Como un deja vú del partido de la semana pasada, otra vez el visitante fue superior al local. En la noche de la Bombonera ese papel lo jugó Inter en esta Copa Libertadores sin público, pero con buenos momentos de fútbol. Boca tuvo un primer tiempo de pesadilla, pudo equilibrar sobre el final del segundo tiempo, cuando ya estaba en desventaja por el gol en contra de Fabra a los 3 minutos de esa etapa.
Las debilidades de Boca en el medio y las dudas en el fondo fueron preocupantes. Buffarini nunca le encontró la vuelta a los desbordes de Patrick por la punta izquierda del ataque de Inter que asociado con Galhardo y Praxedes eran la carta ofensiva de los brasileños. En el fondo, los de Porto Alegre también daban seguridad con Víctor Cuesta como pilar.
Alguna buena respuesta del arquero Andrada (aunque estuvo dubitativo en otras) le permitieron al Boca de Miguelito Russo sostener el empate en el global (el xeneize se quedó con el partido de ida, 1-0).
Finalmente hubo que resolverlo desde los 12 pasos: en la serie de penales -y pese al buen desempeño del arquero Lomba que se lo atajó a Cardona y estuvo muy cerca de quedarse con el que pateó Tévez- Boca se impuso por 5 a 4. Del lado del Inter, desviaron sus remates Lindoso y Peglow.
En cuartos de final tendremos un interesante choque clásico de clubes argentinos: Boca se enfrentará a Racing, que superó a Flamengo. El partido de ida será en el Cilindro de Avellaneda el miércoles próximo y la vuelta en La Bombonera el miércoles 23, en las vísperas de la Navidad. Habrá que ver si Racing o Boca tendrán una noche buena. Mientras tanto, el plantel azul y oro está obligado a mejorar su desempeño si tiene intenciones de llegar lejos. |