La Clínica Mosconi, ubicada en la calle 8 e/ 157 y 158 de la localidad de Berisso, está constituida como una Cooperativa de Trabajadores de la Salud, donde sus trabajadores y trabajadoras son considerados socios cooperativos.
“Cuando empezamos a trabajar firmamos un papel donde dejamos constancia que, como socios cooperativistas, cuando la clínica tiene ganancias es para el conjunto y cuando hay pérdidas también afecta al conjunto”, explica una de las trabajadoras de la salud y aclara, “la realidad es que ellos (las autoridades), sólo cumplen esto cuando hay pérdidas, porque cuando hay ganancias a nosotros el sueldo no se nos aumenta”.
La Clínica Mosconi viene percibiendo un subsidio estatal emitido por el Banco Nación, con el que abona parte de los salarios de los trabajadores o socios. Hasta ahora, ese subsidio representaba unos $6500 para cada trabajador. Vale aclarar que el salario mensual de una enfermera en esa institución está muy lejos de cubrir las necesidades básicas, ya que apenas ronda entre los 13 y 15 mil pesos.
A partir de agosto la Cooperativa de Salud percibirá un incremento en el subsidio, que significará un aporte a los salarios de $15000 por cada trabajador por los próximos tres meses. En base a esto, un sector de los coordinadores del comité que funciona en la Clínica, decidió de forma inconsulta con el resto de los socios, reducir un 50% del salario que venía abonando. De esta forma, a partir de agosto, el personal de salud que percibía 10000 pesos mensuales por parte de la Cooperativa, pasará a recibir solamente $5000.
“Estamos exponiendo nuestra salud todos los días por $5000 que nos paga la Clínica”, cuestionan los trabajadores que enfrentan la pandemia en la primera línea, y afirman que no se los convocó a una asamblea general para hacerlos parte de la decisión sobre cómo repartir las ganancias, como debería haberse realizado. “Hace años que no percibimos ningún aumento en nuestro salario, tampoco un plus o alguna bonificación que nos ayude a llegar a fin de mes”, remarcaron. |