“Si no fuera por este proceso de revolución democrática y pacífica no sé qué estaría pasando en Venezuela, no sé cuántos Caracazos tendríamos (...) No estarían los burgueses viviendo plácidamente como ahora”. Esto le decía Hugo Chávez a la clase capitalista venezolana luego de llevar diez años en el poder (2009), buscando demostrarles que su proyecto, lejos de poner en peligro la existencia de la burguesía como clase, la preservaba de una revolución obrera y popular que realmente la barriera.

Lo cual era coherente con lo que dijera diez años antes, en su primer discurso al asumir la presidencia del país: “No queremos más rebeliones… yo tengo la certeza de que nosotros le vamos a dar cauce pacífico, que nosotros le vamos a dar cauce democrático a esa revolución que anda desatada por todas partes… Ese pueblo necesita cauce… o le damos cauce a esa fuerza o esa fuerza nos pasa por encima”.

Son parte de los planteamientos de Chávez que se citan en este tercer video, para mostrar en concreto cómo se expresaba en el chavismo la lógica del “bonapartismo sui generis girado a izquierda”, que aunque se enfrenta parcialmente a los intereses imperialistas, tomando ciertas medidas de corte nacionalista y apoyándose en la movilización de las masas para sostener tales medidas, no tiene como propósito desencadenar la fuerza revolucionaria de los trabajadores y sectores pobres, sino más bien contenerla.

Y es, de hecho, lo que también le explicaba Chávez a connotados burgueses venezolanos en diferentes encuentros, con palabras como estas:

“Cuando nosotros estamos haciendo ese gigantesco esfuerzo para bajar las presiones sociales… estamos contribuyendo a un clima de estabilidad en el país… hasta que logremos desactivar la bomba social… El peligro de que en Venezuela, producto de la miseria, la pobreza y la desigualdad… ocurran hechos… como los que ya ocurrieron en 1989… Cuando hacemos eso estamos también salvaguardando los intereses del sector privado nacional, no solo de los que reciben educación, no solo de los que reciben atención médica a tiempo; no, también, repito, del sector privado nacional”.

Es decir, dejaba bien en claro que la (mal) llamada “justicia social”, más que un hecho revolucionario, en realidad cumplía la misión histórica de evitar mayor niveles de lucha de clases. Por eso, se señala el video, con relación a Chávez, que “su propósito histórico no era barrer con el orden burgués venezolano, era preservarlo en una versión (tibiamente) nacionalista”.

Por esta razón, siguiendo con el ejemplo del régimen del general Lázaro Cárdenas en México (1934-1940) y los posicionamientos de Trotsky, se señala cómo, si bien desde el marxismo, ante las medidas nacionalistas de estos gobiernos, habría que defender claramente el derecho de la nación a tomar las medidas que considerase necesarias ante los capitales imperialistas, no podían confundirse tales medidas como sustitutas de la revolución proletaria en la camino al socialismo, sino que debía considerárselas en los límites de cierto “capitalismo de Estado”.

Ese rol de contención social se muestra también en este video señalando con detalle toda una serie de ejemplos en los que Chávez respondió con mano dura contra las luchas obreras que iban más allá de lo que su gobierno quería. A los petroleros, a los sidoristas, a los trabajadores del metro de Caracas, en la Mitsubishi, en Sanitarios Maracay, a los empleados públicos, son ejemplos que se señalan de casos a los que les cayeron encima los duros cuestionamientos de Chávez a sus luchas, las amenazas de represión y “militarización”, o directamente la represión gubernamental.

Estos y otros aspectos se muestran en los poco más de 8 minutos de esta penúltima entrega, que precede a la cuarta y final, titulada: "Chávez, los sindicatos y la independencia política de la clase obrera", que será publicada el domingo 27, a las 7:00 p.m., por el canal de YouTube de La Izquierda Diario Venezuela.