En la editorial de la Izquierda Diario de ayer, 18 de septiembre, decíamos en relación a la lucha de Lear: “La izquierda debe cerrar filas en torno a esta batalla. No se puede pensar el desarrollo del Frente de Izquierda y los Trabajadores por fuera de esta lucha de clases real. Nuestro partido está jugado hasta el final por obtener un triunfo en Lear, que indiscutiblemente gravitará sobre el conjunto de los trabajadores. Lamentablemente no vemos la misma voluntad política en el resto de nuestros compañeros de la izquierda. No pueden pensarse “congresos del movimiento obrero y la izquierda”, como se proponen realizar los compañeros del PO en noviembre; ni repetir encuentros sindicales de menor envergadura que el de Atlanta, como proponen el “Pollo” Sobrero y el “Perro” Santillán. Cualquiera de estos proyectos no están a la altura de la circunstancias, si no se miden por su participación en el campo de una lucha ejemplar como la de Lear”.

Ayer, observamos en el sitio web del semanario del PO, que los compañeros afirman: “La reincorporación de los 45 compañeros -que hace más de cien días están llevando adelante esta lucha- es una barrera para frenar el conjunto de las suspensiones y despidos en el conjunto del país”.

Coincidimos con la afirmación. La leímos mientras La Izquierda Diario estaba cubriendo, ayer, los hechos en la Panamericana, que todo el país conoció, en una nueva jornada de lucha nacional por Lear. Mientras se podía leer esta declaración, correcta, de los compañeros del Partido Obrero; sin embargo no pudimos compartir con los compañeros la acción, ya que no participaron.

¿En qué quedamos? Si, como dice el semanario Prensa Obrera, la lucha de Lear “es una barrera para frenar el conjunto de las suspensiones y despidos en el conjunto del país”, es necesario que toda la izquierda estemos presentes en la batalla para ayudar a la lucha, de conjunto.

Ayer ha quedado atrás. Hoy ya es demasiado tarde. Haremos esfuerzos para que, desde mañana, los compañeros reviertan su accionar y vuelvan a participar de las acciones de acuerdo a la importancia que le adjudican en su palabra escrita.