El martes por la tarde, el presidente Trump visitó Kenosha, Wisconsin, el lugar de los recientes levantamientos contra el violento tiroteo policial sobre Jacob Blake. Durante la visita, Trump condenó las protestas como "terror interno" mientras prometía más fondos para la policía.
El día anterior había defendido al pistolero de extrema derecha de 17 años que mató a dos manifestantes en la ciudad. Su retórica y comportamiento son un intento de animar su base racista y posicionarse como el candidato de la “ley y el orden” en medio de la creciente tensión en los Estados Unidos. Las acciones son peligrosas y casi garantizan nuevas escaladas. Cualquier escalada debe ser combatida por un movimiento de los grupos oprimidos y la clase trabajadora.
El 23 de agosto, los agentes de policía le dispararon a Jacob Blake, un hombre negro de 29 años, siete veces en la espalda mientras subía a su automóvil. Desde entonces, Kenosha ha sido el epicentro de las manifestaciones, con la policía y los grupos de derecha reprimiendo a los manifestantes antirracistas.
Dos noches después de que la policía disparara contra Blake, Kyle Rittenhouse, un esbirro de extrema derecha de 17 años, mató a dos manifestantes con un rifle semiautomático. Rittenhouse, fan de Trump y Blue Lives Matter, había viajado 40 minutos desde el vecino Illinois para patrullar las calles de Kenosha y "proteger" l<a propiedades. Las imágenes de video de la noche muestran a la policía interactuando con las fuerzas armadas de derecha, incluidoa Rittenhouse, dándoles agua y agradeciéndoles por estar allí.
Después de matar a los dos manifestantes, Rittenhouse pasó junto a la policía con las manos en alto. A pesar de que los manifestantes gritaron que acababa de dispararle a alguien, no fue detenido; regresó a casa esa noche y solo fue arrestado al día siguiente. El trato que la policía le dio a Rittenhouse contrasta con el horrible trato que le dieron a Jacob Blake, a quien dispararon una y otra vez mientras abría la puerta de su coche.
También es estremecedor cuando se compara con los asesinatos de Breonna Taylor, George Floyd, Atatiana Jefferson, Philando Castile, Tamir Rice y otras innumerables víctimas de la brutalidad policial. Sin embargo, las acciones de la policía son consistentes con su rol como el brazo armado y represivo del Estado, cuyo propósito es proteger el capital y la propiedad privada.
Los policías también tienen una larga e íntima historia con los movimientos de la milicia de derecha, con quienes a menudo trabajan a mano y mano.
En una conferencia de prensa el lunes, se le preguntó a Trump si condenaría a Rittenhouse, pero se negó a hacerlo. En cambio, dio a entender, contradiciendo la evidencia del video, que Rittenhouse estaba actuando en defensa propia, respondiendo:
“Estaba tratando de alejarse de ellos, supongo, así parece. Supongo que estaba en un gran problema, probablemente lo habrían matado ".
Trump también se negó a condenar al policía que disparó contra Jacob Blake. En una entrevista con la presentadora de Fox News, Laura Ingraham esa noche, dijo que los agentes de policía se "ahogan" cuando están "bajo asedio" y comparó el tiroteo con perder "un putt de tres pies" en un torneo de golf.
Luego del fin de semana, Trump decidió visitar Kenosha el martes como parte de una visita "unificadora". El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, y el alcalde de Kenosha, John Antaramian, ambos demócratas, le pidieron a Donald Trump que no viniera y escribieron en una carta que una visita "dificultaría nuestra curación".
Trump rechazó sus preocupaciones y, encambio, argumentó que una visita a Kenosha podría "aumentar el entusiasmo y ... el amor y el respeto por nuestro país". No tenía planes de visitar a la familia de Jacob Blake. El padre de Blake, Jacob Blake Sr., dijo: “Esto no es política. Se trata de la vida de mi hijo ”, y no tenía ningún interés en hablar con el presidente.
En Kenosha, Trump inspeccionó las áreas dañadas por propiedades con el fiscal general Barr mientras una mezcla de simpatizantes y manifestantes contra Trump se alineaban en las calles . Luego de su recorrido por los barrios afectados, asistió a una mesa redonda con empresarios y policías en la que condenó a los manifestantes y dijo:
“Kenosha ha sido devastada por disturbios contra la policía y contra los estadounidenses… Estos no son actos de protestas pacíficas sino terror doméstico ".
Trump luego prometió 1 millón de dólares para el departamento de policía de Kenosha, 4 millones para ayudar a reconstruir negocios y 42 millones para policías y fiscales en todo Wisconsin. En particular, Trump no mencionó a Jacob Blake ni una sola vez. Él creía que su visita fue útil "porque me interesa la ley y el orden".
Biden afirmó correctamente que Trump estaba "avivando la violencia" a través de sus comentarios y su visita a la ciudad; sin embargo, Biden está tratando de superar a Trump en la retórica a favor de la "ley y el orden" pro-policial. En respuesta al levantamiento de Kenosha, Biden dijo:
“Los disturbios no son protestas. Saquear no es protestar. Encender fuego no es protestar. Nada de esto es protestar, es ilegalidad, simple y llanamente, y quienes lo hacen deberían ser procesados ... ¿Parezco un socialista radical con una debilidad por los alborotadores?
Biden planea emitir un anuncio comercial condenando la protesta. Del mismo modo, los gobernadores y alcaldes demócratas han utilizado las mismas tácticas represivas que defiende Trump. El alcalde de Kenosha incluso llamó a varios cientos de miembros de la Guardia Nacional en respuesta a las protestas. Ni demócratas ni republicanos son amigos de manifestantes o movimientos contra el racismo y la brutalidad policial.
La visita de Trump a Kenosha y la defensa tanto de Rittenhouse como de la policía de Kenosha sirven para varios propósitos. Wisconsin es un estado clave para las elecciones presidenciales de noviembre: en 2016, Trump ganó al estado por un margen menor al uno por ciento contra Hillary Clinton. La visita puede verse como un intento de hacerse un punto de apoyo en el estado. Sin embargo, la visita también sirvió para fortalecer la posición de Trump como el candidato de la "ley y orden" de manera más amplia. En el contexto de las protestas en Kenosha, así como en Portland, Trump espera obtener el apoyo de votantes indecisos que temen lo que está sucediendo en las ciudades de Estados Unidos.
Finalmente, su visita y declaraciones sirven para animar su base de derecha y fomentar el vigilantismo. Al igual que con sus anteriores comentarios incendiarios, como "Cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo", está tratando de avivar su base racista y de extrema derecha en medio de una carrera cada vez más apretada con Joe Biden. Al defender a Rittenhouse, negarse a mencionar a Jacob Blake y visitar Kenosha para prometer apoyo a la policía y denunciar los daños a la propiedad, Trump está señalando su lealtad al brazo racista y represivo del estado y a los acechadores de derecha.
Esta campaña de polarización es peligrosa y probablemente conducirá a más violencia y represión. La clase trabajadora y los grupos oprimidos deberán unirse en un movimiento poderoso y deben resistirse la cooptación del Partido Demócrata.
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Este artículo se publicó en la página de Left Voice de Estados Unidos, que es parte de la red internacional La Izquierda Diario del cual ofrecemos su traducción.
Traducido por Raúl Dosta para La Izquierda Diario México.
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