Los vecinos de esta toma de Moreno se encuentran negociando con funcionarios provinciales y municipales para que se garantice su derecho a la vivienda. Gran parte de los vecinos fueron reubicados en terrenos fiscales. Sin embargo, hay incertidumbre por quienes aún no tuvieron respuesta.
El pasado martes, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y el Municipio de Moreno instalaron carpas en las inmediaciones del barrio y comenzaron una serie de negociaciones pluriindividuales con las 130 familias que componen el barrio.
Luego de realizar entrevistas a los vecinos y evaluar la situación de cada uno, se les impuso, como condición para continuar la negociación, la firma de un acta compromiso de abandonar el predio de manera “pacífica y voluntaria”. Oralmente, los funcionarios les dijeron que a cambio recibirán un lote y materiales de construcción.
Entre el martes y miércoles pasado, aproximadamente 50 familias fueron reubicadas en terrenos fiscales de Manantiales y Cuartel V, localidades alejadas del barrio. Otro punto a donde irían sería Cascallares. En lo que resta de la semana el municipio se comprometió de manera oral a trasladar 20 familias por día. Sin embargo, aún quedan muchos que siguen esperando la promesa de palabra de ser reubicados en otras tierras y otras que todavía no fueron notificadas de cuál sería la solución que ofrecen para ellas, quedando a la espera del “te vamos a llamar”.
Todo este procedimiento es acompañado por la Policía Bonaerense, la cual desde el pasado miércoles mantiene rodeado el Barrio La Bibiana. Una intimidación para presionar a las familias a que firmen el acuerdo.
Según fuentes del lugar, los funcionarios avanzaron con la segmentación de las familias en distintos grupos de categorías (A, B, C). Se desconoce hasta el momento qué representa cada una. Lo que pudo constatar este medio es que las familias, al llegar al lote prometido, firman un acuerdo con el gobierno municipal de Mariel Fernández (Frente de Todos) en el cual para el 2023 deberán abonar el equivalente a 2 salarios mínimo, vital y móvil por año, monto que se dividirá en 12 cuotas. Si durante ese período, adeudan alguna de esas cuotas, el municipio podrá iniciar acciones por incumplimiento de pago, aunque no se aclaran cuáles serán estas acciones.
La unidad y la organización dieron sus primeros frutos
Los vecinos de La Bibiana II venían hace un año peleando por su derecho a la vivienda digna y tierra para vivir, realizando distintas acciones de lucha. Sin embargo, no habían recibido de parte del municipio hasta el momento más que amenazas y desprecio. Tuvieron que soportar amedrentamientos como cortes de luz, les negaba la atención médica a los niños y adultos en las salitas y centros de la zona, no les dejaban hacer perforaciones de agua y ni siquiera recibían por parte del gobierno algún tipo de ayuda alimentaria, pese a la situación extrema que estaban pasando, la cual se profundizó durante la pandemia.
En los últimos meses, las familias trabajadoras de la Bibiana II realizaron cortes, asambleas y jornadas solidarias por el reclamo a la vivienda digna. Recibieron el apoyo de organizaciones sociales, obreras y estudiantiles. Contaron con los trabajadores de Madygraf, de la alimenticia Mondelez, trabajadores de la salud de la zonay estudiantes de universidades. Se solidarizaron con otras tomas como la de Guernica. La unidad conquistada y la organización de las familias de esta toma de Moreno dio sus primeros frutos con los acuerdos firmados hasta el momento.
Sin embargo, la pelea por la vivienda no termina aquí. Todavía en el barrio hay familias a la espera y no hay que descartar posibles respuestas represivas en el caso de que haya resistencia. Vecinos del predio comentaron a este medio que familias de otros lugares se acercan a hablar con las autoridades para ver si pueden conseguir algún lote. Este jueves, las cámaras de la Izquierda Diario pudieron captar a un funcionario decirles a un grupo de familias "necesito que no me pregunten ni me interrumpan" cuando estas últimas le preguntaban si estaba asegurado el lugar a donde iban a ser reubicadas.
Por esto, es importante continuar en estado de alerta y seguir rodeando de solidaridad a La Bibiana II. Más teniendo en cuenta, el contexto actual de políticas represivas (represiones en las tomas de Los Hornos y Rafael Castillo, amenaza de desalojo en Guernica) por parte del gobierno provincial a quienes luchan por su
derecho a la vivienda.
Según la revista La Tecla, en Moreno quedan aún 26 tomas de tierras activas que no tienen respuesta alguna por parte de las autoridades. La organización alcanzada en La Bibiana debe extenderse a todos los que hoy pelean por el acceso a la vivienda y sumarse a las luchas de los trabajadores, mujeres y jóvenes contra la crisis que vivimos. Continuar con la organización y la unidad desde abajo es fundamental para frenar los desalojos y conquistar el derecho a la tierra para todos lo que la necesitan.