La película será estrenada el próximo 22 de octubre. Está situada en un futuro distópico en la Ciudad de México, donde la clase baja se revela contra la élite en un “apocalipsis” estallando en llamas toda la capital.
"Una lujosa boda de clase alta sale mal en un inesperado levantamiento de la lucha de clases que da paso a un violento golpe de Estado", es la sinopsis.
Según Michel Franco —director de la película—, el proyecto nació hace cinco años: “la idea comenzó cuando empecé a ver en Europa que el fascismo, la ultra derecha, esa falsa izquierda tomaba fuerza. Traté de empatarlo con nuestra realidad y me di cuenta que esa inquietud no me la iba a quitar de encima hasta que hiciera una película”
Aún no ha sido estrenada, pero en redes sociales está siendo sumamente criticada porque, a pesar de que Franco intentara hacer “una crítica social”, es una historia clasista y racista.
Acá te van unos tweets:
Está bien pinche ridícula la propuesta de esa película “El nuevo orden” y espero que todxs lo notemos. Es pura lágrima whitemexican y está bien que sepan que cuando sea la revolución los ricos serán los primeros. Eat the rich.
Una vez en historia colonial vimos el caso de un rumor que corrió entre las élites criollas blancas de que los cimarrones se habían levantado en armas, iban a la ciudad y el pánico que desató. Esta película, de acuerdo a lo dicho por el director, es ese miedo blanco reaccionario. https://t.co/s8xZLtKZU7
GUACATELAS! Desde el trailer y luego esta entrevista. Jajaja además la nota también da cringe "sentado con una taza de té en un hotel veneciano" jajajajajaja Pero si una historia más de un hombre blanco privilegiado en donde al parecer la gente rica y blanca es la víctima. pic.twitter.com/h5TC9W1FTW
El hecho de separar a la gente blanca como las víctimas y las personas de piel morena como los salvajes, violentos e incontrolables, es una muestra de las exageraciones fantasiosas de las clases dominantes, pues en su miedo a que con un gobierno con retórica progresista —ni se diga uno donde la clase trabajadora conquiste el poder— pierdan todas sus ganancias, no les inmuta retratar escenarios post-apocalípticos al puro estilo Mad Max, donde se hace una asociación tácita y mecánica entre caos social y una supuesta política de izquierda.
Este tipo de contenido discriminatorio genera discursos de odio contra las clases populares y eso tiene consecuencias políticas concretas y reales. Es una advertencia para apoyar una cierta postura política: la subordinación de la clase obrera a la clase alta para mantener sus riquezas y posición social, política y económica, como si además el caos social no hubiera venido justamente de los gobiernos de derecha que sumieron a México en una espiral de violencia en su "guerra contra el narcotráfico", poniendo a la juventud y a las mujeres como carne de cañón. Y esta política ha tenido continuidad en el gobierno actual con la Guardia Nacional.
Periódicos como Forbes México, u otros que apoyan a la derecha, recomiendan verla ya que “muestra una radiografía nacional”. Michel Franco cuenta en una entrevista que, aunque la historia esté situada en México, podría estar en cualquier otro lugar, pues la gente está harta, “viviendo muchas injusticias a gran escala que se manifiestan en los actos cotidianos y eso es una bomba de tiempo. Entonces, sentí que era necesario hacer una película al respecto, y la única forma era a gran escala”… ¿La gente de la élite vive muchas injusticias?
En esta misma entrevista, Franco aclara que Nuevo Orden no es una película política, pero aún así menciona que no ve tan lejana la situación por todas las manifestaciones sociales que se han dado a nivel internacional, como Black Lives Matter en Estados Unidos o los Chalecos amarillos en Francia.