La pandemia del Covid no da respiro. La destrucción y contaminación ambiental tampoco. Incendios forestales, quema de pastizales, factorías de cerdos que fabrican nuevas pandemias. No son fenómenos naturales, hay un espiral de negocios detrás. Así como las causas de la pandemia del covid no son un fenómeno estrictamente natural, tampoco lo son sus consecuencias. Entre los responsables de esta contaminación y quienes la padecen, hay una grieta que es de clase.
Hay un caso muy grave del que nadie está hablando salvo La Izquierda Diario y medios cooperativos e independientes: el de la empresa Klaukol ubicada en La Matanza que ya mató más de 100 vecinos y trabajadores. Klaukol hoy es propiedad del grupo suizo Sika, una empresa de químicos. Esta planta, en el barrio Virrey del Pino es la planta madre en toda Latinoamérica, produce cemento, pintura, pegamento para la construcción.
A 44 km de la Capital Federal, los vecinos denuncian que los condenan a una muerte silenciosa: respiran metales pesados, respiran veneno, provocando cáncer. Quería compartir primero con ustedes un fragmento de una entrevista que le hicimos a Susana Aranda, vecina del barrio referente de esta lucha que ya lleva 11 años para que la empresa se vaya de ese lugar y que está en huelga de hambre hace 23 días y acampando frente a la planta.
Ese era el testimonio de Susana Aranda el 11 de agosto aca en Se Tenia Que Decir. Es absolutamente ilegal que Klaukol esté funcionando en ese barrio. Los vecinos deberían estar amparados por la Ley de regulación ambiental para la industria en la Provincia de Buenos Aires (Nº 11.459) que prohíbe que empresas con esos niveles de contaminación estén ubicadas en un casco urbano, ni siquiera podría funcionar en un parque industrial.
El propio organismo provincial para el desarrollo sostenible (OPDS) calificó a la empresa en la categoría 3 de contaminación, que es la más alta. El titular de ese organismo es Juan “el colo” BRARDINELLI, que fue designado por el gobernador Axel Kicillof. ¿Por qué no da respuestas a este reclamo?
Ese día Susana dio tres datos escalofriantes: nos contó que el 26% de los niños y niñas ya tenían problemas de aprendizaje producto de esta contaminación. Ya hay más de 100 vecinos y trabajadores que mató esta empresa. Mientras hablábamos con ella 6 personas, entre ellos 4 obreros de Klaukol, estaban esperando su desenlace por el cáncer terminal que provoca esta multinacional. Ningún trabajador de Klaukol llega siquiera a jubilarse, se enferma antes. El municipio de La Matanza, hoy a cargo de Fernando Espinoza del Frente de Todos le sigue dando la habilitación a Klaukol que está matando a un barrio de laburantes. Lo mismo pasó con María Eugenia Vidal y los gobiernos anteriores. Van 11 años de este reclamo. La justicia también les viene dando la espalda. Fueron a todos lados, pero estas multinacionales cuentan con el encubrimiento y la complicidad del poder político y judicial. Los vecinos y la propia Susana recibieron amenazas, van patotas del municipio a destruir el acampe, hace unos años la apretaron con armas, la golpearon y le hicieron tragar pilas.
¿Cuántas muertes más van a dejar pasar en Virrey del Pino? ¿Cuándo es momento de enfrentar a estas empresas que matan? En medio de la pandemia, están envenenando un barrio entero. ¿Dónde está la prioridad por la salud de la que hablan en las conferencias de prensa?
Susana también graficó la relación entre el poder económico y los grandes medios: Klaukol paga publicidad muy costosa en televisión, radio, ese es el motivo por el cual ningún medio habla de lo que está pasando aca, salvo La Izquierda Diario. El año pasado, un periodista de Radio Presente, una radio comunitaria, que la entrevistó recibió una carta documento amenazante de la empresa. A vos te digo, si te llegó esto, difundilo, compartilo, comentalo. Tomate unos minutos y usemos las redes sociales para dar a conocer esta realidad que se oculta, y pelear con Susana y todos los vecinos de Virrey del Pino para romper ese cerco mediático. Que llegue también a todas las organizaciones ambientalistas para unir fuerzas y echar de una vez a Klaukol.
No quería dejar de mencionar los otros dos ejemplos, que también son de gravedad para la salud y la vida de la población, además del medio ambiente. De nuevo, hay grandes negocios que están detrás, tienen nombre y apellido.
El caso de la factoría de cerdos es verdaderamente emblemático. ¿Saben quién es uno de los defensores de la factoría de cerdos que se anunció a través del ministerio que conduce Felipe Sola? Hugo Sigman, el dueño del laboratorio (Grupo Insud) que el gobierno eligió para la producción de la vacuna del covid de Oxford. El mismo empresario que te quiere vender la vacuna, está involucrado en el agronegocio que provoca justamente estas pandemias como el covid, y otras anteriores que originadas por este tipo de factoría de cerdos. Un negocio redondo. Sigman, es dueño de una empresa que desarrolla actividades agrícolas y ganaderas de producción de alimentos y biotecnología, con siete establecimientos distribuidos en cinco provincias. Es accionista de Biogénesis Bagó que hace vacunas y medicamentos veterinarios que también está ligado al sector agropecuario por supuesto; y tiene una empresa maderera con más de 32.000 hectáreas forestadas. Un espiral de negociados, que le permitió estar en el puesto número 7 de los más ricos del país con una fortuna de 2.000 millones de dólares.
Para terminar, como dicen las organizaciones ambientalistas: Argentina está en llamas, 10 provincias con incendios. En Córdoba ya arrasaron con más de 40 mil hectáreas, se calcula que en todo el país son 120 mil hectáreas afectadas. Hay pérdidas de flora y fauna, contaminación del agua, pérdida de viviendas, y provocan que la población esté respirando humo en medio de la pandemia. De nuevo, está detrás el negocio agropecuario e inmobiliario. No es un “castigo del clima” como dijo el gobernador cordobés del PJ Schiaretti. Es más barato para los empresarios tirar un fósforo para el desmonte que contratar maquinaria. El sitio cordobés “Sala de Prensa Ambiental” los bautizó “Los caballeros de la quema”, grandes propietarios de la tierra que son responsables de esta destrucción y tienen nombres: desde la familia de estancieros Becerra en Córdoba, hasta los hermanos Passaglia, dueños de vastas hectáreas en las islas del Delta del Paraná. Uno de estos hermanos, Santiago, es diputado provincial de Cambiemos, el otro, Manuel, es intendente de San Nicolás. La alianza entre empresarios, poder político y judicial es responsable.
Hoy estamos peleando por la Ley de Humedales que sería un paso importante y para echar a Klaukol ya mismo de La Matanza. Sabemos que es parte de un camino que tiene que apuntar a dar vuelta un sistema social donde los dueños de todo, todo lo destruyen. La relación de la humanidad con la naturaleza no es algo dado. Está determinado por el funcionamiento de un sistema social global, capitalista, donde es la ganancia de unos pocos es la que manda.
Quiero terminar con el mensaje de Susana Aranda, que nos habla a todas y todos nosotros. Esto, tiene que parar. Esto, lo tenemos que parar. |