El Indec informó que en octubre de 2020 las exportaciones bajaron 21,6 % interanual y alcanzaron los U$S 4.616 millones. Es la peor caída desde diciembre de 2015, cuando se desplomaron un 23,8 %.
La mejora de los precios internacionales no evitó el descenso. Los exportadores esperan un tipo de cambio más alto, es decir una devaluación.
La reducción de las exportaciones se verificó en todos los rubros. El descenso más importante fue de 56,7 % y correspondió a los combustibles y energía, seguidos por productos primarios, que cayeron 34,4 %, manufacturas de origen industrial y manufacturas de origen agropecuario, que bajaron 23,7 % y 4,2 %, respectivamente.
En tanto, las importaciones descendieron a U$S 4.004 millones, una baja de 2,8 %. Así, la balanza comercial registró un superávit de U$S 612 millones, U$S 1.156 millones menor al del mismo mes de 2019.
En el caso de las importaciones, las cantidades se contrajeron 5,8 % y los precios subieron 3,2 %. A nivel de uso económico, disminuyeron los combustibles y lubricantes, 36,3 %; piezas y accesorios para bienes de capital, 21,1 %; bienes de capital, 10,9 %; y bienes de consumo, 7,7 %. Por su parte, se incrementaron las importaciones de vehículos automotores de pasajeros, 50,4 %; y bienes intermedios, 14,1 %.
Un dato llamativo del informe del Indec es que se importaron de Paraguay y Uruguay U$S 177 millones de porotos de soja, una suba de 548,5 % interanual. Los agroexportadores señalan que los productores no venden el producto y tienen que importar para continuar con su producción.
En el año las exportaciones acumulan una caída de 13,5 %, mientras las importaciones se contraen un 19,3 %. El saldo favorable es de U$S 12.171 millones.
El Gobierno concedió a los exportadores agropecuarios una baja provisoria de retenciones hasta fin de año. Sin embargo, no hubo un aumento de la liquidación de granos, ni de las exportaciones. Los dólares escasean.
En la actualidad existe un monopolio privado del comercio exterior, unas pocas decenas de empresas concentran entre la mitad y dos tercios de las exportaciones del país. Por eso es necesaria la nacionalización del comercio exterior.
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