Las y los trabajadores de La Terre se convirtieron en un símbolo de lucha en Mendoza. Desde que el empresario Matas abandonó la fábrica en 2013, la recuperaron y pusieron a producir, generando nuevos puestos de trabajo y convirtiéndose en una de las principales deshidratadoras de verdura del país.
En un contexto de crisis económica y social en la provincia, La Terre abrió sus puertas a la comunidad, no solo abriendo el predio para distintos emprendimientos sociales y autogestivos, sino que se puso a la cabeza de organizar la solidaridad obrera con una campaña para producir y donar 50.000 raciones de comida para comedores populares. Un ejemplo de organización y solidaridad.
Sin embargo, la Justicia nuevamente amenaza la continuidad de esta experiencia obrera que ya lleva seis años. "La corporación judicial y el gobierno de Mendoza operaron a favor de los intereses de un empresario, burlándose y desconociendo la legislación vigente de nuestra Ley, la 8874", explicaron los trabajadores. La semana pasada, la Justicia rechazó el pedido de la cooperativa, confirmando la cuestionada venta de la fábrica al empresario Ruggeri, y abriendo la puerta al desalojo. |