El domingo, en el sur de California, una caravana de simpatizantes de Trump intentó intimidar a los votantes que acudían a las urnas e incluso les bloqueó la entrada al centro de votación. Había unas 4.000 personas en la caravana, que recorrió 60 millas, en una demostración de fuerza que terminó frente a un centro de votación.
“Los partidarios desfilaron durante 60 millas por el condado de Riverside el domingo por la tarde antes de reunirse en el parque deportivo de la ciudad (Ronald Reagan)”, informaStuti Mishra de The Independent. "Sin embargo, la multitud y sus vehículos también terminaron obstruyendo el acceso al sitio, que incluía un centro de votación".
Se llamó a la policía, pero a su llegada no hizo ningún arresto. Es difícil imaginar que una protesta de Black Lives Matter llegue cerca de un centro de votación sin ser reprimida violentamente por la policía. De hecho, un grupo de votantes encabezado por un pastor, que tenía niños de hasta 5 años en sus filas, fue rociado con gas pimienta por la policía el viernes.
En los últimos días antes de las elecciones, los partidarios de Trump en todo Estados Unidos han intentado mostrar su fuerza mientras intimidaban a los votantes. Esto se produce después de un verano de enfrentamientos entre el movimiento masivo Black Lives Matter y una franja armada de provocadores de derecha.
Durante el fin de semana, las concentraciones de Trump bloquearon el tráfico en varios estados, incluida una caravana masiva de Trump que bloqueó el tráfico en Garden State Parkway en Nueva Jersey. Por supuesto, la policía protegió estas protestas, muy lejos de la represión experimentada durante todo el verano por quienes defienden las vidas de los afroamericanos.
Esta ultraderecha no puede ser derrotada sólo en las urnas; después de todo, tanto Trump como Biden afirman querer aumentar los fondos policiales y proteger "la ley y el orden". Sin embargo, se los puede derrotar con protestas como las de Charlottesville: con la fuerza en las calles, ahogándolos superándolos en número.
Se los puede derrotar un intento de Trump de robar las elecciones movilizando a la clase trabajadora, haciendo huelga para asegurar de que se cuenten los votos. Estas protestas ultrarreaccionarias son alarmantes y no van a desaparecer, no importa qué capitalista racista gane la presidencia. Pero somos más que ellos y somos más fuertes si nos organizamos. | 
