La situación del Hospital es algo que ha sido centro de denuncias y exigencias por parte de sus trabajadores y pacientes desde el proceso de vaciamiento a la salud pública impulsado por los gobiernos neoliberalistas en los años ‘90. La omisión conciente del kirchnerismo y los ataques concretos por el macrismo en sus años de gobierno llegan al punto crítico que encuentra un sistema sanitario fuertemente debilitado frente a una crisis sanitaria como es la del Covid-19 a nivel mundial.
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Ahora, luego de meses en los cuales no ha habido ningún apoyo sustancial y tanto el gobierno municipal de Néstor Grindetti como el provincial a cargo de Axel Kicillof decidieran hacer oídos sordos de los reclamos de trabajadores, vecinos y pacientes, debemos afrontar una realidad con 63 contagios entre trabajadores que debido a la sobrepoblación del establecimiento no pueden ni asegurar su aislamiento, falta de equipamiento y un enorme caos en cuanto a la organización del hospital.
Las políticas, claras
Los caminos tomados por los responsables políticos ante esta situación nos marcan de forma bastante clara en donde están puestos los intereses de los gobiernos municipal, provincial y nacional, evidenciando en todos los casos que el pueblo trabajador y pobre no están en sus prioridades de acción ante la pandemia.
El intendente Néstor Grindetti viene demostrandolo durante los ya casi 5 años que lleva de mandato, en los cuales más que alguna refacción estética no ha habido ninguna iniciativa real que apunte a solucionar los problemas estructurales o la situación precaria de los trabajadores del hospital Evita. Actualmente, la principal propuesta elevada por funcionario macrista es una de salvataje para las patronales del distrito granate, dejando en claro que la salúd no está entre los principales objetivos de su administración.
Por su parte, el gobernador Axel Kicillof presentó un plan de salvataje para las clínicas privadas que implica una ayuda de 400 millones de pesos que serán otro gasto estatal que va en contra de poder garantizar una nueva IFE, mejores condiciones edilicias para la gente en los barrios o mejores condiciones para los trabajadores de la salud. A esto el gobernador sostuvo que “es un primer paso hacia la integración entre el sector público y privado de salud”, osea que ¿La forma de terminar con esta brecha es darle los recursos que podrían ser destinados en salud pública a quienes hace años monopolizan y explotan el 60% del servicio de salud en el país? la única salida real es poner el sistema de salud en manos de sus trabajadoras y trabajadores, y urgentemente poner a disposición de todos la infraestructura privada de salud, nos encontramos ante la amenaza mortal de una pandemia y las medidas deben estar a la altura de la misma. Cabe mencionar también, que en este plan las clínicas privadas seguirán facturando por sus servicios más allá de cualquier ayuda estatal.
Por último, a nivel nacional vemos concretamente donde están puestos los intereses del gobierno a cargo del presidente Alberto Fernandez. La “expropiación” de Vicentín (que principal y casi únicamente era una toma de deuda por parte del estado que servía de salvataje a los empresarios y que no lograron concretar), el impuesto a las grandes fortunas que nunca fue presentado finalmente, los millones especulados en pago de deuda o la situación creciente de ataques a las condiciones de trabajo y una “ley anti despidos” jamás fue ajustada dejan en claro el alineamiento de las políticas de Alberto Fernández y las contradicciones que presentan para hacer frente a una crisis de tal nivel.
La organización frente a estos atropellos
La única forma de poder hacer frente ante esta realidad que parece recrudecerse cada día más para los trabajadores de salud es mediante la organización en los espacios de trabajo. Es necesario empezar a levantar comités de higiene y seguridad en donde no los haya, exigir que se cumplan todos los protocolos y que se garanticen los recursos necesarios para poder asegurar la salubridad.
Invitamos a cualquier trabajador de la salud que esté viviendo o conozca una situación similar a que se contacte con nosotros y poder hacer conocido el caso, no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se llevan puestos a quienes ponen sus vidas en la línea todos los días como respuesta a esta crisis sanitaria.