De acuerdo a los estudios de la Universidad de Boston la “segunda pandemia” a consecuencia del coronavirus y profundización de la crisis económica es la depresión ya que esta combinación triplico los pacientes con síntomas de depresión, dejando secuelas en la salud mental en la población.

Ettman la autora principal del estudio publicado en la revista de Asociación Nacional de Medicina, JAMA Network, advierte que la salud mental está en riesgo y tiene un mayor impacto en la vida de las personas que eventos traumáticos como los huracanes o incluso atentados.

Mencionó que a la llegada de la pandemia ya se partía de tener síntomas de angustia, miedo, tristeza causados por el confinamiento, lo que afecta el bienestar emocional de las personas, sin embargo, cuando esta crisis sanitaria agudizo la crisis económica, las sensaciones de inestabilidad, trastornos de sueño e ideas de suicidio aumento de una forma exponencial. Según la autora no esperaba encontrar cifras tan grandes como las que arrojó el estudio, 1,441 personas parte del panel de AmeriSpeak, de la Universidad de Chicago: la cantidad de personas que sufre síntomas de depresión, según se midió entre el 31 de marzo y el 13 de abril, aumentó tres veces.

Los encuestados informaron desde cambios en el apetito o desorden alimenticios, problemas para concentrarse, trastornos del sueño, cansancio, falta de energía, pérdida de interés en las actividades (incluido el sexo), sentimientos de desesperanza, abandono y pensamientos suicidas o sentimientos de que sería mejor estar muerto.

Este estudio se dio a conocer en el marco de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, situación que en México no se han logrado reducir, según el presidente del Consejo Ciudadano “al contrario, en la última década hemos tenido un incremento”. Pasó de una tasa de 3 a 5.2 suicidios por cada 100,000 habitantes y es la población más joven la que más toma la decisión de ponerle fin a su vida.

Por otro lado, Carmen Fernández, directora general de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), mencionó que en lo que va del periodo de pandemia, aumento hasta del 43% en los jóvenes que cometieron suicidio. El promedio en las edades de los fallecidos, dijo, es de entre los 15 y los 29 años por lo que lo coloca como la segunda causa de muerte entre los jóvenes de esta edad; mientras que para el rango de los 20 a los 24 años, la tasa de suicidios representa la más alta entre toda la población con un 9.3 por cada 100 mil habitantes.

Al ser los jóvenes el sector que más sufre la precariedad laboral, son quienes más afectaciones emocionales tienen, lo cual se refleja en estos datos.

Esta combinación de crisis sanitaria y económica está recayendo sobre las espaldas de las y los trabajadores y juventud, pues se suma la población que al tener los trabajos precarios con salarios de miseria tuvieron que endeudarse para sobrevivir, los que no dejaron de laborar para hacer cuarentena exponiendo a sus familias a posibles contagios, o los que salen todos los días en búsqueda de empleo ya que se les despidió de manera ilegal durante la pandemia dejando una sensación de futuro incierto orillando a tener síntomas de depresión.

Ante este escenario, hoy más que nunca es necesaria la organización y la unidad de todos los sectores de la juventud y trabajadores construyendo un gran movimiento contra la Precarización Laboral y los Despidos, para que esta crisis no la terminen pagando los de abajo.

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