En los últimos días, el intendente de Juntos por el Cambio difundió en el sitio web oficial del municipio un recetario de "alimentación saludable" a base de hidratos de carbono para las familias que reciben los bolsones de alimentos entregados en las escuelas. Las recetas son: hamburguesas de garbanzos, ensalada de garbanzos, sopa de arvejas, pizza de polenta, buñuelos de arroz, albóndigas de garbanzos, galletitas de vainilla, bizcochuelo de vainilla y masa de tarta.
Esta sugerencia alimenticia se corresponde al servicio deficitario de los comedores escolares dependientes del municipio y la provincia, con viandas y alimentos insuficientes y poco saludables en cuanto a los valores nutricionales recomendados para cada etapa de crecimiento.
Como ya lo venimos denunciando desde LID, las familias que reciben los bolsones de alimentos se componen de polenta, puré de tomate, fideos, garbanzos, arvejas, aceite, leche, huevos, arroz y carecen de verduras y carne. Es decir, que una familia no logra cubrir una alimentación de calidad y nutritiva y solo alcanza para unos escasos días. Es una canallada la ausencia de un plan alimenticio saludable y que se avale la racionalización "de guerra" de la producción de comida de las familias que se encuentran en una situación de máxima vulnerabilidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, una alimentación saludable “es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana”. ¿Por qué es fundamental que miles de niños, niñas y jóvenes de nuestras escuelas accedan a dicha alimentación? Diversos trabajos médicos abordan la estrecha relación entre una correcta nutrición en las etapas de crecimiento para poder contar con un aparato inmunológico que dé respuesta a los agentes de contagio como virus y bacterias. Se recomienda el consumo de 1300 a 2400 calorías diarias, según edad, peso y talla.
Por tal motivo, el Estado provincial y municipal deben reforzar no sólo lo que hace a las cuestiones sanitarias sino a las nutricionales de miles de niños, niñas y jóvenes que dependen exclusivamente de los alimentos provistos por los comedores escolares, más en el contexto de pandemia por COVID 19.
Valenzuela y sus funcionarios ¿alimentan a sus hijos con garbanzos 3 veces por semana?. ¿Cómo pretenden que les estudiantes tengan un aprendizaje de calidad y a la vez enfrentar la pandemia junto a sus familias con alimentos compuestos de hidratos de carbono y sin incluir proteínas y vitaminas?
Además de no priorizar las necesidades básicas alimenticias y sanitarias, presentó un plan para volver a clases para los estudiantes de 6to año en pleno pico de contagios y muertes por Covid 19.
Carina, docente de primaria de Tres de Febrero, comentó: “ Es terrible, nos dan una miseria comparado al presupuesto que seguro presentan. Más de la mitad de los ingredientes que proponen no lo entregan. Y lo más probable es que lo hagan para que figure como que sí nos los dan “.
Desde la agrupación “La Marrón” junto a docentes y familiares de alumnos y alumnas ,el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), y el diputado del Frente de Izquierda Claudio Dellecarbonara presentaron en marzo una medida judicial ante la insuficiencia en la entrega de bolsones de alimentos por parte del SAE que se brindan en las escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires, exigiendo que el Estado garantice una nutrición saludable y suficiente. El mes pasado, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de La Plata falló a favor de la medida cautelar solicitada.
Hoy más que nunca, la medida cautelar se debe aplicar y es urgente que se destine presupuesto para garantizar una verdadera alimentación saludable a los comedores escolares. El hambre no puede esperar. |