En el contexto del inicio de la pandemia en Chile a principios de Marzo, extendiéndose hasta el día de hoy, con crisis sanitaria, económica y social en medio, las y los estudiantes a nivel nacional se han encontrado en la encrucijada de las “famosas” clases online, que claramente han dejado mucho que hablar y cuestionar. Y es que justamente desde principios de Abril, que todas las universidades a nivel nacional adoptaron una modalidad de estudio online, para así continuar con las clases y de esta forma continuar también con el lucro de la educación.
Sin embargo la modalidad de las clases online ha dejado bastante de qué hablar, muchos estudiantes de diversas casas de estudio han expresado cuestionamientos a dicha modalidad, puesto que miles de estudiantes no tenían (incluso a estas alturas) los elementos necesarios para continuar sus estudios de forma online. No obstante los cuestionamientos fueron creciendo a medida que pasaban las semanas y meses de clases online, incluso hasta el día de hoy, poniendo diversas discusiones sobre la mesa, siendo una de las más sentidas por los estudiantes el cobro de los aranceles millonarios en tiempos de pandemia, crisis sanitaria, económica y social, que continúa profundizándose. Y es que justamente se abre la difícil situación para muchos estudiantes, respecto a si tener plata para comer o para pagar los aranceles millonarios, la crisis económica se ha expresado en muchas familias trabajadoras, por medio de los miles de despidos y suspendidos, o incluso cientos de estudiantes que tienen que dejar sus carreras para salir a ganarse el pan a través de los trabajos precarizados de los delivery.
Se ha visto cómo algunas universidades a nivel nacional han levantado movilizaciones y paralizaciones online, para justamente cuestionar por ejemplo el punto del cobro de los aranceles, las condiciones familiares o personales las cuales no son las adecuadas para continuar los estudios, además de situaciones de salud mental e inconvenientes propios de la modalidad online, entre otras demandas. Un ejemplo de esta situación viene siendo hace casi 2 meses la paralización online de la Universidad de Antofagasta.
Es en este marco de movilización y de que el día de ayer se rechazó la negociación y respuestas de rectoría al petitorio estudiantil por parte de las carreras, es que hoy a través de un comunicado oficial; el mismo rector Luis Alberto Loyola quien se ha negado tajantemente a la reducción de los aranceles millonarios, e incluso utilizando de forma descarada el argumento de que si se reducen tales aranceles se verá obligado incluso a bajar sueldos o despedir a funcionarios y docentes, de forma completamente autoritaria informó sobre la situación como rector y presidente del consejo académico, en primer lugar cuáles fueron los puntos rechazados por los estudiantes y en segundo lugar de forma intransigente y totalmente repudiable, ordenó que a pesar de que no se cumplan las demandas estudiantiles, las clases y actividades académicas se retoman el día lunes 27 de Julio.
Nuevamente se evidencia que el autoritarismo continúa en las universidades a manos de rectores intransigentes e inconscientes, que se niegan a demandas mínimas, y que incluso no les importa en lo absoluto las condiciones precarias que muchos estudiantes y sus familias estén viviendo, y es claro que rectores como Loyola, que se ha mantenido “apernado” al cargo ganando un sueldo millonario, lo único que le interesa es seguir cobrando estos aranceles y matriculas millonarias que hoy en día producto de una crisis sanitaria, económica y social se vuelven a poner en discusión, producto de que continúa la educación de mercado es que estudiantes deben tomar la difícil decisión de salirse de la universidad o congelar sus estudios.
¿Cuál ha sido el rol de las direcciones estudiantiles ante estos ataques?
Tal como se mencionó anteriormente, las y los estudiantes y sus familias han tenido que enfrentarse a tener que pagar millonarios aranceles y matriculas para continuar estudiando en tiempos de pandemia y crisis económica, que incluso se pone en el centro del debate sacar el 10% de los fondos de pensiones, única alternativa para que muchas familias puedan seguir alimentándose. Y justamente en este contexto es fundamental debatir políticamente sobre cuál ha sido el rol hasta ahora de las direcciones estudiantiles a nivel nacional como la CONFECH, levantando paralizaciones testimoniales que no organizan a nadie, manteniendo en completa pasividad y tregua al movimiento estudiantil que hoy en día se enfrenta nuevamente a las consecuencias del lucro de la educación, a autoridades que son elegidas a dedo entre ellas, y que gracias a eso nos enfrentamos al autoritarismo y sus represalias.
Además no muy distinto ha sido el rol de las Federaciones estudiantiles universitarias (dirigidas en gran medida por las Juventudes Comunistas y sectores del Frente Amplio), donde se encuentra el caso antes descrito de la paralización estudiantil de la Universidad de Antofagasta, en donde la FEUA ha demostrado claramente tener un rol de conciliación, y tregua con las autoridades universitarias, con el fin de otorgar ciertas migajas a la movilización y sin cuestionar el fondo de la discusión que es la educación de mercado que precariza a miles de estudiantes y familias.
Es justamente este rol que ha despertado diversos cuestionamientos y críticas por parte de las y los estudiantes de la universidad hacia la federación, denunciando su actuar burocrático durante la paralización, y que incluso ésta casi representa las palabras y pensamientos del rector hacia los estudiantes, expresándose en reiteradas oportunidades, debido a que actualmente diferentes carreras no han aceptado las respuestas de las autoridades universitarias al petitorio de la movilización, abriendo de esta forma una profunda crisis en la dirección estudiantil de la universidad.
Y es que frente a esta crisis de las direcciones estudiantiles como la FEUA donde incluso presentan problemas de representatividad ante las y los estudiantes, es que se hace necesario utilizar métodos de democracia directa, donde por ejemplo sean elegidos delegados por carrera o facultad con cargos revocables, para integrar de esta manera una federación provisoria, que pueda finalmente apostar su dirección y sus diferentes herramientas de organización en justamente casos como éste de autoritarismo universitario y dónde hoy miles de estudiantes se encuentran en la encrucijada que entrega esta educación de mercado.
Las direcciones estudiantiles deben organizar de manera efectiva a las y los estudiantes y exigiendo de manera conjunta a la CONFECH, discutir y levantar un real movimiento estudiantil de conjunto, para ir por ejemplo con la fuerza de la movilización y organización incluso con otros sectores de trabajadores y pobladores, a una rebaja efectiva del arancel e incluso de esta forma en miras de retomar lo que hoy se hace más presente que nunca, la lucha por ponerle fin a esta educación de mercado, por una educación gratuita y de calidad, además de repudiar y enfrentar los ataques de rectores y funcionarios autoritarios, exigiendo una real democracia universitaria a través del co-gobierno y triestamentalidad para que sean también las y los estudiantes quienes decidan los cargos universitarios, y terminar de raíz el autoritarismo en las universidades. |