Fuerzas policiales irrumpieron junto a Edenor en el Barrio 17 de Septiembre, sobre ruta 1001, para cortarle la luz a 490 familias, aproximadamente la mitad de los que allí viven. Esto se da cuando no sólo recrudece el frío del invierno y los días se hacen más cortos - por lo cual necesitan más luz - sino cuando la pandemia se expande con fuerza. Además los dejan sin agua, ya que al no contar con agua potable -como ocurre en numerosos barrios, donde La Matanza no avanza - dependen de las bombas para sacar agua no potable de las napas. Es decir, ni para lavarse las manos tiene.
Este es un barrio precario de cientos de familias trabajadoras con miles de niños, que no cuenta con agua corriente ni red de gas, por lo que al cortarle la luz quedan también sin poder calefaccionarse en pleno mes de Julio. Exponerlos a enfermedades respiratorias en medio de la pandemia de Covid-19 es practicamente sentenciarlos a muerte.
El gobierno nacional supuestamente prohibió los cortes de servicios esenciales durante la pandemia. Pero es el propio Estado el que, mandando a su policía a custodiar que se pueda cortar la luz, avala este corte de luz, recortando también derechos esenciales para la vida. Nuevamente entre la población trabajadora y las grandes empresas, eligen a las grandes empresas. Las mismas que fueron favorecidas por los subsidios que les dio Cristina, y los tarifazos que les dio Macri, y que mientras mucha gente la está pasando muy mal, ellos la siguen juntando en pala.
Cuando los vecinos se acercaron a pedirle explicaciones a quienes le cortaban la luz, le dijeron que las pidan en el municipio. Cuando se acercan al municipio le contestan que "ellos no pueden hacer nada porque están judicializados" al vivir en terrenos ocupados. Como si vivir en un terreno ocupado borrara la calidad de "sujetos de derecho" de las personas. Espinoza es responsable de lo que le ocurra a esas familias.
El gobierno sigue diciendo "quedate en casa" como principal respuesta a la pandemia. Pero en muchos barrios no hay agua, ni gas, ni luz. Y como mucho le dan una IFE de $10.000 por familia, que alcanza para muy poco. ¿puede alguien vivir sin luz, gas, agua en un invierno de pandemia mundial?
La vida de los habitantes del barrio 17 de Septiembre importan. Es hora que Espinoza y las empresas privatizadas se enteren. Porque la vida vale más que las ganancias
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