La protesta de este miércoles fue convocada por sindicatos y organizaciones sociales, estudiantiles, aglutinados en el llamado Comité Nacional del Paro, para rechazar la política económica y social de Duque, así como la violencia paraestatal, policial y hasta del ejército en diversas regiones del país, pero sobre todo en la zona del Cauca.
Esta jornada se da a un poco más de un mes, cuando en Colombia vivió una revuelta generalizada en las principales ciudades contra la brutalidad policial que tuvo como saldo 13 muertos a manos de las fuerzas represivas, un hecho protagonizado centralmente por la juventud. También se dan a un mes de conmemorarse la histórica protesta del 21 de noviembre del año pasado. Si bien no tuvo la masividad de las jornadas mencionadas continúa expresando la indignación de los trabajadores y el pueblo pobre víctima de las políticas del Gobierno de Duque.
Diversas fueron las ciudades donde se hizo sentir la protesta: Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Buenaventura, Popayán, Valledupar, Ibagué, Cali, Pereira, Santa Marta, entre muchas otras. En el caso de Bogotá, hubo al menos 12 convocatorias a plantones y marchas en distintos puntos. Aquí se confluyó hacia el centro de la ciudad desde distintas avenidas principales. Una de las marchas más grandes se vio en la carrera Séptima, una de las arterias más importantes de la capital colombiana, en donde se fueron sumando personas con whipalas -banderas de los pueblos indígenas- y pancartas de organizaciones sindicales, estudiantiles, indígenas y populares.
La minga indígena, como se conocen en Colombia a estas movilizaciones de las comunidades originarias, había protagonizado el lunes una multitudinaria concentración en la Plaza de Bolívar, para plantear sus demandas al Gobierno de Iván Duque, con quien no lograron reunirse, y decidieron quedarse en la capital para confluir con la jornada de protesta nacional.
La concentración más grande se reunió en el Parque Nacional de Bogotá para marchar desde allí a la Plaza de Bolívar, centro político del país, donde confluyeron con la movilización de las comunidades indígenas, una minga de más de 10 mil indígenas llegada a la capital el pasado domingo desde el suroeste del país.
La jornada de este miércoles confluyó también con la de los trabajadores del magisterio afiliados al sindicato de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), que comenzaron el martes una huelga de 48 horas en la que participan 250.000 maestros.
En esencia, se rechazan la política económica y social de Duque que ha venido arremetiendo contra de los trabajadores con reformas laborales que afectan la ya precaria estabilidad laboral pues permite la contratación por horas y también desconoce derechos como subsidios para educación, alimentación y recreación, entre otros.
Duque aprovecha la pandemia para arremeter cada vez más tomando medidas contra los trabajadores y a favor de los grandes empresarios, y al mismo tiempo se ha visto completamente incapaz de hacer frente a la crisis sanitaria. Colombia está en camino de alcanzar 1 millón de casos confirmados del virus esta semana y se acerca a los 30 mil muertos.
El presidente derechista cínicamente dijo a los manifestantes que sus reuniones aumentan el riesgo de nuevas infecciones por coronavirus, cuando son millares de personas que se desplazan diariamente solo en la capital del país para ir a sus trabajos aglomerados en los transportes públicos.
Es que la crisis económica ha golpeado duramente a los trabajadores y a los sectores populares de Colombia. Se calcula que alrededor de 4 millones de personas perdieron su trabajo en estos últimos meses de pandemia, la quinta parte de la fuerza laboral, llevando la tasa de desempleo a nivel nacional a ubicarse a alrededor de 20%. Aunque hay varias capitales con niveles superiores a 30%, llevando a una pobreza extrema que asciende al 35,7%, y que se ve agravada aún más por la aceleración de la crisis.
En las protestas de este 21 también se exigió que cesen las acciones de la violencia policial, el asesinato de líderes sociales y la restricción de la protesta social. Las marchas y plantones se dieron a casi un año de que protestas masivas sacudieran el país en las jornadas que se iniciaron el 21 de noviembre del año pasado, aunque la de este miércoles no tuvo la masividad de aquella emblemática fecha.
Pero aún está por verse el próximo 21 de noviembre cuando se cumple el año en una nueva movilización que ya ha sido convocada. Nada descarta que pueda tener la contundencia que tuvo el aniversario de las protestas en Chile que volvieron a sacudir las calles de Santiago.
Desde que se iniciaron las grades jornadas ninguna de las demandas han sido satisfechas, peor aún se ha arremetido aún más contra el pueblo. Los trabajadores, campesinos, indígenas y el pueblo pobre de Colombia se plantan ante la necesidad de desplegar toda la fuerza social necesaria capaz de derrotar los planes del Gobierno de Duque y de los empresarios y que no sean los trabajadores y las grandes mayorías populares los que paguen la crisis. |