El día de ayer los vecinos reubicados en el Barrio Manantiales continúan peleando: si bien fueron reubicados en los lotes, no cuentan con los servicios básicos por los cuales el municipio les cobra: no hay escuelas, salas de primeros auxilios, tampoco hay conexión de luz y el colectivo más cercano pasa a 20 cuadras.
Así como cuando se inundaron las tierras luego de las intensas lluvias de octubre, hoy nuevamente fueron los trabajadores de la zona los que recolectaron las donaciones a horas de pasados los festejos de Navidad.
El municipio que gobierna Mariel Fernández se jacta de haber desactivado decenas de intento de tomas de tierras de la mano del nefasto de Sergio Berni, y parece que el destino de cientos de familias que la votaron como salida al macrismo no le interesa: en el marco de una ola creciente de calor y el aumento de contagios de covid, el municipio no brinda ni siquiera conexiones de agua potable o de luz eléctrica. El caso de Manantiales no es un hecho aislado y más bien refleja la política de estado con respecto al problema de la vivienda: o te reprimen o te reubican en un lugar inaccesible sin servicios básicos. Eso no es vivienda digna.
La lucha de los vecinos del ex Barrio La Bibiana ha despertado la más amplia solidaridad, sumando apoyo de vecinos, trabajadores de múltiples sectores como también de organizaciones de izquierda.
Por la jornada, se juntaron donaciones que han hecho trabajadores de Kraft, de Volkswagen, choferes de las líneas 203 y 302, trabajadores de Metrogas y de distintos supermercados de la zona, como también de jóvenes de La Red de Precarizados, docentes, estudiantes de la Universidad Nacional de Gral Sarmiento y de la Universidad Nacional de Moreno.
¡Por un año nuevo con vivienda y trabajo digno para todos! |