cuarentena.
Mientras tanto desde los gobiernos provincial y municipal se siguen pasando las responsabilidades. Se profundiza la crisis política con un hermetismo de información. El pasado sábado se informó el desplazamiento de los directivos del COE de la zona. El Dr. Juan Uez fue reemplazado por Daniel Almada aunque no se hicieron más declaraciones al respecto.
Los trabajadores de la salud también se encuentran en una situación crítica. Desde que llegó el virus a Traslasierra están trabajando incansablemente con tareas de testeos como “voluntarios” sin cobrar por su trabajo, expuestos diariamente a contagiarse. Pero desde la provincia siguen autorrefenciándose por cómo abordaron la problemática con los miles de test que realizaron, no dicen que quienes están en primera línea se encuentran totalmente precarizados. Tal es así, que hay médicos de la zona contagiados de COVID 19 en los últimos días. ¿Quién cuida a los que nos cuidan?
¿Cuál es el plan?
Desde que comenzó la medida de aislamiento obligatorio, todos los gobiernos tanto nacional como provincial fortalecieron su aparato represivo. Parece que la única estrategia para enfrentar la pandemia es la militarización y las detenciones arbitrarias. En Traslasierra mientras seguimos con un sistema de salud degradado, las fuerzas represivas inundan nuestras calles. Y lo que se oculta es que para hacer frente a esta situación se necesita inversión en el sistema sanitario, hospitales con insumos y equipamiento apropiado, elementos de protección personal para todos los trabajadores de salud y aquellos esenciales, terminar con la precarización laboral que puede ser garantizado mediante el impuesto extraordinario a las grandes fortunas. Además garantizar que todos podamos hacer aislamiento y cumplir con la campaña #quedateencasa que nos repiten hasta el hartazgo. Para eso es necesario un salario de cuarentena para todos los que durante el aislamiento se quedaron sin percibir salario o ningún ingreso. Y debe ser como mínimo de $30000 como venimos planteando desde el FIT. La única forma de poder quedarse en casa y no pasar hambre. La solución no está en más policías en las calles y mayor control social.