Mediante un posteo, el vicegobernador de Salta, Antonio Marocco, informó hace unas horas que esta tarde “el Senado Provincial aprobó un proyecto para que el Comité Operativo de Emergencia (COE) tome las medidas necesarias para la realización de testeos masivos de COVID-19 a todo el personal de Salud y Seguridad, con el objetivo de mantener baja la incidencia entre quienes están más expuestos al contagio”.
La votación se dio dos días después que por mayoría no tan holgada, legisladores locales votaran el martes en contra de un proyecto de resolución que reclamaba al Ministerio de Salud Pública “se realice de inmediato el test PCR al 100% de los trabajadores de la salud” con testeos quincenales de control. Al mismo tiempo, que “se proceda al pase a planta permanente bajo el régimen de la ley 7678 de todos los trabajadores del área que se encuentran trabajando sin estabilidad o bajo la forma de contratos precarios”. Lo que levantó una ola de repudio generalizado de la población en la provincia, incluidos muchos ex votantes de Gustavo Sáenz hace casi un año.
El malestar está relacionado no solo con la exposición de las y los esenciales que son las y los que están al frente de la crisis sanitaria por coronavirus en todos los puntos de la provincia y el país, si no al mismo tiempo cuestiona el garantismo oficial a la precarización laboral reinante en la salud y todos los recovecos del Estado así como en trabajos privados, que llevan a Salta al podio del trabajo no registrado a nivel nacional junto con otras provincias del norte.
“Igual remuneración por igual tarea”
En el día de ayer, Sáenz reapareció luego de haberse nacionalizado hace más de dos semanas la crisis sociosanitaria en el norte de Salta, algo que el oficialismo local sigue negando. Además de prometer mayor mano dura y sanciones para las y los que violen las medidas de distanciamiento social y uso de tapabocas, prometió por medio de un mensaje grabado para toda la población que las y los enfermeros contratados pasarán a ganar como alguien que realice sus mismas tareas pero está en planta permanente.
“Desde que asumí me di con la triste realidad de que muchos enfermeros, agentes sanitarios trabajan precariamente, con contratos realmente que nos hacen sentir vergüenza. Hoy un agente sanitario o una enfermera gana 12 mil o 15 mil pesos en algunos casos”, sostuvo Sáenz siempre mostrándose como un espectador de la realidad salteña y no como parte de la casta política que gobierna hace años la provincia o la capital, siempre a favor de los empresarios y con mucha demagogia popular.
Desde ese anuncio todo tipo de opiniones empezaron a circular en los medios, desde políticos garantes de esta realidad desde la década del 90 hasta periodistas que tienen trabajando a personas en forma precaria en sus programas o empresarios. A quienes no se invita a opinar es a las y los trabajadores que año tras año realizan sus funciones en forma precaria.
Una trabajadora de la salud contratada hace 6 años comentó a este LID multimedia que “lo que necesitamos es el pase a planta. No un aumento que quizás este ahora y después no. Es algo que merecemos como trabajadores. Lo que falta es voluntad política, no de ahora. Esto pasa siempre. Que no nos venga a decir ahora el gobernador que no sabía”.
¿Qué esperan Juan Arroyo de ATE y la CGT para organizar un verdadero paro y plan de lucha para conquistar todos los derechos?
De lo que se trata es de organizarse y pelear por el pase a planta de todas y todos los trabajadores del Estado, empezando por el sector Salud, y del sector privado, con un salario igual a la canasta familiar. Al mismo tiempo que testeos masivos a todas las y los trabajadores que se ven obligados a salir a trabajar sin la mínima medida de higiene y seguridad como en los ingenios azucareros o locales comerciales. .
Y que los funcionarios políticos como Sáenz, Marocco o cualquier diputado, senador o concejal, ganen como una maestra, como hacen las y los legisladores del Frente de Izquierda Unidad en todo el país. |