Kiara tiene 22 años. Vino de Perú a estudiar traductorado de inglés en la facultad de Derecho de la UBA. Apenas llegó, como muchos jóvenes migrantes, tuvo que salir a ganarse el mango y consiguió su primer trabajo en Burger King. Pero al tiempo la echaron y entró en Directway, un call center de seguros.
En los inicios de la cuarentena y ya existiendo un DNU anti despidos, a Kiara la despidieron sin haber finalizado el período de prueba de tres meses (algo que muchos empresarios aprovechan para no pagar indemnización). De hecho la forma que encontraron para hacerlo fue directamente sacarla de los grupos de Whatsapp. Después de meses de organización en asambleas y en las calles con la Red de Trabajadorxs Precarizadxs y junto a los abogados del CEPRODH consiguieron su reinstalación. Así se suma a una lista de reincorporaciones que logró esta organización. La Izquierda Diario conversó con varios de ellos para que nos cuenten su experiencia.
“Muchos estábamos en contrato de prueba (éramos como 50 en total) y solo de mi campaña donde éramos 11, despidieron a la mitad al inicio de la pandemia”, cuenta Kiara. “ A mí me tocó pasar por eso en mayo, cuando ya había un DNU anti despidos decretado por el Gobierno pero como es caso de muchos, las empresas no lo cumplen. Yo ya me venía organizando en La Red de trabajadores precarizadxs. Al principio cuando pasó todo esto hicimos movilizaciones al Ministerio de Trabajo. Yo no tengo sindicato, pero veo que a muchos compas que sí tienen, sus sindicatos no hacen nada para defenderlos. Es por eso que, junto con abogados y gracias a la lucha que dimos con mis compañeres obtuvimos un fallo que ordena mi reincorporación. Esto nos da mucha más fuerza para seguir luchando. Fue clave desde un principio unirnos entre laburantes de distintos sectores porque sabemos que la precarización es algo que atravesamos todos y tanto trabajadores en blanco, informales y desocupados tenemos que redoblar la fuerza que tenemos”.
Otro caso es el de un trabajador de la UOM que también fue reincorporado y decidió preservar su identidad. “Esto sienta un precedente muy bueno en favor de los trabajadores que sufren la precarización de las agencias. Muchos trabajadores dejaron de trabajar y de percibir sus salarios en plena pandemia”, sostuvo.
“Cuando arrancó la cuarentena en mi laburo nos echaron a 11 trabajadores a pesar del DNU que supuestamente lo prohíbe. De hecho la mayoría de mis compañeros estaban en modalidad informal. Con algunes compañeres empezamos a organizarnos junto a La Red porque la conducción de nuestro sindicato nos dio la espalda en todo momento y necesitábamos pelearla. Salimos a la calle con nuestros reclamos y los de todos los trabajadores que están en la misma situación y con el apoyo del Ceprodh conseguimos que la justicia falle a nuestro favor”, comentó Maxi, trabajador gastronómico.
Celina es abogada del CEPRODH de Rosario y hace hincapié en que si bien el apoyo de los profesionales es muy importante, es imprescindible estar en las calles. En el call center OTC de la localidad, en abril “se lograron 4 reincorporaciones de chicos y chicas que estaban en periodo de prueba y se empezaron a organizar con La Red. De hecho a uno de los chicos los reincorporan justo después de la movilización”, explicó Celina.
El decreto, los despidos y la crisis
Si bien a comienzos de la cuarentena se decretó la prohibición de despidos sin causa, según el Observatorio de despidos durante la pandemia de este medio, ya están registrados 751.173 despidos en todo el país. Esto muestra cómo no hay garantías por parte del Estado nacional para que este decreto se cumpla ya que muchas empresas se dan el lujo de dejar a familias y a jóvenes en la calle. Además son notorios la pasividad y el silencio de los sindicatos que agrupan a estos trabajadores y dejan pasar estos ataques en momentos en los que la pobreza y la desocupación alcanza niveles desastrosos.
Hoy la juventud enfrenta varios problemas en relación al trabajo pero también por el derecho a la vivienda como se ve en Guernica donde familias enteras fueron a tomar terrenos abandonados para tener un techo. Gente que no puede cumplir con el mandato de Quedate en casa para evitar los contagios porque no la tiene directamente. Que son cotidianamente hostigados por la policía y la gendarmería con amenazas de desalojo. Estos fueron beneficiados en estos días por la Provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional. Además en cada conferencia dada por Kiciloff, Horacio Rodríguez Larreta y el presidente Alberto Fernández discurso oficial culpabiliza a los jóvenes por los contagios, diciendo que van a comer asados cuando en realidad están saliendo a buscar el pan ya que quedaron en la informalidad y sin trabajo.
Las y los jóvenes de la Red de Trabajadorxs precarizadxs aprendieron a no agachar más la cabeza. Son más de 3000 en todo el país y se están organizando para enfrentar todos los ataques que las empresas se proponen descargar sobre ellos y ellas. Ante el avance de la derecha en las calles, ven que es necesario disputarlas, porque en las calles está la fuerza. Por eso este 17 de Septiembre se movilizan junto al Plenario del Sindicalismo Combativo por todos sus reclamos. |