Para la tendencia del PO no pueden existir diferencias y luchas políticas en una organización de masas como es un sindicato. Es la visión de Altamira, que siempre dijo que el FIT era un frente único de la izquierda clasista, pero oponiéndose totalmente a que haya debate, crítica y lucha política abierta entre las organizaciones que la integran. A eso lo llamaba “transformar el FIT en un terreno en disputa”. O sea, o se pensaba como él, o era una disputa facciosa, digna de
provocadores. Por eso, no aceptó nunca que se cuestionara su candidatura "natural" en los principales lugares para las elecciones nacionales como "líder" electoral del FIT. Ante el cuestionamiento, buscó el enfrentamiento político abierto, que los llevó a cometer uno de sus peores errores en el terreno electoral y posteriormente a un derrotero político que asombraría a cualquier observador.
Parece que, según ellos, el frente único es subordinarse a las posiciones de la mayoría de un gremio que se considere de izquierda, aunque se tenga diferencias políticas. Un método que sin dudas lleva a adaptarse a las direcciones oportunistas.
En relación al salario, la observación que hacemos, partiendo de decir que al final de los acuerdos se iguala o supera la inflación del Indec, es que los aumentos en el básico se han retrasado y se concretan sobre el final del periodo. Lo que les permite a las patronales pagar los aumentos en la mayor parte del periodo como porcentajes no remunerativos, lo que desfinancia los fondos públicos para las jubilaciones y la asistencia a los desocupados.
En cuanto a la pandemia, somos críticos que desde la lista Negra se haya firmado acuerdos con las patronales para volver a la producción bajo los protocolos elaborados por ellas mismas, sin haber realizado asambleas ni ningún otro tipo de método colectivo de decisión de los trabajadores. Aceptando suspensiones en función de las "necesidades de mercado" y no en función de la salud.
La discusión sobre las importaciones recién fue realizada de manera formal unos días previos a la primera audiencia con las patronales por las paritarias que será este jueves 30 de julio. Lo hicieron luego de sacar comunicados y juntar firmas en
la base del gremio sin ninguna explicación de porqué se realiza ese reclamo.
En medio del debate, el grupo Política Obrera, plantea que esto es como el caso de Lear, donde la patronal importó toda la producción de al menos 9 meses, en las que abasteció a la Ford casi sin producir mientras duró la lucha. Su objetivo desde el día uno, fue despedir a todo el activismo incluida la comisión interna. Un 35% de la
fábrica. Si la situación fuera como dice Política Obrera, que las patronales se preparan para entablar una guerra contra el SUTNA de esa magnitud, sería una gran irresponsabilidad de la lista Negra y del Grupo Política Obrera, no estar informando esto a todos los trabajadores con números concretos de cuánto están importando las empresas, de cuánto está bajando la producción a causa de ello y cuántos puestos de trabajo corren peligro. Llamando a organizar ya mismo una resistencia de magnitud. Sin embargo eso no se hace.
La comparación con Lear aparece para la polémica, pero no hay un solo trabajador del neumático al que se le haya planteado semejante situación. Comparar la situación de la multinacional Lear del 2014 con la situación actual del neumático, es querer justificar una política peronista. Y si realmente la dirección del SUTNA pensara o supiera que algo similar preparan las patronales del neumático, tendría que convocar ya mismo a los trabajadores para informarles del plan de guerra de las
patronales y definir colectivamente un plan de lucha de los trabajadores para enfrentarlo.
El mismo Secretario General del SUTNA, en la reunión de delegados del día 27 de julio, argumentó este planteo a favor del pedido de suspender las importaciones, no en ningún caso tipo Lear, sino en que las empresas cada vez que el Sindicato anuncia medidas de fuerza, ellas amenazan con importar neumáticos. No hubo más fundamentos concretos que esos que se hayan presentado.
En la reunión de Comisión Directiva del día 28 de julio, los argumentos de los miembros de esta comisión que pertenecen a la lista Negra variaban: desde que, de no prohibirse las importaciones en general las patronales que tienen fábricas en el país, como Pirelli y Bridgestone, pueden compensar la producción perdida en los días que se realicen paros, debilitando la fuerza del Sindicato; hasta decir que se podrían generar nuevos puestos de trabajo en la rama. No se presentaron números concretos y evolución de las importaciones de las tres grandes fábricas (Fate, Pirelli y Bridgestone) y tampoco existe ningún compromiso de estas grandes empresas (dos de ellas multinacionales), de que vayan a generar una determinada cantidad de puestos de trabajo a cambio de que se prohíban las importaciones de determinadas marcas y medidas de neumáticos. Si fuera este último el escenario concreto, donde las patronales presentaran una propuesta concreta hacia el Sindicato y el Gobierno, y este último accedería al pedido de las patronales con el compromiso de generar nuevos puestos de trabajo en condiciones igualitarias a las actuales, lo podríamos evaluar, siempre evitando generar una competencia o enfrentamiento entre trabajadores de distintos países.
Lejos de esto, la Negra hace un pedido general al Gobierno de que no ingresen más neumáticos, que se pueden producir en el país. Y al mismo tiempo le reclama a las empresas que fabrican en el país, un compromiso de que no importen neumáticos que pueden producir localmente. Es decir, buscan un acuerdo que les garantice la totalidad del mercado interno a las tres grandes empresas del neumático, siempre y cuando estas últimas se comprometan a importan sólo los neumáticos que no pueden producir en el país y generen nuevos puestos de trabajo.
En este acuerdo, Fate sería la más favorecida, que es la empresa que cada tanto amenaza con preventivos de crisis y suspensiones con rebaja salarial y se lleva millones en subsidios, a cambio de no avanzar. Así se busca que estas grandes patronales incrementen su producción en general abasteciendo todo el mercado interno. Pero, ¿quién garantiza que esto no se haga con más flexibilización y trabajo precario? Nadie por ahora. Pero vamos pidiendo esta medida, “en defensa de la industria nacional”.
Consideramos que la única forma duradera de defender nuestras conquistas es con la lucha. Es engañarse pensar que un Sindicato en este contexto, puede mantener al margen de esta situación de crisis nacional e internacional más general, a toda una rama de la economía pidiéndole al Gobierno el cierre de importaciones. Lo único que garantizaría que no haya ataques, es la lucha y la organización más amplia y democrática de cientos o algunos miles de trabajadores del gremio.
Esto no significa que estemos por el “librecambio”, cuestión que sólo puede plantear alguien que no puede tener una posición independiente de las distintas fracciones de los capitalistas. La mejor garantía o la mejor manera de estar en las mejores condiciones como Sindicato para enfrentar los ataques inevitables, es la organización más amplia y democrática de los trabajadores de todas las plantas, y unir la lucha de los trabajadores del neumático a la lucha de todos los sectores combativos del movimiento obrero. Uniendo en las calles a los trabajadores sindicalizados, precarizados, en negro y desocupados, con el objetivo de luchar para que la crisis la paguen los grandes capitalistas.
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