Así lo confirmó el general Agustín Cejas en un acto casi íntimo en un regimiento (mirá el video). Ahora, con la venia del Gobierno, recorrerá todos los comandos de brigada del país reivindicando a puertas cerradas a militares que participaron activamente del genocidio.
Ya a nadie sorprende que el ministro de Defensa Agustín Rossi haga todo lo que está su alcance para congraciarse con los militares argentinos. Su reivindicación constante de los supuestos sacrificios y la supuesta vocación de servicio del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea se combinan con la obtención de jugosos presupuestos para mantener contentas a las tropas.
Ahora, por boca del mismo jefe del Ejército Agustín Cejas, también se sabe que Rossi pactó con los militares la realización de homenajes a militares represores. Eso sí, no por Twitter ni por otro canal oficial de las Fuerzas Armadas. Que la cosa sea más bien en privado. En los cuarteles y uniformados, sí, pero sin levantar la perdiz.
Como se recordará, el 6 de septiembre desde su cuenta oficial de Twitterel Ejército Argentino homenajeó al subteniente Rodolfo Berdina y al soldado Ismael Maldonado, ambos muertos en 1975 en el llamado “combate de Potrero Negro”, en el marco del Opertivo Independencia. Es decir, un homenaje a dos represores que participaron activamente en el “ensayo general” tucumano de lo que pocos meses después sería un genocidio en toda la Argentina.
Ante el repudio generalizado de sobrevivientes de la dictadura y de los crímenes de la Triple A, de organismos de derechos humanos (algunos aliados del propio gobierno de Alberto Fernández) y de parte de la sociedad, el ministro Rossi ordenó a sus dirigidos que bajen el tuit. Disciplinado, el general Cejas cumplió la orden. Pero, obviamente, se quedó con la sangre en el ojo.
Tres días después de ese fallido tuit el propio Cejas hablaría en un acto ante decenas de soldados de un cuartel del Ejército. Allí contaría en pocas palabras cuál fue el pacto al que llegaron con el ministro Rossi.
El hecho fue apenas comentado por algunos medios e incluso se lo tituló con otros pasajes del discurso del jefe de la fuerza, menos comprometedores. Pero el video filtrado demuestra que el contenido más importante de ese discurso no fueron las vagas referencias a los “cambios” suscitados con el nuevo gobierno, sino qué tipo de arreglo entre bambalinas encerró la decisión de “bajar” el tuit de homenaje a Berdina y Maldonado.
Vale la pena la transcripción completa del discurso de Cejas. “Vengo a la primera línea porque siempre insisto que se conduce desde adelante. Vengo también, en este rápido contacto pero que busca establecer el vínculo que nos va a llevar siempre adelante (basados en la disciplina y en este sentimiento de lealtad permanente) a que quede claro que no renunciamos a recordar a nuestros muertos. Que para nosotros es central, en el fuego, en la energía con la que necesitamos fortalecer nuestra voluntad, nuestra perseverancia para enfrentar, para buscar la aproximación para lograr el objetivo. Y cuando digo aproximación para lograr el objetivo, es eso, maniobrar. Y muchas veces la maniobra no es directa. De eso también sabemos”.
“Evidentemente, a partir del cambio de Gobierno hay un cambio en lo que éste establece como lineamientos rectores. No obstante lo cual, se sigue haciendo la conmemoración de muertos. Y así lo hizo el Ejército el 17 de enero en la Guarnición Ejército de Azul, recordaron a los que cayeron defendiendo esa guarnición. Lo hicimos hace quince días en el Colegio Militar recordando al coronel Argentino del Valle Larrabure. Lo hice hace cuatro días, en la Dirección General de Sanidad, recordando al coronel Duarte Ardoy”, siguió el jefe del Ejército, detallando homenajes a militares represores.
Y luego pasó a hablar del homenaje del escándalo. “Como físicamente no podíamos movernos a la provincia de Tucumán para recordar el combate de Potrero Negro, se publicó en la red social oficial del Ejército una conmemoración y un recuerdo porque un día como ése, 5 de septiembre de 1975, murieron en combate, en cumplimiento del deber, el subteniente Berdina y el soldado Maldonado. Esto generó una demanda de un sector, representado fundamentalmente por organismos de derechos humanos, ante el Ministerio de Defensa. Situación que generó una crisis, porque esta conmemoración que está enmarcada en el Operativo Independencia, lleva como título el de una causa judicial con tratamiento en el Juzgado Federal de Tucumán. A partir de esta definición de la Justicia se genera el conflicto. Porque todo lo que pasa a lo largo de este tiempo está en esta causa judicial”.
Cejas, entonces, explicó cómo fue el detrás de la escena de la bajada del tuit. “Ante esta situación fue necesario desescalarla (sic), razón por la cual se levantó la publicación en la red social del Ejército, dejando claro que la única intención es recordar a nuestros muertos. Y por esa razón, quizás hay interpretaciones que cada uno hace desde el lugar donde se encuentra. Y puede alguno haber pensado que renunciamos a esto, que decimos que es central para alimentar nuestro espíritu, nuestra vocación”.
Por esa razón, finalizó el general Cejas, “decidí, luego de una reunión que tuve con el ministro de Defensa en la tarde de ayer (por el 8 de septiembre), efectuar este recorrido que inicio aquí y que va a pasar por los cuarteles de los comandos de brigadas de algunas agrupaciones, para transmitir este mensaje cara a cara con la gente, para decirle que el Ejército, la conducción del Ejército, nuestra institución, mantiene este recuerdo permanente a nuestros muertos”.
Vale aclarar que en ningún sitio o publicación oficial, ni en el programa semanal Nuestro Ejército de la TV Pública ni en los tuits personales de su plana mayor, esa fuerza armada ha dado publicidad sobre el acto en cuestión, ni informó en qué cuartel se hizo ni las circunstancias generales que lo motivaron. Pero el video habla por sí solo. Y el general Cejas se habla encima.
A confesión de parte, relevo de pruebas. Todo lo “democráticos” que aparentan ser los actuales militares, tanto que Alberto Fernández los desliga por completo de las Fuerzas Armadas genocidas y hasta casi decreta la “vuelta de página” respecto a esa parte de la historia reciente (con heridas más que abiertas e impunidad de a montones), se cae como un castillo de naipes con solo escucharlos hablar en la intimidad de los cuarteles.
Agustín Rossi sabe que Cejas dijo eso hace 12 días y que seguirá haciéndolo en una decena de cuarteles más de todo el país. Pero no parece importarle. Lo que importa es que “no se note”.
Nunca dejaremos de gritar bien fuerte que con los genocidas no habrá ni olvido, ni perdón ni reconciliación.