La crisis humanitaria que en cárceles y comisarías que padecen más de cien mil personas privadas de su libertad es una bomba de tiempo. La pandemia volvió a dejar al desnudo las inhumanas condiciones en las que están encerradas, en su mayoría por delitos contra la propiedad o venta de drogas al menudeo, con un promedio del 50% de quienes están privados de su libertad con prisión preventiva, es decir, siendo inocentes.
Este jueves 5 de noviembre familiares, amigxs y detenidxs de todo el país realizarán una jornada nacional de lucha. Harán una movilización al Consejo de la Magistratura de La Plata y en todas las cárceles del país se harán batucadas.
El pasado jueves la descarnada represión en Guernica fue negada como tal y avalada "con orgullo" tanto por el discurso estatal del Gobierno bonaerense como por varios funcionarios del Gobierno nacional, por acción u omisión.
Este fin de semana, la provincia de Buenos Aires volvió a ser el escenario de la represión estatal. El Servicio Penitenciario Bonaerense reprimió a quienes están detenidos y sus familiares, que con enorme esfuerzo llegaron a las puertas de los penales ya desde el viernes a la noche y madrugada del sábado, para poder visitar a sus seres queridos después de ocho meses, como había sido autorizado por las autoridades.
Ante la repentina decisión de impedir las visitas, la angustia y la bronca entre quienes tras las rejas esperaban y quienes estaban afuera, en su mayoría mujeres, generó protestas en varios de los penales que dependen del SPB.
La respuesta estatal fue la represión con balazos de balas de goma, golpes, traslados, y gases. Los presos y presas y sus familiares denuncian que fueron muchísimos los heridos.
Estudiantes del Centro Universitario San Martin que está dentro de la Unidad 48 de Jose Leon Suarez, denuncian que los penitenciarios quemaron todo y en su comunicado denuncian:
"Ayer se vivió una jornada de extrema violencia en varios penales de la provincia de Buenos Aires, debido al mal manejo relacionado con la promesa incumplida de habilitar las visitas a lxs privadxs de la libertad, consecuencia de esto fueron los motines originados en distintas unidades, con enorme cantidad de heridos.
La Unidad 48 del Penal de José León Suárez vivió una jornada de violencia a dimensiones medievales, llegando a un punto extremo en dicha violencia perpetrada por el Servicio Penitenciario, quienes luego de haberse calmado las cosas, arremetieron contra el símbolo más emblemático y valioso de ese centro de detención: El CUSAM, Centro Universitario San Martín, espacio dentro del Penal donde funciona la Universidad de San Martín.
Los propios estudiantes del CUSAM fueron quienes en medio de la violencia desatada ayer defendieron con sus cuerpos ese espacio, no permitiendo que se llegase a entrar para destruirlo, fueron ellxs quienes hicieron vigilia en su defensa hasta las seis de la mañana. Una vez en sus pabellones y “engomados” (sin poder salir de sus celdas) comienzan a ver humo en las inmediaciones del CUSAM. Allí comenzó la desidia y venganza por parte del SPB quien, literalmente, destruyó todo lo que estuvo a su alcance. Prendieron fuego la biblioteca, la radio, el Centro de Estudiantes, todo".
Más allá del relato oficial, la gravedad de la situación en cárceles y comisarías en especial de la provincia de Buenos Aires es crítica. La jornada del jueves 5 de noviembre volverá a dejar ver esa realidad.
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