Ayer la legalización del aborto logró dictamen en las comisiones del Senado con la cantidad justa de votos. Las estimaciones de la votación del 29 de diciembre en el recinto dan arriba al voto en contra. Durante el debate se expresó un sector que desde el propio oficialismo está trabajando para que el proyecto no salga. Conocé quiénes son.
La cámara del Senado está compuesta por 72 legisladores, de ese total 41 senadores conforman el bloque del Frente de Todos (FdT), es decir el Gobierno tiene una mayoría absoluta propia.
Sin embargo, como es sabido, el debate por la legalización del aborto divide aguas en los partidos mayoritarios, donde todos aportan votos tanto a favor como en contra. El entrerriano Edgardo Kueider (FdT), que hasta el momento se mantenía como indefinido, aseguró que le parecieron correctas algunas propuestas de modificación de Alberto Wereltineck (Juntos Somos Río Negro). En esa sintonía afirmó que votó a favor del dictamen “en disidencia parcial pero esto no significa que el tema esté cerrado, la discusión va a seguir en el recinto”.
Sin su firma, el proyecto no hubiese logrado dictamen, una situación que suma incertidumbre más que certezas de cara a la votación prevista para el 29 de diciembre. Según la estimación de los votos, hasta el momento el proyecto de legalización del aborto podría ser rechazado en el Senado.
De los 35 votos que se estiman en contra: 16 los aportaría el Frente de Todos, 10 la UCR, 3 el PRO y el resto bloques unipersonales. A la cabeza de la pelea contra la legalización la figura central es el formoseño José Mayans, ni más ni menos que el presidente del bloque del Frente de Todos.
Tras las exposiciones de los funcionarios Vilma Ibarra, Elízabeth Gómez Alcorta y Ginés González García, el senador de su mismo signo político declaró: “no estamos conformes con la presentación de la ley, no estamos conformes con las explicaciones y argumentos que dieron los ministros”. No extraña su postura dado que a principio de año llegó a comparar el aborto con la pena de muerte.
Uno por uno los senadores del oficialismo que votarían en contra
Además del presidente del bloque, se estima que otros 15 senadores oficialistas votarían en contra. Entre ellos el expresidente Carlos Menem, que ya votó en contra hace dos años y durante su presidencia instituyó el Día del Niño por Nacer, una conmemoración que ninguno de los gobiernos posteriores retiró del calendario oficial.
Durante el debate en comisiones, el catamarqueño Dalmacio Mera transmitió que había presentado una queja formal ante Cristina Fernández de Kirchner. El motivo fue que el debate lo presidiría la comisión Banca de la mujer, y no la de Asuntos constitucionales, Su argumento fue que elegir esa comisión de cabecera le quita responsabilidad al hombre en los embarazos no deseados. Acerca del proyecto, el día de ayer declaró que “es malo, hemos propuesto cambios. En el debate ha quedado claro que hay vida desde la concepción”.
Por su parte el chaqueño Antonio Rodas, la mano derecha de Jorge Capitanich en la Cámara Alta, viene de visitar al arzobispo Oscar Ojea (presidente del Episcopado). El objetivo fue ratificarle su oposición al proyecto y ofrecerle intermediar para que pueda reunirse con otros senadores peronistas. En sintonía con la invocación de creencias religiosas para oponerse al proyecto, el santiagueño José Neder dijo ser “parte de los que piensan que debemos proteger la vida” y que es "religioso, católico y mis convicciones no me lo permiten".
El creciente nivel de especulación, con la constante presión de los sectores antiderechos tanto desde el oficialismo, como de Juntos por el Cambio y la cúpula de las Iglesias, abre una situación de incertidumbre para la votación del 29 de diciembre.
El Frente de Todos presentó el proyecto asegurando que “sale o sale”, lo que colaboró con desalentar la movilización de la enorme marea verde que se manifestó en el 2018. Visto el panorama actual, no está descartada una posible derrota en el Senado y, en el mejor de los casos, una victoria por un margen ínfimo que pone en riesgo la ley ante los futuros ataques que seguirá recibiendo por parte de los antiderechos. De cualquier modo, ambos escenarios de pesadilla confirman que mientras los partidos del régimen juegan su “toma y daca” con los derechos y la vida de las mujeres y personas con capacidad de gestar, la única garantía con la que contamos para conquistar nuestros derechos es nuestra lucha y la más amplia movilización en las calles.
