Piñera viene de sufrir una dura derrota. El Parlamento, por presión de la calle ante el ahogo económico producto de la pandemia, votó el retiro anticipado de ahorros de los fondos privados de pensión (AFP). Las aseguradoras de pensión son un emblema del Chile neoliberal y herencia de la dictadura pinochetista, por eso a la medida se oponían raudamente Piñera y los empresarios. Sin embargo, la presión de la calle que incluyo protestas, cacerolazos, paros portuarios, y la amenaza de que vuelva el fantasma de la rebelión del año pasado, terminó por decidir a muchos parlamentarios, incluidos los de la coalición gubernamental a votar por el retiro de pensiones.
A esta derrota se sumó la baja popularidad de Piñera que está en solo 12 %, y es la peor desde que empezó la cuarentena, y la necesidad de la derecha de rearticularse hacia el llamado a plebiscito para convocar o no a una constituyente, una promesa que, amañada y todo, surgió al calor de la revuelta de octubre del año pasado.
Es ante este escenario que Piñera se "atrincheró" en La Moneda y presentó un cambio de gabinete con el objetivo de mostrarse fortalecido y con el apoyo del conjunto de las fuerzas que forman la coalición de gobierno conservadora de derecha, Chile Vamos. Esta coalición está conformada por cuatro partidos de centroderecha y derecha: Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN), Partido Regionalista Independiente Demócrata y Evópoli.
Como señala Alejandra Valderrama, editora de La Izquierda Diario de Chile "El cambio de gabinete suscitó un amplio debate ¿Vuelven los hombres duros? ¿Es un giro al rechazo? Lo cierto es que las opciones se le agotan al gobierno. Frente a la correlación de fuerzas lo mejor es unir lo imposible y tratar de atrincherarse". Publicamos a continuación el análisis de Valderrama sobre los cambios de gabinete.
El anuncio
Pasadas las 13 horas del lunes, Piñera realizó el quinto cambio de gabinete de su gobierno luego de la enorme derrota política que sufrió La Moneda y parte de su sector en la votación del 10% del retiro de las AFP.
Los principales cambios estarían en el comité político con la llegada de los UDI Víctor Pérez a interior en reemplazo de Gonzalo Blumel y Jaime Bellolio a la vocería de gobierno. El actual ministro de Desarrollo Social Cristián Monckeberg (RN) pasó a Secretaría General de la Presidencia, mientras que la ex vocera Karla Rubilar (Independiente pro RN) se integró a Desarrollo Social. Por último, Evópoli mantendría Hacienda con Ignacio Briones
Otro de los cambios importantes realizados por Piñera es en Defensa donde salió el histórico RN Alberto Espina que sería reemplazado por el presidente del partido, diputado Mario Desbordes y también la Andrés Allamand llegará a Relaciones Exteriores en reemplazo de Teodoro Rivera.
El retorno de los hombres duros para atrincherarse en la moneda
Víctor Pérez Varela, quien en la actualidad se desempeña como senador por el Biobío, dejó atrás a Gonzalo Blumel buscando de alguna manera subsanar el espacio que dejado por Andrés Chadwick que salió entre críticas y con una acusación constitucional a finales del año pasado. A su vez, Pérez es la carta de Jacqueline Van Rysselberghe, presidenta de la UDI.
Pérez fue secretario general de la UDI en el período 2008-2012 y también alcalde designado por el propio Pinochet para la comuna de Los Ángeles a inicios de los 80’. También fue diputado por la UDI durante cuatro periodos consecutivos, es decir, desde 1990 y ocupó el cargo de Senador desde el 2006 hasta la fecha.
Un golpe de timón después del naufragio
A juicio del senador Ossandón, el cambio de gabinete se produce porque “es evidente que aquí se está haciendo un intento por modificar el complejo escenario político que enfrenta el país, Chile Vamos y el Gobierno, principalmente”. Efectivamente, algo de preparatorio tiene el cambio, pero es débil.
Desde la “oposición” los partidos de la ex Concertación y el Frente Amplio lo denominaron el “gabinete del rechazo” enfatizando la posición conservadora de los nuevos ministros.
Y si bien este nuevo gabinete implica una inclinación a la derecha, lo cierto es que Piñera busca fortalecerse en la derecha para afianzar una base dura considerando su triste 12% de aprobación. En un intento pirrico de unir las filas de Chile Vamos desgarrado de luchas internas y fracciones.
No puede dar un giro a la derecha por completo, no es menor la figura de Desbordes en este cambio de gabinete. Una línea intransigente a secas sería un suicidio considerando que la misma burguesía pide más “dialogo social” pues saben que el régimen está a la asecho de una enorme masa popular que los vigila. Es un golpe de timón después del naufragio, tratando de comprometer a los partidos con La Moneda.
Un cambio de gabinete en un régimen moribundo, el problema es todo el gobierno
¡Fuera Piñera! Asamblea constituyente libre y soberana para barrer con el régimen heredado de la dictadura!
El cambio de gabinete refleja la correlación de fuerza tras las protestas de octubre, ciclo que a pesar de las diferentes maniobras del gobierno no ha podido ser cerrado, sumado a la derrota de su estrategia sanitaria y a los efectos económicos cada vez mas negativos que se pronostican por la pandemia.
El “proceso constituyente”, que podría ser una vía de reforma institucional al régimen se da en un marco de profundo cuestionamiento y que no descarta el retorno de una rebelión popular, a eso le temen. Por eso Piñera no puede poner simplemente a caras conservadores, busca unificar y cerrar filas con los diferentes sectores de Chile Vamos.
Pero sin duda, van a aplicar medidas duras para defender las herencias del Pinochetismo. Esto mientras la ex Concertación hace demagogia para golpear al gobierno mientras ellos fueron los que erigieron este régimen y profundizaron con políticas neoliberales.
Es con ellos, con quienes el Frente Amplio y el PC quieren hacer alianza, haciéndonos creer que con maniobras parlamentarias podremos enfrentar a los grandes empresarios y barrer con el sistema políticos, económico y social de los últimos 30 años. ¿El camino que debemos seguir, o que proponen, son alianzas con sectores de la ex Nueva Mayoría?
Todo esto mientras la CUT que ellos dirigen, está en total silencio mientras a los trabajadores son despedidos o suspendidos.
Tenemos que proponer una alternativa. Debemos imponerles una salida propia desde las y los trabajadores, con la fuerza movilizada del pueblo trabajador pelear por una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana, sin trampas ni trabas, una instancia donde realmente podamos poner en cuestión estos 30 años de privatizaciones y de un régimen al servicio de una minoría.
Vamos por una Constituyente Libre y Soberana contra este gobierno criminal y los derechistas del rechazo, pero también sin creerles a los tramposos de la ex Concertación, que quieren vender el proceso constituyente controlado por ellos mismos como la única expectativa posible, discurso en el que caen el PC y el Frente Amplio. Podemos ir por mucho más.
Peleamos por una constituyente para imponer un programa que plantee la expropiación y nacionalización de los recursos estratégicos bajo control de los trabajadores para nuestras necesidades básicas, como la salud, la vivienda y la educación.
Medidas de emergencia para terminar con el Chile de los capitalistas solo podrán ser aplicadas con la fuerza organizada del pueblo trabajador. A esto es a lo que le temen los empresarios y el gobierno. |