La paritaria estatal bonaerense arrancó mal, no hubo oferta del gobierno. Días antes habían dejado trascender por los medios que estaban evaluando una suma fija y en negro de $7000, una miseria para salarios que están $20000 debajo de la línea de la pobreza que mide el Indec, y más aún cuando a la extorsión policial se respondió con una propuesta “histórica”, según los dichos del propio Axel Kicillof.
Ayer el gobierno nacional ofreció un 15% de aumento en 4 cuotas, una vergüenza que llevó a que la propia UPCN lo rechazara rotundamente. No sería de extrañar que el gobierno provincial esté evaluando una oferta a tono de la nacional.
Los y las estatales venimos de una pérdida salarial del 37,3% durante los 4 años de gobierno de Vidal. En 2020 tuvimos un aumento de $4000 por decreto en abril, que ya se lo llevó puesto la inflación de lo que va del año.
Trabajadores y trabajadoras cada día más cerca de la indigencia que de la pobreza, mientras queda claro que en la pandemia son los que, de manera presencial, como los que están en la primera línea, o desde la casa, han hecho funcionar cada programa o área de gobierno provincial. Como dicen las trabajadoras de la salud “somos esenciales, pero nos tratan como descartables”.
Los gremios a espalda de los y las estatales
Lo más bochornoso a esta altura es la intervención de los gremios del sector. De hacer la plancha durante estos meses de cuarentena, dándole aire al gobierno, a vociferar la apertura de la paritaria ante la respuesta de lo que llaman “justo reclamo policial”.
UPCN, ATE, SSP y otros gremios de Fregepba se sentaron sin ningún mandato de base, sin propuesta clara de reclamo salarial, haciendo eje en los esenciales como si el resto de los sectores no estuvieran desarrollando tarea y como si se hubiera podido elegir ser esencial o no.
Y mucho más peligroso aún, mezclando la necesidad de recomposición salarial con la discusión de un convenio colectivo de trabajo que según plantean desde ATE contenga las especificidades de los distintos sectores, lo que ´puede significar la legalización de las grandes diferencias que hay entre organismos.
Desde la Marrón Clasista hemos alertado sobre la discusión de un CCT cuando la tendencia en el país del FMI y en el mundo es a reformas flexibilizadoras y regresivas, pero además que se hace a espaldas a los trabajadores y trabajadoras.
ATE debe convocar ya a un plenario de delegados con mandato en el camino de una asamblea estatal para discutir un plan de lucha para arrancarle al gobierno una verdadera recomposición salarial que nos permita recuperar el 37,3% perdido en los años de Vidal y contenga el 40% de inflación prevista para este año, que vaya al básico e impacte en la antigüedad y en los salarios de jubilados y jubiladas, así como la recategorización que nos adeudan, el aumento de las asignaciones familiares junto a la eliminación de las escalas y el pase a planta de todos los precarizados.
Plata hay si se avanza en impuestos a los grandes ganadores durante el macrismo y a los que se la siguen llevando en pala a pesar de la pandemia junto al no pago de la deuda y a los especuladores a quienes Kicillof ya pagó 300 millones de dólares.
Un plan de lucha que arranque movilizando a la paritaria y que se proponga que ningún estatal quede por debajo de la línea de la pobreza. Por un salario igual a la canasta familiar que según calcula la Junta Interna de ATE Indec está en $70.000.
Fuerzas hay, ya lo vimos el 17 en la movilización del Plenario Sindical Combativo, pero también el 21 en la movilización de enfermería, sector en el que el malestar por los bajos salarios empieza a generar una fuerte organización por abajo, en cada efector de salud y hospital.
#NoALDesalojo
Pero además los y las estatales tenemos que discutir como parte de nuestro plan de lucha la solidaridad y el apoyo a las familias que luchan por #TierraParaVivir. Como lo hacemos desde algunas juntas internas y comisiones de géneros de los ministerios.
Desde la Marrón Clasista en el MAC venimos organizando también la solidaridad material con las mujeres y familias de Guernica y esa campaña debe reforzarse de cara a los primeros días de octubre para cuando está previsto el desalojo. ATE debe ponerse a la cabeza de organizar la fuerza de los y las estatales para que la lucha por tierra y vivienda triunfe. |