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1ro de diciembre de 2024 Twitter Faceboock

Ideas Socialistas
A 103 años de la Revolución Rusa: cuando la clase trabajadora se tomó el cielo por asalto
Camilo Jofré | Profesor, militante del PTR e integrante de la agrupación de trabajadores de la educación Nuestra Clase.

El año 1917 estuvo marcado por uno de los sucesos más importante en la historia de la humanidad. Habían pasado tres años del comienzo de la primera guerra mundial, cuando los bolcheviques, dirigidos por Lenin y Trotsky tomaron el palacio de invierno en Petrogrado (la residencia oficial de los zares en Rusia), consolidando la victoria de la primera revolución obrera y campesina del siglo XX.

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La historia de las revoluciones es para nosotros, por encima de todo, la historia de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos.” León Trotsky

El año 1917 estuvo marcado por uno de los sucesos más importantes en la historia de la humanidad. Habían pasado tres años del comienzo de la primera guerra mundial, cuando los bolcheviques, dirigidos por Lenin y Trotsky tomaron el Palacio de Invierno en Petrogrado (la residencia oficial de los zares en Rusia), consolidando la victoria de la primera revolución obrera y campesina del siglo XX.

En los dos primeros meses del año 1917 reinaba todavía en Rusia la dinastía de los Romanov. Ocho meses después estaban ya en el timón los bolcheviques, un partido ignorado por casi todo el mundo a principios de año y cuyos dirigentes, en el momento mismo de subir al poder, se hallaban aún acusados de alta traición. La historia no registra otro cambio de frente tan radical, sobre todo si se tiene en cuenta que estamos ante una nación de ciento cincuenta millones de habitantes.” (Trotsky)

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La situación de Rusia a comienzos del siglo XX

Para el inicio del siglo XX, Rusia era un país atrasado conformado mayoritariamente por campesinos pobres, oprimidos por la nobleza del viejo imperio zarista y los grandes terratenientes. La agricultura estaba al mismo nivel que en 1600. El contraste entre los privilegios de la nobleza junto con las clases dominantes, a las condiciones de vidas de las inmensas mayorías de trabajadores y campesinos, era el contraste entre dos siglos. El aumento en el número de huelgas y protestas en las fábricas y el campo crecía cada día, tensando la relación entre las clases sociales. Ante el ascenso de las huelgas obreras, el zar tenia claro que solo se podría frenar la inminente revolución con un triunfo en la guerra y buscaba vencer en la guerra ruso japonesa.

La dinastía de los Romanov

La coronación de Pedro I en 1613 dio paso a tres siglos de la dinastía de los Romanov en Rusia. El representante del gobierno se conocía como zar o zarina. Para el siglo XX estuvo dirigida por el zar Nicolas II, quien fue apodado Nicolas el Sanguinario, por las matanzas y brutales represiones ocurridas en la tragedia de Jodynka y el domingo sangriento, además de los pogromos antisemitas que se llevaban adelante mientras se encontraba en el poder.

El domingo sangriento

El 9 de enero (22 para el calendario actual) de 1905 tuvo lugar una enorme movilización que reunió a mas de 140 mil mujeres, hombres y niños en la ciudad de San Petersburgo, encabezada por el cura Gapón quien llevaba ante el palacio del zar una declaración donde suplicaba una serie de demandas económicas y democráticas para dar, aunque sea una respuesta mínima a los inmensos pesares que vivía la mayoría de la población. La fuerte represión con la que respondió el zar dejo a cientos de muertos y miles de heridos, abrió la dinámica de la revolución, que continuaría y se extendería durante todo un año. Para Lenin el domingo sangriento, “reveló la agonía de la fe secular del campesinado en “el padrecito zar” y el nacimiento de un pueblo revolucionario encarnado en el proletariado urbano. (…) La última década del movimiento obrero produjo miles de proletarios socialdemócratas de vanguardia que rompieron con esa fe, plenamente concientes de lo que hacían. Educó a decenas de miles de obreros en quienes el instinto de clase, fortalecido en la lucha huelguística y en la agitación política, minó todos los fundamentos de semejante fe”.

El acorazado Potemkin

En junio los marineros del acorazado ruso Potemkin realizaron un motín y echaron a sus altos cargos, quienes pretendían comenzar una masacre debido a la respuesta negativa por parte de los marineros a comer carne podrida. Cuando llegaba a la ciudad de Odessa, el Potemkin se unió a los trabajadores que se encontraban en huelga, y abrió fuego contra sus opresores. El heroico acto se transformó en un símbolo para todos quienes luchaban por derribar el sistema que los empujaba a una vida llena de miserias. Incluso el reconocido director ruso, Sergei Eisenstein retrató la lucha de los marineros del acorazado Potemkin en una de sus películas.

Comienza la 1ra Guerra Mundial

Para Lenin la época que se abría era de “Crisis, guerras y revoluciones”. La evolución del capitalismo se encontraba en una fase superior denominada por los marxistas como imperialismo. El monopolio de la producción, la repartición del mundo por un puñado de potencias abría una disputa con las clases dominantes de los países que buscaban salir del atraso.

En 1914 comienza la Gran Guerra, en donde Francia unido a Rusia se unieron en contra del ejercito alemán, que tenia un alto desarrollo de su técnica y armamento militar. La Carnicería a la que mandaba a morir el zar Nicolas II a millones de soldados, mostraba que, en las guerras de la clase dominante, siempre los afectados son los pobres. El rechazo hacia la guerra crecía a medida que el número de muertos y heridos aumentaba.

La revolución de febrero por “Pan, paz y tierra”

Durante enero y febrero de 1917, se realizaron huelgas generales y diversas manifestaciones en contra de la Gran Guerra. El 23 de febrero (que coincidía con el 8 de marzo en nuestro calendario), las mujeres trabajadoras de la ciudad de Petrogrado fueron protagonistas de una enorme movilización que fortaleció la lucha que venían dando obreros y campesinos contra el zar. La convocatoria de las obreras textiles el 8 de marzo, exigiendo el pan, la paz y la tierra, se extendió y se unieron las mas importantes y combativas fábricas. El paro se extendió contra la vieja monarquía reinante, exigiendo el fin de la guerra y al hambre, ganándose la simpatía de los soldados que eran los mismos trabajadores y obreros rusos. La revolución se extiende en todo el país y termina con la caída del zar y la conformación de un gobierno provisional de corte liberal que tiene a la cabeza a Kerenski. Los trabajadores, campesinos y soldados, conforman sus propios organismos a partir de las lecciones que había dejado la revolución de 1905, eran los Soviets (consejos obreros) que agrupaban a las distintas fabricas de diversos rubros y coordinaban sus acciones para enfrentar los ataques de la burguesía y su ejército, pero también para transformarse en una alternativa al poder burgués.

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El gobierno provisional de Kerenski

El poder revolucionario con el cual se pudo echar abajo al zar, lo tenían los soviets, pero estaban dirigidos por partidos conciliadores como los mencheviques, que constantemente buscaban establecer lazos con la burguesía liberal. Así surge el gobierno provisional, que fue el aparato político que tuvo la burguesía y los grandes terratenientes para intentar mantener su dominio. Pero la continuidad de la guerra, y la desestabilización de la situación social y económica, fue demostrando los límites que tenía este tipo de gobierno para dar una verdadera salida a los males del pueblo trabajador y campesino.

Entre los dirigentes bolcheviques que en esos momentos se encontraban en Rusia como Stalin y Kamenev, las dudas los hacían impulsar una línea de apoyo crítico al Gobierno de Kerenski. Va a ser a partir de estos debates que Lenin retornara a Rusia trayendo consigo las Tesis de Abril, en donde va a librar una gran lucha política al interior del partido para que el flujo revolucionario no caiga en las ilusiones del gobierno democrático recién asumido. Algunos meses después Lenin afirmaba frente al intento de golpe de Estado del General Kornilov hacia el gobierno provisional, “Ni siquiera ahora debemos apoyar al gobierno de Kerensky. Sería faltar a los principios. ‘¿Acaso no hay que combatir a Kornilov?’, se nos objetará. Claro que sí; pero, entre combatir a Kornilov y apoyar a Kerensky, media una diferencia, existe un límite, y este límite lo franquean algunos bolcheviques, cayendo en el ‘conciliacionismo’, dejándose arrastrar por el torrente de los acontecimientos”.

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El triunfo de la revolución rusa

El gobierno de Kerenski era incapaz de llevar adelante la situación, es así como el 25 de octubre (7 de noviembre) se comenzó a concretar el plan para la toma del palacio de invierno. Trotsky a la cabeza del comité militar revolucionario, se hicieron cargo de los edificios estratégicos de las oficinas de correos, telégrafos, y las principales vías que tenían de comunicación. El plan fue realizado de forma tan magistral, que casi no hubo bajas. Es así, como al decir de Marx en lo que fue la Comuna de París, los bolcheviques “tomaron el cielo por asalto”, disolviéndose el gobierno provisional, instaurándose un gobierno de la clase obrera y el pueblo.

León Trotsky pensaba que en “los momentos decisivos, cuando el orden establecido se hace insoportable para las masas, éstas rompen las barreras que las separan de la palestra política, derriban a sus representantes tradicionales y, con su intervención, crean un punto de partida para el nuevo régimen”.

Este nuevo régimen se erigía como decíamos anteriormente, a través de los organismos de autoorganización que se habían ido desarrollando a través del desarrollo de la lucha de clases en Rusia, una forma superior a cualquier tipo de democracia en el mundo, la democracia directa de los soviets.

Las conquistas de la revolución rusa hoy marcan un precedente tan importante, que pareciese que luego de 103 años estuviésemos atrasados con los logros que alguna vez se consiguieron.

Lamentablemente la revolución quedo aislada después de la derrota de importantes procesos revolucionarios en Alemania o España, que fortalecieron el surgimiento de una camarilla burocrática encabezada por Stalin, la cual terminó por imponer su política en los soviets del socialismo en un solo país, acabando con la democracia al interior de estos y liquidando físicamente a todo aquel que se opusiera.

El impacto de la revolución rusa en Chile

La revolución fue una demostración de que los trabajadores y campesinos levantando organismos como los soviets, que afianzaban la coordinación y defensa de sus luchas, con un programa que no le deba en nada a los regímenes, pueden vencer confiando en sus enormes fuerzas.

En Chile el impacto de la revolución se vio incluso en el periódico “El despertar de los trabajadores” de Luis Emilio Recabarren, que situaron como las grandes figuras de la revolución a Lenin y a Trotsky.

 
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