En la sucursal de Santos Lugares, el día sábado una patota de la patronal junto a la burocracia amedrenta a los trabajadores y ataca la organización democrática y el derecho a organizarse. Entrevistamos a Miguel, delegado de la comisión interna del mercado, quien denuncia el accionar prepotente de Coto, que ya se hizo moneda corriente y se vio a lo largo de estos meses en varias sucursales.
No alcanzó este accionar de la patota, para demostrar el desprecio que tiene la empresa no solo hacia las y los trabajadores de la firma, sino hacia los sectores más agraviados por la situación social. Esta vez maltrataron a una persona que quería llevarse un poco de comida.
Hoy nadie puede negar que la pobreza aumenta al compás de los despidos y la desocupación, golpeando a miles y miles de familias, y que cada vez son más los sectores que caen en la miseria, que pelean por un pedazo de tierra para tener un lugar donde vivir, como lo vimos en Guernica, o que ni siquiera tienen para comer.