Los responsables de las áreas de la Ciudad ni siquiera contestaron el llamado judicial a integrar una mesa de trabajo. Ante esta intransigencia, la Jueza da un nuevo plazo hasta el 30 de noviembre para dar una respuesta a la falta de vivienda de las 11 familias y 35 niños.
La justicia dispuso prorrogar nuevamente la fecha de desalojo de las familias del Hotelito. Este jueves 25 de noviembre, vencia el plazo que la misma jueza había establecido para definir una nueva fecha de desalojo de las mujeres y 35 niñas y niños que encontraron un techo en el Hotelito de la Villa 31. Pero el desalojo, pedido por el Gobierno de Rodríguez Larreta, tendrá que esperar al menos 5 días más ya que la jueza Carla Cavaliere, comprobó la intransigencia del GCBA y la total falta de respuesta a la falta de vivienda para las 11 familias involucradas.
En efecto, en la resolución notificada hoy la titular del Juzgado Nº 17 indicó que “sin haber recibido respuesta alguna por parte de las áreas correspondientes del GCBA y a fin de que se pueda cumplir con las tareas solicitadas, extenderé el plazo de prórroga hasta el 30 de noviembre”. Es decir, que a pesar de haber sido convocados judicialmente, los responsables de los Programas de subsidios habitacionales de la ciudad (Programa 690) ni siquiera contestaron el llamado a integrar una mesa de trabajo.
Esto deja a las claras que al GCBA no le interesa en los más mínimo si mujeres que quedaron desocupadas durante la pandemia, algunas de ellas víctimas de violencia de género y sus 35 niñes quedan en la calle y que por eso están luchando por una solución definitiva a su reclamo de vivienda digna. Por el contrario reciben amenazas con hostigamiento policial, con quitarle los subsidios que ya cobraban, con quitarles el trabajo o incluso con "desalojarlas como en Guernica".
Esta es la segunda prórroga a una orden de desalojo completamente arbitraria. La primera se había dado luego de que las ahora conocidas como “mujeres del hotelito” convocaran a asambleas, movilizaciones y lograran un enorme apoyo de organismos de Derechos Humanos, organizaciones del barrio, organismos dedicados a la defensa de los derechos de lxs niñxs, entre otros.
En este marco lo que corresponde es que el juzgado revoque definitivamente su decisión de desalojar a las y los habitantes del Hotelito, avance en el sobreseimiento y cierre de la causa penal que inició sobre las 11 familias; y que el GCBA de una respuesta inmediata a su necesidad de vivienda definitiva. “¿Cómo puede ser que nadie controle lo que hace Diego Fernández en el barrio?” se preguntan las mujeres del hotelito que saben muy bien que mientras a metros venden Costa Salguero para el negocio inmobiliario, hay muchas de las viviendas nuevas de la 31 que están aún sin asignar y otras están siendo subarrendadas por los “amigos del Gobierno” cuando la prioridad debería ser para las familias que no tienen vivienda propia, que vienen de situación de calle, hacinamiento o como es el caso de muchas de ellas víctimas de violencia de género.
La intransigencia del Gobierno no solo es evidente en la negativa a sentarse a resolver esta situación luego de la intimación de la Jueza. Fueron más de tres veces las mujeres del Hotelito a la SISU ( Secretaria de Integración Social y Urbana que preside Diego Fernández) para entregar una carta solicitando una mesa de diálogo durante estas últimas dos semanas, ni siquiera les permitieron entregarla en la mesa de entrada junto a las firmas de apoyo que solicitan una solución encabezada por Norita Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo entre cientos de referentes, además de una carta dirigida a las funcionarias que cumplen su rol en la cartera de género, entre otras.
No sorprende, tampoco Felipe Miguel, Jefe de Gabinete del oficialismo, que no quiso responder a esta cuestión durante la interpelación en la Legislatura. Mientras en su alocución reconoció que de las 3895 pocas viviendas realizadas por el Gobierno siguen si ser asignadas 1692 casas. Y cuando la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, le preguntó en particular por el reclamo de las mujeres de El Hotelito, eludió responder.
Es evidente que el único idioma que entiende el Gobierno es la lucha, por eso las mujeres del Hotelito no se quedan quietas y continúan sumando apoyos, con miles de firmas, realizando acciones, volanteadas, uniéndose a las familias de Guernica que pelean por vivienda, y golpeando todas las puertas necesarias para conquistar lo que se merecen: una vivienda digna.